Además de los elementos cotidianos propios de la convivencia y el amor de una pareja, entre las ventajas del matrimonio destacan numerosos beneficios legales
Casarse es mucho más que un vestido blanco, un anillo en el dedo y una fiesta inolvidable. Sí, el amor es la razón principal, pero también hay una serie de beneficios legales del matrimonio que pueden marcar una gran diferencia en tu vida. Hoy hablamos de tú a tú: si estás pensando en dar el “sí, quiero”, hay algunas cosas que deberías saber. Porque casarse también es protegerte, asegurar tu futuro y construir con cabeza. Vamos a descubrir por qué casarse no solo es bonito, también es inteligente.

Derechos como cónyuges: protección mutua garantizada y ventajas legales del matrimonio
Uno de los grandes regalos del matrimonio —además de la posibilidad de compartir la vida con la persona que amas— es el respaldo legal que se activa en cuanto firmas el acta matrimonial. Los derechos legales de los cónyuges no son solo palabras bonitas: hablamos de seguridad, de apoyo y de protección real.
En caso de enfermedad, el matrimonio te permite tomar decisiones médicas por tu pareja. Si hay una emergencia, estarás autorizada para estar ahí, sin trabas. También existe el privilegio marital, lo que significa que no puedes ser obligada a testificar contra tu cónyuge. Y si hablamos de economía, el régimen de bienes gananciales establece que todo lo que se adquiere durante el matrimonio es de ambos. ¿Prefieres gestionar por separado? Siempre podéis optar por separación de bienes, sin problema.

Y si en el futuro decidís tener hijos, el matrimonio os ofrece un marco legal sólido y claro para la crianza. Los derechos y deberes están bien definidos desde el minuto uno, tanto en lo económico como en lo personal. Aunque en España los hijos tienen los mismos derechos nazcan dentro o fuera del matrimonio, lo cierto es que el matrimonio simplifica muchas gestiones legales relacionadas con la custodia o incluso el acceso a ayudas por familia numerosa.
Además, casarse os permite planificar con previsión y proteger a vuestros hijos. Si algún día la vida se complica —porque nadie está libre de eso desgraciadamente—, el matrimonio protege a quien queda. Si tenéis hijos, el cónyuge que se quede con ellos no solo podrá seguir cuidándolos sin obstáculos, sino que también tendrá acceso directo a la pensión de viudedad y a los derechos de herencia, lo que ayuda a mantener la estabilidad del hogar y el bienestar de los peques. Porque cuando todo cambia, lo último que necesitas es preocuparte por trámites o incertidumbres legales.
Incluso en lo cotidiano, casarse conlleva ventajas prácticas: acceso a seguros conjuntos, posibilidad de compartir cobertura sanitaria o beneficios laborales como los famosos 15 días de permiso por matrimonio. Un pequeño gran extra para arrancar esa luna de miel con buen pie.

Ventajas legales del matrimonio que marcan la diferencia
El deseo de convivir con la persona que amas, legalizar la situación y formar una familia es el sueño de muchas parejas. De hecho, muchos estudios confirman que el matrimonio es algo positivo para todo el mundo y además, ofrece numerosas ventajas que te ayudarán a dar el paso. Por un lado, entre todas las ventajas del matrimonio, decir adiós a la soledad es una de ellas. Aunque todo el mundo necesita momentos a solas en situaciones determinadas, estar en compañía también es necesario. Contraer matrimonio con la persona que amas hará que os unáis para siempre y compartáis la mayoría de vuestro día a día juntos.

Aquí es donde el matrimonio también se vuelve muy estratégico y donde vemos las verdaderas ventajas legales del matrimonio. Porque sí, el amor no se mide en números… pero los números ayudan. Casarse puede suponer un ahorro fiscal importante, sobre todo si tenéis hijos o uno de los dos no tiene ingresos regulares.
Una de las ventajas más comentadas es la posibilidad de hacer la declaración conjunta IRPF, una herramienta que puede beneficiar fiscalmente a muchos matrimonios. Además, si tenéis familia numerosa o sois padres recientes, podréis acceder a deducciones como la de maternidad o por hijos a cargo.

Asimismo, casarse ofrece una estabilidad emocional y física muy importante. Una de las promesas que los novios hacen en el altar es acompañarse en la salud y en la enfermedad, algo que todo el mundo necesita. Una de las ventajas que aporta el matrimonio es que siempre podrás contar con tu pareja y sentirte más segura o seguro físicamente y también emocionalmente. Y de su mano, llega la felicidad. Esto no quiere decir que si no te casas seas infeliz, sino que las experiencias que se viven en pareja te hacen feliz. El formar una familia con hijos también aporta alegría. No obstante, sabemos que muchas parejas prefieren no tener hijos y son igual de felices que una pareja con niños.
En resumen: las ventajas legales del matrimonio existen, son muy reales y pueden marcar una diferencia notable en el día a día y en el futuro. Pero más allá de los números y los papeles, casarse también significa tener a alguien con quien compartir la vida, construir sueños en común y sostenerse mutuamente cuando toque atravesar tormentas. Porque sí, el amor no necesita un contrato… pero tenerlo puede hacerte sentir aún más fuerte, más acompañada y más en paz.
Herencias, pensiones y seguridad jurídica
Lo sabemos: no es un tema romántico, pero sí es fundamental. Las ventajas legales del matrimonio ofrecen una protección jurídica potente ante situaciones delicadas como una pérdida. Hablemos claro: en caso de fallecimiento de uno de los dos, el otro no se queda desamparado.
Gracias al vínculo legal, el cónyuge tiene acceso a la pensión de viudedad sin necesidad de demostrar dependencia económica. Además, el matrimonio y herencia van de la mano: si hay hijos, te corresponderá un tercio de la herencia; si no los hay, podrías recibir hasta la totalidad. Así funcionan los derechos del cónyuge en caso de fallecimiento. Aquí te dejamos algunos consejos de la mano de Cuervo Alfageme Abogados:
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Y esto no es todo. Estar casada también facilita trámites tan importantes como la nacionalidad (en el caso de matrimonios con ciudadanos extranjeros) o la compra-venta de inmuebles como una casa. En definitiva, casarse no solo es unir vidas; es blindar el futuro.
Matrimonio vs. pareja de hecho: qué cambia realmente
¿Y si decido no casarme? Buena pregunta. Muchas parejas optan por hacerse pareja de hecho. Pero, ojo: las diferencias entre pareja de hecho y matrimonio son más importantes de lo que parece.
Aunque hay ciertos avances en equiparar derechos, lo cierto es que la protección legal en pareja no es la misma y no tiene las mismas ventajas legales del matrimonio. Por ejemplo: en muchas comunidades, si no estás casada, no puedes optar a la pensión de viudedad salvo que cumplas ciertos requisitos adicionales. Tampoco tienes automáticamente los mismos derechos en cuanto a herencia, salvo que se haya hecho testamento expreso. Y no podrás acceder a todos los beneficios fiscales como la declaración conjunta IRPF.
Además, la gestión de bienes en una pareja de hecho puede ser mucho más complicada en caso de ruptura o fallecimiento. En cambio, el matrimonio ofrece un marco legal mucho más claro, previsible y seguro.

Casarse sigue siendo una decisión profundamente personal. No es mejor ni peor que cualquier otro tipo de unión, pero sí conlleva ciertas ventajas que deberías tener en cuenta antes de decidir. Los beneficios legales del matrimonio son una red que te protege cuando más lo necesitas. Amor sí, por supuesto. Pero también información, seguridad y visión de futuro. Porque el “sí, quiero” también puede ser un “sí, me (nos) cuido”.
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