La cantante suplicó su libertad con el fin de la tutela legal y pide cárcel para su progenitor y otros implicados en su caso.
Un día después de su declaración ante la justicia en la que suplicó por su libertad, Britney Spears se sincera en su perfil de Instagram y explica por qué no se ha opuesto antes públicamente a su tutela legal: la cantante sentía vergüenza de contar lo que le pasó.
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«Pido disculpas por fingir que he estado bien durante los últimos dos años, lo hice por mi orgullo y porque me avergonzaba compartir lo que me pasó», ha explicado a sus seguidores. Su mensaje ha ido acompañado de una imagen con una cita atribuida a Albert Einstein: «Si quieres que tus hijos sean inteligentes, léeles cuentos de hadas. Si quieres que sean más inteligentes léeles más cuentos de hadas»
Britney Spears se sincera con sus seguidores
«Quiero contaros un pequeño secreto, creo que todos queremos vivir en un cuento de hadas y, por la manera en la que he publicado, mi vida parece bastante espectacular», ha continuado. «No quiero que la gente piense que mi vida es perfecta porque no lo es para nada. Si habéis leído sobre mí en las noticias esta semana, sabréis de sobra que no lo es», explica la cantante.
La cantante también asegura que todo este tiempo ha estado aparentando algo que no se asemejaba a la realidad, pero que eso le ha ayudado mucho: «Aparentar que estaba bien realmente me ayudó». Britney siente que gracias a Instagram las personas han notado su presencia y se ha dado cuenta de que importa a mucha gente a pesar de todo lo que ha pasado.
Fue el pasado miércoles cuando la cantante solicitó poner fin a su tutela legal y por la que su padre manejaba su vida desde hace 13 años. La cantante declaró durante una intervención telefónica que no era feliz, que no podía dormir y que lloraba todos los días. «Quiero mi vida de nuevo». Durante esta declaración también afirmó que no tiene libertad para hablar con la prensa, dar entrevistas, casarse o formar una familia junto a su actual pareja. Incluso esto dio lugar a su declaración más impactante: «Tengo un DIU (dispositivo intrauterino) en mi cuerpo en este momento que no me deja tener un bebé, y mis tutores no me dejan ir al médico para que me lo saque».
En su intervención también aseguró que en algún momento la medicación que tomaba llegó a ser tan fuerte que se sentía drogada y era incapaz de tener una conversación con su madre. «Me gustaría demandar a mi familia y compartir mi historia con el mundo». La jueza Brenda Penny, quien lleva el caso, agradeció su testimonio y la calificó de valiente.
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