Celebrando las Bodas de Madreselva

Las bodas de madreselva tienen lugar cuando una pareja cumple diecinueve años de matrimonio. Es un momento en el que se está rozando con los dedos las dos décadas desde que tuvo lugar el día más feliz de sus vidas así que puede servir de preámbulo al gran aniversario que tendrá lugar el año que viene.

En este artículo lo explicamos todo acerca de este aniversario de boda y además, ofrecemos ideas acerca de regalos y los mejores planes para convertir este día en un recuerdo muy especial.

Significado de las bodas de madreselva

El diecinueve aniversario de boda recibe el nombre de bodas de madreselva. A estas alturas del matrimonio es factible pensar que los lazos del amor que unen a la pareja son muy fuertes, de ahí que este aniversario se relacione con la madreselva, una planta fuerte y resistente. La madreselva es trepadora y a lo largo de su crecimiento, sus ramas se van entrelazando formando los nudos que le aportan esa fuerza y resistencia, los mismos nudos y entrelazados que la pareja ha ido forjando a lo largo de su matrimonio.

La madreselva representa también la amabilidad extrema, el amor incondicional y la amistad. De hecho, en el siglo XIX, era costumbre regalar una flor de madreselva como símbolo de una promesa de amor eterno.

La madreselva es una de las Hierbas de San Juan, un conjunto de hierbas aromáticas y medicinales que, según una tradición especialmente extendida en Galicia, hay que dejar en agua durante toda la noche de San Juan para lavarse la cara con ella al día siguiente y quedar limpios de todo mal.

Otro símbolo que identifica a este aniversario de boda es el jaspe rojo, que aporta vitalidad, alegría, amor, sensualidad y sensibilidad, cualidades muy importantes en una relación de pareja tan duradera. Ante la posibilidad de que las cosas puedan enfriarse o desgastarse por el tiempo, el color rojo aporta una buena dosis de energía repleta de todo aquello que un matrimonio necesita para seguir juntos al menos otros diecinueve años.

Regalos para las bodas de madreselva

Los regalos que se intercambia la pareja en este aniversario de boda tienen que estar protagonizados por la madreselva, ya que es la planta que le da nombre y la que simboliza la fuerza y la resistencia que el matrimonio ha demostrado tener a lo largo de los años.

Aquí ofrecemos algunos ejemplos aunque, como siempre, la pareja es la que mejor se conoce entre sí y eso, junto con su propia creatividad e imaginación, puede dar lugar a regalos muy originales.

• Ramo de madreselva. Es el regalo más obvio para este aniversario pero no por ello menos simbólico. Un ramo de flores puede decir mucho más que cualquier cosa más elaborada, especialmente si va a acompañado de una nota con un mensaje especial.
• Perfume de madreselva. Es un regalo especialmente para mujeres ya que tiene una fragancia femenina con toques de jazmín y azahar que no suele encajar demasiado con los hombres. Existen muchos perfumes en el mercado que cuentan con la madreselva entre sus componentes como por ejemplo, Anaïs, Anaïs de Cacharel o Diorella de Dior.

• Vino de madreselva. Los amantes de los vinos no pueden perder una ocasión tan especial para regalar -y compartir- una botella de vino de madreselva. Se puede encontrar de origen italiano e inglés, ¡y también hay recetas para hacerlo en casa! Tanto si se compra como si se hace en casa, seguro que no va a dejar indiferente a nadie.
• Artículos de belleza. La madreselva tiene efectos muy buenos para la piel, especialmente para combatir las arrugas y mejorar el aspecto general de la piel, por lo que existen en el mercado una gran variedad de cremas y cosméticos que cuentan con la madreselva en su composición como geles de ducha y lociones corporales. Es posible incluso encontrar packs de regalo con varios de estos productos.
• Té de madreselva. Pero la madreselva también tiene propiedades que ayudan al organismo desde dentro: combate la retención de líquidos, mejora el hígado y alivia las enfermedades del aparato respiratorio. Por ello, otra buena idea para regalar es un set de té de madreselva, un pack que contenga tazas y una lata de té, por ejemplo. Se pueden comprar los sets ya preparados o también adquirir cada cosa por separado para hacer un regalo más personalizado.

