“Luis y yo nos conocimos por mediación de nuestros padres hace muchos años, que son amigos desde jóvenes. Veraneamos los dos en la costa de Granada, en La Herradura. Yo soy malagueña y él granadino. Una noche de verano, el 10 de agosto de 2019, Luis fue a Málaga a cenar con unos amigos y me llamó para invitarme junto a mi hermana Marta. Desde aquella noche, surgió el amor hasta darnos el ‘sí quiero’ más importante de nuestra vida”.
Una historia que empezó en una noche de verano de 2019, entre Málaga y La Herradura, y que culminó el pasado 31 de mayo de 2025 con un “sí quiero” que aún resuena en el corazón de todos los que estuvieron presentes. Fue, sin duda, una boda tan elegante como emotiva, y en la que cada detalle tenía un pedacito de su historia.
Sus padres eran amigos de toda la vida. Ellos, veraneantes de la misma costa andaluza, se cruzaron muchas veces… pero el destino tenía reservada su cita especial: una cena improvisada en Málaga, en pleno agosto, en la que María llegó acompañada de su hermana Marta. Esa noche lo cambió todo. Cuatro años después, se miraron frente al altar del Sagrado Corazón de Málaga, la iglesia favorita de la abuela Amalia, y supieron que aquel instante era el inicio de su gran aventura.
Dos vestidos, dos almas
María lo tuvo claro desde niña: un vestido elegante y romántico para la ceremonia, y otro cañero y sexy para la fiesta. Silvia Fernández supo leer su mente desde el primer encuentro, convirtiendo cada prueba en un momento mágico junto a su madre, su hermana y su abuela.
“Mis dos vestidos son diseños exclusivos de Silvia Fernández. Siempre tuve claro que quería uno elegante y romántico para la ceremonia, y otro cañero y sexy para la fiesta. Así soy yo.”
“Cuando conocí a Silvia tuvimos una conexión inmediata; captó mis ideas al segundo. Cada prueba fue mágica, junto a mi madre, mi hermana y mi abuela. Entrar en su atelier me daba tranquilidad y felicidad”.
“Llevé una tiara exclusiva de Charo López, regalo de mis dos mejores amigas, Erica y Adriana, diseñada con piezas de anticuarios. Era tan especial que parecía hecha para mí”.
Joyas con memoria
En sus orejas, los pendientes de rosetón de brillantes de su abuela Amalia, regalo de su abuelo Manolo. En su mano, el anillo de compromiso: esmeralda enmarcada por brillantes, símbolo de un “para siempre” que empezó mucho antes del altar.
“Opté por unos pendientes de rosetón de brillantes que fueron de mi abuela Amalia, regalo de mi abuelo Manolo. También llevé mi anillo de compromiso, una esmeralda rodeada de brillantes que me tiene enamorada”.
Las flores
Rando floral&events convirtió cada rincón en un reflejo de su esencia. El ramo: peonías blancas con romero y olivo, anudadas con un lazo rosa palo grabado en dorado con sus nombres y la fecha del día de sus sueños.
“Diseñé todas las flores junto a Rando floral&events. Mi ramo de peonías blancas con romero y olivo llevaba un lazo de terciopelo rosa palo con nuestras iniciales y la fecha grabada en dorado.
En el cóctel, tulipanes —mi flor favorita— y buganvilla, que simboliza la cofradía de mi familia. En la cena, un mar de hortensias, peonías, tulipanes y viburnum, que daban calidez y elegancia”.
Zapatos para soñar… y para bailar
De princesa para la ceremonia, doradas y cómodas Castañer Chiara para la fiesta. Porque sí, se puede ser glamourosa y bailar hasta el amanecer.
“Para la ceremonia quería algo elegante y clásico, pero con toque princesa. Me enamoré de ellos y, casualidad, quedaba la última unidad en mi talla. Para la fiesta opté por comodidad sin perder estilo: las cuñas Castañer Chiara en dorado”.
Maquillaje y peinado
“Me maquilló Marina Torres, amiga desde hace años. Siempre consigue un estilo elegante y natural. En el peinado confié en Bárbara Román: quería un recogido cómodo y juvenil, y optamos por uno en forma de caracola”.
El novio
Luis vistió un chaqué a medida de Bund Company con sus iniciales, zapatos Lottusse, gemelos de oro y un reloj de bolsillo regalo de sus abuelos por su 30 cumpleaños. Impecable.
La madrina y la madre de la novia
“Mi madre llevó un vestido de una atelier de Oviedo. Mi suegra, la madrina, lució un Huishan Zhang y mantilla de Mariana Barturen”.
La ceremonia
“Nos casamos en la Iglesia del Sagrado Corazón, en Málaga, la favorita de mi abuela Amalia. Fue un momento muy especial, sobre todo cuando llegué de la mano de mi padre y vi a Luis mirándome”.
Un cortijo para recordar
Tras la ceremonia, el Cortijo Curiel en Antequera se convirtió en escenario de un banquete rodeado de pinares y olivos. Invitaciones personalizadas con Anita Papers y detalles llenos de cariño: aceite de oliva en dos formatos para todos y pashminas beige para las invitadas.
La iluminación fue un capítulo aparte: un espacio bañado en la calidez de guirnaldas de luces y lámparas colgantes que creaban un ambiente mágico, íntimo y muy elegante.
Para que la velada fuera cómoda, colocaron zonas de descanso con sillones y butacas, ideales para charlar entre copa y copa.
Y, como guiño festivo, no faltaron los stands de champagne y cerveza, auténticos puntos de encuentro donde los invitados brindaban y celebraban hasta que la música llamó a la pista de baile.
La decoración floral también fue uno de los puntos fuertes de la celebración. Ramos y centros elaborados con flores de temporada, en tonos suaves y naturales, se combinaron con verdes frescos que daban sensación de frescura y elegancia.
Para animar la fiesta, los novios quisieron sorprender a todos con un toque único: un imitador de Michael Jackson que llenó la pista de baile de ritmo y energía.
El equipo soñado
Click10 fue el encargado de las fotos y vídeo. La Boda de Nicoletta, con Marta y Belén, hicieron que todo saliera perfecto.
“Teníamos clarísimo que queríamos contar con el equipo de Click10. Han conseguido captar cada momento y detalle de la boda. Gracias a ellos, podemos revivir la boda cada día.”
“Nuestras wedding planners ha sido el equipo de La Boda de Nicoletta, Marta y Belén. No solo nos ayudaron a coordinar la boda, consiguieron crear un recuerdo eterno. Gracias a su dedicación y profesionalidad, hicieron realidad uno de los mejores días de nuestras.”
Luna de miel
“Queríamos algo que nos representara: una semana en Zanzíbar para mí, de playa y relax, y otra de safari en Sudáfrica para Luis. Cenar bajo las estrellas en Zanzíbar y ver animales salvajes en Sudáfrica… África siempre quedará en nuestros corazones”.
Fue una boda que huele a peonías y buganvilla, con alma andaluza y recuerdos para toda la vida.
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Fuente Lucia Se Casa https://ift.tt/NzYIefo
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