Hay algo que todas las novias tienen claro: su boda va a estar llena de momentos únicos, de abrazos, de miradas cómplices y de risas que merecen ser inmortalizadas.
Pero, entre todas las instantáneas del gran día, hay una que nunca falla: la foto de grupo. Esa imagen en la que aparecen tus amigas de toda la vida, tu familia, tu nuevo clan político y, cómo no, tus compañeros de trabajo que lo dan todo en la pista de baile.
El problema es que, en muchas ocasiones, esas fotos terminan siendo un caos: gente cortada, caras escondidas, posturas incómodas o un exceso de brazos cruzados. ¿Cómo evitarlo? Hoy en Lucía Se Casa te contamos el truco definitivo para que las fotos de grupo queden siempre perfectas.

Spoiler: la clave está en la colocación
Lo más importante para lograr una foto de grupo espectacular no es ni el filtro ni el fotógrafo (aunque eso ayuda, claro), sino la manera en que se colocan los invitados. Y aquí viene el truco: piensa en tu foto de grupo como si fuera una portada de revista. Sí, igual que en esas imágenes de moda que parecen casuales pero están cuidadosamente orquestadas.
La regla de oro es crear diferentes niveles de altura. Nada de una fila plana y aburrida en la que todos aparecen con la misma pose. La idea es jugar con la disposición para que la imagen tenga dinamismo y fluidez.

¿Cómo se consigue?
Sabemos lo que estás pensando: suena muy fácil decir que una foto de grupo tiene que salir perfecta, pero ¿cómo se logra en la práctica, cuando hay 20, 30 o incluso más personas queriendo aparecer en la misma imagen? La clave está en la organización y en esos pequeños trucos de colocación que marcan la diferencia entre una foto caótica y una digna de enmarcar
Que nadie tape a nadie. Parece obvio, pero en la práctica suele ser el fallo número uno. Lo mejor es organizar la foto en tres planos:
- Primera fila: los más bajitos o quienes se sientan en el suelo o en sillas.
- Segunda fila: personas de pie, ligeramente ladeadas.
- Tercera fila: los más altos, subidos en un escalón, banco o incluso detrás de una barandilla.
El “efecto uve”. Funciona muy bien en bodas: coloca a los invitados formando una ligera V, con los novios en el centro. Visualmente es muy favorecedor porque atrae la mirada hacia ti y tu pareja, que sois los protagonistas.
El truco de las diagonales. Si el grupo es grande, pide al fotógrafo que organice a la gente en líneas diagonales en lugar de rectas. Así se evitan los huecos raros y la foto se ve más natural.

Poses que funcionan (y las que no)
La pose rígida de brazos pegados al cuerpo y sonrisa forzada está prohibidísima. Lo ideal es buscar naturalidad dentro del orden:
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Brazos relajados, manos en bolsillos o cogiendo una copa.
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Un ligero giro de hombros hacia la persona de al lado.
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Sonrisas reales (nada de “patata”, mejor pensar en algo divertido).
Un truco infalible es que el fotógrafo cuente un chiste justo antes de disparar. Esa risa espontánea es oro para las fotos.

Los extras que marcan la diferencia
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El entorno. Evita fondos demasiado cargados. Un jardín, una fachada bonita o un arco floral son opciones perfectas.
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La luz. Las fotos de grupo suelen hacerse a plena luz del día. Pide que el fotógrafo coloque a la gente de espaldas al sol para que nadie frunza el ceño.
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Los colores. Si tienes un dress code, aquí es donde brilla. Una paleta armoniosa (tonos neutros, pasteles o incluso un guiño atrevido como el rojo) hará que la foto parezca sacada de Pinterest.
La regla de las 3 C: claridad, comodidad y complicidad
En LSC tenemos un mantra para las fotos de grupo: claridad (que todos se vean bien), comodidad (que nadie esté encajado a presión) y complicidad (esa chispa que se nota cuando el grupo está disfrutando).
Porque, al final, lo más bonito de estas fotos no es que estén perfectamente simétricas, sino que transmitan lo que de verdad importa: la alegría de tener a tu gente celebrando contigo.
यो पोस्ट Instagram मा हेर्नुहोस्
El secreto mejor guardado de los fotógrafos de boda
Para terminar, un bonus: muchos fotógrafos aplican lo que llaman la “técnica de disparo múltiple”. Consiste en hacer varias fotos seguidas en ráfaga en lugar de una sola. Así es casi imposible que alguien salga con los ojos cerrados o con cara rara. Entre esas tomas siempre hay una que es perfecta.

Así que ya lo sabes: el truco definitivo para unas fotos de grupo de 10 no está en la suerte ni en rezar para que todos sonrían a la vez, sino en organizar inteligentemente la colocación y dejar espacio para la naturalidad. El resultado: recuerdos preciosos, divertidos y, sobre todo, muy instagrameables.
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Fuente Lucia Se Casa https://ift.tt/dHyipYs
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