¿Cómo celebrar este aniversario de boda?

La primera opción para celebrar las bodas de madreselva es algo muy sencillo pero muy simbólico a la vez. Consiste en hacer una comida, merienda o cena para dos en un lugar al aire libre en el que haya madreselvas cerca. También podría ser en un patio, junto a una celosía por la que trepe una madreselva o en algún lugar por cuyo muro crezca esta planta. Quizá conlleve un poco de esfuerzo buscar el lugar exacto en el que tener como telón de fondo esta planta tan significativa pero merecerá la pena.

La madreselva también se puede utilizar para decorar el interior de la casa en este día tan especial. Sus ramas son flexibles y se pueden doblar en forma de coronas floridas con las que decorar la estancia en la que se puede celebrar una comida o una cena tanto en pareja como con amigos o familiares, según prefiera el matrimonio. El perfume que exhalan sus flores darán un ambiente inmejorable a esos momentos.

Otra forma de celebrar este aniversario es tratar de localizar algún sitio cercano en el que crezca algún tipo de madreselva de forma silvestre y organizar un día de picnic allí, con esta planta tan simbólica de testigo de una celebración a solas, sencilla pero llena de significado. El inconveniente que puede surgir es que el aniversario caiga en una época del año poco propia para picnics pero siempre se puede optar por lo que hay más arriba y hacerlo más casero.

Por supuesto, el clásico para que la madreselva esté presente en la celebración del aniversario de bodas es adquirir una vajilla para dos que esté decorada con esta flor tan especial y que se puede estrenar el día de la comida o de la cena especial. También se pueden usar sus flores para ornamentar la mesa con un pequeño jarroncito de cristal o incluso como motivo de decoración en la mantelería. Además, las flores de la madreselva son comestibles y su néctar tiene un sabor muy dulce, de hecho es de donde se obtiene tanto el vino como el té de madreselva, así que se pueden utilizar para decorar el postre y perfumarlo. Eso sí, hay que tener precauciones en caso de embarazo o lactancia, como con cualquier planta comestible.

Estando al borde de los veinte años de casados, quizá sea una buena idea celebrar las bodas de madreselva visitando algún lugar que tenga recuerdos especiales para la pareja. No tiene por qué ser el lugar de la primera cita, o donde se conocieron, o donde se produjo la pedida de mano. Puede ser algún rincón que desprenda recuerdos felices quizá relacionados con los hijos: la calle el mayor dio sus primeros pasos, el lugar en el que se enteraron del primer embarazo, la cafetería en la que estaban cuando la pareja decidió cuál iba a ser la casa de sus sueños…

Recrear el menú de la boda es otra forma de recordar aquel día tan especial. Seguramente la pareja aún recuerda en qué consistió así que ambos pueden poner las manos en la masa y juntos, cocinar y rememorar aquel menú. Después, pueden comerlo a solas o invitar a amigos y familiares a volver a degustarlo. En el caso de que la pareja no tenga demasiadas dotes para la cocina, siempre se puede encargar algo parecido a un catering o incluso regresar al restaurante o al hotel donde se hizo el banquete aunque se vaya a comer otra cosa. De lo que se trata es de sumergirse en recuerdos tan felices.

También existen opciones divertidas y atrevidas para los matrimonios que aún se sienten jóvenes y quieren probar cosas nuevas: lanzarse en paracaídas, hacerse un tatuaje juntos, contratar una sesión de fotos picante, acudir a una fiesta temática disfrazados… Es tan fácil como dejarse llevar por algo que la pareja tenga pendiente desde hace tiempo y dar rienda suelta a su locura. ¡Seguro que es inolvidable!

Por último, es probable que la pareja quiera compartir esta celebración con la familia y con los amigos más íntimos. Es un momento muy especial en el que entre todos pueden recordar el día de la boda y sus decenas de anécdotas y aquellos que se incorporaron más tarde a la familia, como hijos, sobrinos y nuevos amigos, pueden divertirse escuchando las “batallitas” de aquel día. Al final, se trata de compartir el amor y la felicidad con quienes les rodean y eso no quita que el matrimonio se reserve otro día aparte para disfrutarlo a solas.

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