¿Luna de miel en Buenos Aires? Además de empaparte de su folclore, cultura y gastronomía, deberías visitar los bares más emblemáticos para disfrutar –y aprender– de la gran tradición coctelera.
Además de adentrarse en la cultura del tango, visitar rincones únicos y pasear por sus calles, una perfecta luna de miel en Buenos Aires no podría entenderse sin disfrutar, también, de su larga tradición coctelera.
La capital cuenta con más de 40 bares atendidos por bartenders profesionales, que ofrecen cartas creativas y sirven cócteles clásicos y de autor. Algunos de los establecimientos más destacados se encuentran en los barrios de Palermo, Retiro y Recoleta y se sitúan al mismo nivel de excelencia que los de otras ciudades del mundo como Nueva York o Londres.
No es de extrañar que, en los últimos años, se estén viendo bares de coctelerías porteñas en los rankings de mejores bares a nivel mundial, como 878, que obtuvo el puesto 25 en los World’s 50 Best Bars de 2011 o Florería Atlántico, en el número 23 de la última edición de este ranking –por cuarta vez en tan sólo cinco años de vida–.
Luna de miel en Buenos Aires: de ruta coctelera
Como pequeña muestra de la gran variedad de coctelería en Buenos Aires, destacamos algunos de los cócteles que sólo se pueden degustar en la ciudad:
Presidente: fundado por Seba García, quien introdujo cócteles de alta gama en el barrio de Recoleta, uno de los más elegantes de Buenos Aires. Este bar ofrece creaciones innovadoras, pero también clásicos tradicionales. No hay que dejar pasar por alto la oportunidad de conocer su “biblioteca”, el espacio secreto del bar. También cuenta con un invernadero y una carta variada con platos creativos elaborados por el chef Martín Avalos.
Como recomendación, degustar su “Zombi de Buenos Aires”: se trata del clásico zumbi tiki, pero servido en una de las copas más originales, replicando en miniatura el famoso Obelisco de la ciudad. El cóctel combina ron blanco y dorado, Triple Sec Carajo patagónico y Pineral, el aperitivo que tan popular se convirtió a comienzos del siglo XX y a quien, en 1905, el compositor Ángel Villoldo le dedicó un tango. A esta mezcla se le agrega limón, naranja, maracuyá, piña y detalles de limoncello. En definitiva, el cóctel perfecto para una noche que puede terminar por la mañana.
Parque: Situado en una de las zonas con más ambiente de Buenos Aires, este bar en pleno corazón de Palermo Soho ofrece cócteles clásicos e innovadores, en un espacio repleto de plantas y motivos vegetales. Conocido como el “Bar Botánico”, cuenta con un patio descubierto. Su extensa carta de cócteles incluye opciones irresistibles.
“Día de Campo”, es su cóctel estrella. Incluye la bebida por excelencia de la cultura gauchesca, el mate. Mezclado con Campari, naranja y coñac de Damasco, el cóctel se toma en bombilla y hasta viene acompañado de un termo.
878: destaca por sus más de cien whiskies y su coctelería de vanguardia, a cargo de Javier Sosa. Su carta de vinos también cuenta con una gran variedad de etiquetas de distintas regiones de Argentina. Por este bar han pasado los mejores bartenders del país.
Sólo allí es posible degustar su “Jockey Club”: Este cóctel representa la cultura aristocrática de la ciudad y el legado ecuestre, canalizados en la combinación de Johnnie Walker Red Label con Legui –un licor único que rememora al jockey Irineo Leguisamo– y una pizca de miel orgánica.
Anasagasti: abrió sus puertas en 2016. Emplazado en una preciosa casa de tres plantas, debe su nombre al pasaje donde se encuentra ubicado, a pocos metros de la Avenida Santa Fe. Allí trabaja el reconocido bartender Matías Granata, que elabora cócteles clásicos y también creaciones propias, servidas en cristalería especial.
Un best seller es “Klaussy”: el amor de los porteños por el sushi se ve reflejado en esta creación, con wasabi, té matcha, te de lapsang souchong, miel y una infusión de gin con aguaribay –un pimiento rojo nativo de Argentina–. El montaje final, casi como una obra de arte, lo convierte en uno de los cócteles más “instagrameables” de Buenos Aires.
Pony Line (Four Seasons Hotel): con coctelería clásica y de vanguardia, rompe la rutina de la noche porteña. De miércoles a viernes, la reconocida dj SRZ junto con Unlock y otros djs invitados son los encargados de ambientar las veladas de este bar en un hotel repleto de encanto.
¿Su cóctel exclusivo? El “Sainete Criollo”, con ingredientes propios de la clase trabajadora inmigrante del siglo XIX, con el jerez y romero provenientes de España y el Fernet de los italianos.
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