El velo puede transformar el look nupcial por completo, convirtiéndolo en el detalle más especial del gran día
El velo de novia es, sin duda, uno de los complementos más icónicos del universo nupcial. Su historia se remonta a tiempos antiguos, cuando simbolizaba la pureza, la modestia e incluso la protección contra los malos espíritus. Con el paso de los siglos, este accesorio se mantuvo como parte de la tradición, convirtiéndose en un emblema de ritual de casarse. Sin embargo, hoy en día, más allá del simbolismo, muchas novias lo eligen por estética. El velo es capaz de otorgar movimiento y de llenar de elegancia el look.

Lejos del clásico velo de tul, los diseñadores de novias han explorado nuevas formas de expresión. Entre estas versiones han aparecido los velos con flores bordadas. Piezas llenas de delicadeza que aportarán un toque muy romántico a quienes buscan diferenciarse. Las flores bordadas evocan naturaleza, frescura y feminidad, aportando una textura artesanal que no pasará desapercibida.
Velos con flores bordadas
Los velos con flores bordadas se han convertido en una auténtica declaración de estilo dentro del universo nupcial. Lejos de ser un simple accesorio, las flores convierten el velo en algo único y muy personal. Y lo mejor de todo es que hay mil formas de llevarlos, adaptándose al estilo de cada novia.
Si eres de las que sueñan con un aire clásico y elegante, los velos de tul con flores bordadas en blanco o marfil son perfectos. Son sencillos, delicados y tienen ese punto atemporal que nunca pasará de moda. Para las novias más bohemias o de estilo campestre, estos velos pueden ir acompañados con algo de color. Rosas empolvados, verdes, lavandas perfectos para bodas al aire libre.
Las flores en relieve se convierten en protagonistas absolutas del look, logrando ese efecto “wow” que todas buscamos con nuestra entrada. Además, no pasa nada si buscas un velo más largo o más corto porque las flores se adaptan a cualquier tipo de velo. Lo bonito de los velos con flores es que hay muchísimas formas de llevarlos. No se trata solo de poner unas cuantas flores aquí y allá. Podrás encontrarlos de varias formas:

– Flores a lo largo de toda la tela
Este estilo es perfecto si buscas un velo muy llamativo y especial. Imagínate caminar hacia el altar envuelta en un manto lleno de flores bordadas, como si estuvieras en medio de un mágico jardín. Ideal para novias que no tienen miedo a brillar y quieren que su velo sea el total protagonista del look. Este tipo de velos solo se recomiendan si se va a llevar un vestido sencillo y de cortes limpios. Si tu vestido ya cuenta con brillos, detalles en 3D y flores, mejor opta por un velo de tul porque puedes caer en el error de sobrecargar el look.
– Flores en la mitad del velo
Aquí el bordado se concentra en la zona media, creando un efecto visual cuando el velo cae sobre los hombros o en la espalda. Es una opción delicada pero con personalidad que aporta volumen sin recargar demasiado.

– Flores en las puntas
Quizás una de las opciones más románticas y elegidas sea esta. Al llevar los bordados solo en los bordes o al final del velo, se consigue un toque elegante y sofisticado que se descubre poco a poco mientras caminas. Además, el contraste con el tul liso hará que el resultado quede ligero y etéreo.
El velo no es solo un accesorio, como cualquier complemento es capaz de reflejar la esencia de cada novia y cuando está bordado con flores, se convierte en un símbolo de romanticismo y autenticidad.
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Fuente Lucia Se Casa https://ift.tt/JNCpHmU
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