miércoles, 4 de julio de 2018

Celebrar la boda en día festivo, ¿sí o no?

by Unknown on julio 04, 2018

Sí, se puede. Según profesionales del sector, celebrar la boda en día festivo tiene ventajas y desventajas.

Aunque el día más elegido para celebrar la boda es el sábado, hay quienes prefieren casarse otros días de la semana. Por si no os lo habéis planteado nunca, en la redacción de esta revista nos hemos puesto en contacto con profesionales del sector para recopilar los pros y los contras de organizar una boda en día festivo –o en vacaciones–.

Celebrar la boda en día festivo

Pros

1. Celebrar la boda en día festivo os permitirá maximizar el tiempo con vuestros seres queridos.

2. Facilitará el desplazamiento de los invitados que no residan en la misma ciudad.

3. Podréis organizar una fiesta preboda o una reunión postboda. “Si se hace bien, una celebración de fin de semana festivo dejará una huella imborrable en la memoria de cualquiera“, asegura Lisa, wedding planner de Pleasant Events.

Contras

1.Una boda en día festivo es más complicada de coordinar: la ceremonia, el lugar, los proveedores, los invitados, peluqueros, fotógrafos… Tendréis que planificarlo todo al milímetro.

2. Será necesario comprobar si hay eventos locales, como desfiles, fuegos artificiales o conciertos, que se llevarán a cabo cerca, para que podáis organizar todo sin problema y avisar con antelación a los invitados.

3. Si os casáis en festivo, debéis enviar las invitaciones con mucha antelación para que los asistentes puedan reservar con tiempo el hotel o los billetes de avión, tren, etc. ya que estás fechas los precios suelen dispararse. También para que no hagan otros planes que no sea vuestra boda durante esos días.

4. Aseguraros de que los proveedores de vuestra boda estarán disponibles para cualquier imprevisto aunque sea día festivo –esto es muy importante–.

¿Conclusión? Si lo que deseáis es una celebración que dure varios días, según recomiendan los profesionales del sector, la opción más adecuada son los días festivos. No es lo más común, pero puede organizarse a la perfección –aunque muchos piensen que no es posible–.