Repasamos la boda de Kim Kardashian y Kanye West así como su increíble historia de amor después de 6 años de matrimonio.
Fue en 2003 cuando Kim Kardashian y Kanye West se conocieron. Lo hicieron a través de un amigo en común: Brandy Norwood. Una bonita amistad surgió en aquel entonces que se vio truncada cuando Kanye se enteró de que la empresaria se iba a casar con el basquetbolista, Kris Humphries. Sin embargo, este matrimonio tan solo duró 72 días. ¿Y quién le ayudó a superar la presión que sentía por el divorcio? Kanye. De hecho, el diseñador le invitó a disfrutar con él unos días en París a fin de que se distrajera de todos los problemas. ‘Juro que desde el momento que aterricé en París me enamoré de él ‘, admitió Kim en una entrevista con Ryan Seacrest.
La boda de Kim Kardashian y Kanye West
En 2012, Kim Kardashian y Kanye West dieron una oportunidad al amor e iniciaron su relación. No llevaban ni 9 meses de noviazgo cuando dieron a conocer al mundo que la estadounidense estaba embarazada. ‘Paren la música ¿Podrían hacer un poco de ruido en honor a la preciosa mamá?’ fueron las hermosas palabras que Kanye West le dedicó a Kim en su presentación en Atlantic City, en New Jersey. Y así, el 15 de junio de 2013, Noth llegaba a las vidas de Kim Kardashian y Kanye West, convirtiéndose en su primera hija.
4 meses más tarde, el cantante pidió matrimonio a la socialité quien debió creer ese famoso refrán de ‘a la tercera va a la vencida’ (Kanye sería su tercer esposo) y le contestó el tan esperado ‘sí, quiero’. Arrancaron los preparativos para la boda de de Kim Kardashian y Kanye West.
El 24 de mayo de 2014 el mundo tenía el corazón dividido: por una parte, el Real Madrid se disputaba la tan aclamada ‘Décima’ en Portugal en la Liga de Campeones y, por otro lado, en Italia, todo estaba listo para la boda millonaria que iban a vivir Kim Kardashian y Kanye West. Fue en la fortaleza de Belvedere, en Florencia donde celebraron su amor. Se estima que la pareja habría desembolsado unos 300.000€ para alquilar este edificio histórico en el que recibieron a los, nada más y nada menos que 1.000 invitados de Kim Kardashian y Kanye West.
Sin embargo, estos no eran los planes iniciales de Kim Kardashian y Kanye West. La pareja planeaba dar el ‘sí, quiero’ en París, en el Palacio de Versalles, pero les resultó imposible negociar su alquiler. Eso sí, no suprimieron este destino de sus celebraciones preboda. En el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles Kim Kardashian y Kanye West organizaron una cena que culminó en una fiesta por todo lo alto. Lana del Rey actuó para ellos y, por supuesto, cantó la canción favorita de Kim, Young & Beautiful.
A las 10 de la mañana del día siguiente, los invitados dejaban a un lado la ciudad del amor para viajar hasta Italia. A las 18:00h del sábado arrancaba la boda del año entre Kim Kardashian y Kanye West. Eso sí, protegida por unas medidas de seguridad infranqueables. Un increíble piano de cola blanca fue el elegido para que el músico interpretara la melodía nupcial con la que Kim desfilaría hacia el altar en el que Kanye la esperaba frente a una inmensa pared repleta de rosas blancas mientras Andre Bocelli ponía voz al momento. El pastor que ofició la boda fue Rich Wilkerson Jr.
Uno de los secretos mejor guardados para la boda de Kim Kardashian y Kanye West era, como no podía ser de otra manera, el vestido de la novia que finalmente se filtró mediante la red social más famosa, Instagram. La celebritie eligió al director creativo de Givenchy, Riccardo Tisci, para confeccionar su vestido. El corte del vestido era tipo sirena, al que la empresaria nos tiene muy acostumbradas a lucir en sus looks. De manga larga, el encaje recubría sus brazos y las transparencias ponían el toque sensual al diseño. Un increíble escote en la espalda y una majestuosa y larguísima cola en la que las transparencias y el encaje imperaban. Medio millón de dólares invirtió Kim en su vestido para el gran día.
North West, la pequeña de la familia de Kim Kardashian y Kanye West, lució un vestido a juego con el de su madre y la firma por la que se decantó la influencer también fue la prestigiosa marca francesa, Givenchy.
Kim Kardashian y Kanye West no se olvidaron de ningún detalle de la boda y sorprendieron a todos sus invitados con una gigantesca tarta nupcial formada por 7 pisos y, cada uno de ellos, estaba iluminado por delgadas láminas de oro en forma de hojas. Las excentricidades, como bien sabíamos, tampoco iban a faltar en el enlace de Kim Kardashian y Kanye West.
Entre los invitados que no podían faltar al enlace entre Kim Kardashian y Kanye West, se encontraban Lorraine Schwartz, la diseñadora de la lujosa firma de joyas que Kanye eligió para pedir matrimonio a Kim con un impresionante anillo de 15 kilates, John Legend, Andre Leon Talley, editor de la revista Vogue, el rapero Common y, por supuesto, las mejores amigas de la novia: LaLa Anthony, Malika Haqq y Loren Ridinger. Quienes brillaron por su ausencia en la boda de Kim Kardashian y Kanye West fueron Beyoncé y su pareja, Jay Z, aún sabiendo que él había sido elegido como uno de los padrinos de la boda.
¿Y después de la boda de Kim Kardashian y Kanye West?
Un año más tarde Kim Kardashian y Kanye West dieron un hermanito a la pequeña North. Saint llegaba al mundo el 5 de diciembre de 2015. Tres años después, la pareja reforzaba su puesto de padres. Su tercera hija, Chicago, llegaba al mundo. Sin embargo, el matrimonio compuesto por Kim Kardashian y Kanye West, decidió que Chicago llegara el mundo de una manera distinta a la convencional y optaron por un portador generacional ya que la abogada no quería volver a pasar por los problemas que tuvo durante el embarazo de Chicago.
El 10 de mayo del año pasado llegaba al mundo el cuarto hijo de Kim Kardashian y Kanye West, hasta el momento. Psalm fue concebido en un vientre de alquiler como su hermana Chicago. El nombre es, como poco, original y es que Kim Kardashian y Kanye West otorgan el nombre de sus hijos de acuerdo a la personalidad de los mismos. Por ello, no deciden el nombre de los bebés hasta pasado algo de tiempo cuando descubren si su hijos son más revoltosos, tímidos, inquietos…
Lo que sí tenemos claro es que Kim Kardashian y Kanye West continúan felices después de 6 años de matrimonio y 4 hijos y es que ya se sabe: ‘La familia es donde empieza la vida y el amor nunca termina’.
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