Hay detalles que no brillan por su tamaño ni por su valor económico, sino por el significado que guardan. Muchas novias eligen auténticos tesoros familiares que tienen un gran peso en su look nupcial
En la organización de una boda, todo se cuida al milímetro. No solo es importante la decoración o la elección del banquete o el vestido. Los complementos que acompañan a la novia (o al novio) también pueden llegar a ser un quebradero de cabeza. Los accesorios pueden completar y sumar o arruinar por completo el resultado si no se eligen bien. Muchas veces las joyas de las novias pasan desapercibidas, sin embargo, estas pueden ser muy importantes para las novias, sobre todo si hay una historia detrás de ellas.
Las novias suelen apostar por piezas delicadas, elegantes, que combinen a la perfección con su estilismo nupcial y que realcen el conjunto sin robar protagonismo. Pendientes de perlas, gargantillas brillantes, coronas vintage, pulseras…. Pero entre todas estas opciones tan habituales, hay una que resalta: las joyas familiares, aquellas que se prestan para la boda o se heredan y que guardan una gran carga emocional.
Algo viejo o algo prestado
Muchas veces estas joyas tan importantes para las novias cumplen con la tradición nupcial de llevar “algo viejo o algo prestado”. En muchas ocasiones esto lo cumple una joya y no es casualidad. Las joyas tienen la capacidad de perdurar en el tiempo, de pasar de generación en generación contando las historias de muchas familias. Cada pieza puede guardar secretos, grabados especiales, lágrimas y momentos compartidos.
Usar una joya familiar en el día de la boda no solo es un gesto de cariño o tradición, también de llevar contigo a las personas que forman parte de tu historia y de tu familia. Puede ser un anillo de compromiso que perteneció a tu tatarabuela, una pulsera que llevó tu madre el día de su boda o unos pendientes antiguos que tu abuelo regaló a tu abuela durante su noviazgo. Más allá de lo estético, estas joyas están cargadas de sentimentalismo y de memoria. Una forma muy bonita de homenajear a tus antepasados.
Las piezas que las novias eligen
Una de las piezas que más escogen las novias son los anillos vintage. No siempre se utilizan como alianza, pero sí como un anillo simbólico para acompañar durante la ceremonia. Si es muy antiguo o está estropeado, en muchas ocasiones, se adapta al estilo de la novia manteniendo la esencia de la pieza. Muchas novias también eligen fundir joyas viejas para crear otras nuevas guardando ese significado tan importante.
También es muy común que la novia lleve un broche, que puede colocarse para sujetar el velo o la mantilla o incluso el ramo de novia. Son pequeños detalles que no siempre son visibles pero que llenan de energía y emoción a la protagonista del día.
Gargantillas antiguas o colgantes con medallón, una de las piezas que más destacan y que más valor guardan, sobre todo si en su interior tiene una fotografía de los antepasados de la novia. Otro ejemplo que parece sacado de otra época y que muchas eligen es un camafeo, una joya que parecerá sacada de una película en blanco y negro.
Pero no todos estos tesoros tienen que ser joyas al uso. En muchas ocasiones, lo más especial no es el oro o la plata. Hay telas bordadas a mano, encajes antiguos que pertenecieron a vestidos de novia del pasado y que ahora se pueden incorporar en tu propio diseño como una manga, un velo o pegada en el forro del vestido. También se pueden coser botones antiguos o llevar un pequeño retal familiar escondido entre la ropa a modo de amuleto.
Estos detalles tan especiales conectan a la novia con su historia. Y sí, los novios también pueden llevar una de estas piezas: un reloj, una pulsera o un pañuelo que haya pertenecido a alguien importante. Una forma de rendir homenaje a una persona especial que ya vivió ese momento y ahora acompaña simbólicamente tu camino.
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