La princesa del pop vuelve a ser noticia. Todos conocíamos su matrimonio con K-Fed, con el que tiene en común dos hijos, y esa dolorosa ruptura con el cantante Justin Timberlake pero, ahora, también conocemos el matrimonio Britney Spears – Jason Alexander.
Tras 20 años en la industria del pop, la cantante, compositora y bailarina ha hecho una parada que, intuimos, era necesaria. Hace unas semanas Britney colgó en su perfil de Instagram una imagen con un texto:’ Enamórate de cuidarte a ti mismo, a tu mente, a tu cuerpo y a tu espíritu. ‘Todos necesitamos tomarnos un poco de tiempo para nosotros mismos 
‘, escribía en el pie de foto.
Matrimonio Britney Spears – Jason Alexander
La diva del pop había ingresado en una clínica mental por presentar un cuadro depresivo. Esto ha sucedido en el mismo año en el que Britney decidió abandonar los escenarios por una temporada para centrarse en su familia ya que había atravesado un bache personal. ‘Es importante siempre poner a tu familia primero … y esa es la decisión que he tenido que tomar. Hace un par de meses, mi padre fue hospitalizado y casi muere. Estamos muy agradecidos de que haya salido con vida, pero todavía tiene un largo camino por delante. Tuve que tomar la difícil decisión de poner toda energía en mi familia en este momento’, escribía la cantante en sus redes sociales.
Dejando los temas más importantes a un lado, hemos conocido otra etapa de la vida de la norteamericana de la que no teníamos ni idea. En el año 2004, en un viaje a Las Vegas, Britney dio su primer ‘sí, quiero’. ¿A quién? El que se convertiría en su esposo llevaba un largo tiempo en su vida, era su amigo de la infancia. Sin embargo, el matrimonio Britney Spears – Jason Alexander (así se llama el susodicho), tan solo duró 55 horas.
En una entrevista, la cantante declaró para Entertaiment Television que fue ‘estúpida, rebelde y no me tomé la responsabilidad de lo que estaba haciendo’. Parece que a su primer marido no le sentaron muy bien estas declaraciones y fue, la verdad, poco elegante con sus declaraciones: ‘fue un mal negocio’ declaraba en el ABC News, refiriéndose a que no sacó partido a la situación económica de la cantante. Para más inri, reconoció que su consejo hacia las personas que están a punto de divorciarse es que piensen en este hecho como un negocio (claro, los sentimientos están muy lejos de su comprensión).
Nos alegramos de que la relación entre Britney y su entrenador personal, Sam Asghari,vaya ‘viento en popa’. Él, por su parte, no ha dudado en apoyar a su chica públicamente a través de Instagram. Estamos seguras que, con la fuerza de voluntad de la princesa del pop y el amor de Sam, pronto se recuperará de este bache.
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