Si te gusta dejar tu huella personal en todas partes, te encantarán los sellos personalizados. Con ellos podrás dar un toque especial a la papelería de tu boda, desde las invitaciones y los sobres, a la minuta del menú o a cualquier etiqueta que hayas pensado incluir.
Para dejar vuestra firma en los regalos de los invitados, para decorar el paquete de los alfileres, para las etiquetas de las bolsitas de arroz, de confeti o de los porta bengalas. Para sellar el sobre de las invitaciones, las etiquetas de las botellas de vino, ¡o incluso las servilletas de papel del cóctel!
Los sellos personalizados tienen mil usos y son un recuerdo de boda precioso. Pueden llevar vuestros nombres y la fecha de la boda, y puedes elegir entre una gran variedad de diseños y colores de tinta diferentes.
Consejos para usar bien los sellos personalizados
Si ya te has decidido a incorporar un sello personalizado a los indispensables de tu boda, te interesará saber cómo usarlo y mantenerlo para conservarlo en perfectas condiciones cuando todo pase. Estos consejos te ayudarán:
1. Elige una tinta de buena calidad
Si encargas un sello bonito, diseñado especialmente para vosotros, asegúrate de que cumpla adecuadamente su función acompañándolo de una tinta adecuada. No valen las del chino ni la tinta azul de oficina de toda la vida. Las tintas de baja calidad pueden deteriorar el caucho y seguramente quieras conservar este recuerdo de tu boda en perfectas condiciones.
Elige una tinta de secado rápido, que no emborrone, que puedas estampar en cualquier soporte, desde papel a tela o madera, y que no pierda color con el tiempo.
2. Prueba tu sello antes del estampado definitivo
Aunque estampar pueda parecerte sencillo, al usar tu sello comprobarás que a veces no se dibuja el motivo completo y que, si te tiembla la mano, la impresión puede quedar algo borrosa. Por eso, antes de ponerte a sellar etiquetas o invitaciones, te recomendamos que hagas varias pruebas en papel en sucio.
3. Conserva bien la tinta
Si cierras bien la tinta después de cada uso, durará mucho más y conseguirás que el color permanezca inalterable al cabo del tiempo. Respeta esa norma y, además de ahorrar dinero en tinta, evitarás sorpresas indeseadas.
4. Mantén tu sello impecable
Después de terminar de estampar, o cuando quieras cambiar de color, limpia el sello con una toallita húmeda de bebé o con un poco de agua y jabón suave. A continuación, sécalo con un trapo de algodón o con una toalla. Así lograrás mantenerlo impecable durante más tiempo y evitarás borrones y mezclas de colores.
5. Hazte con tu sello a tiempo
No lo dejes para el final, ni esperes a tener las invitaciones o las tarjetas para encargarlo. Seguro que si lo tienes a mano se te ocurren numerosos usos en los que ni siquiera habías pensado. Y es que te permitirá dejar tu huella personal en cada detalle de tu boda.
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