Te han invitado a una boda, estás soltera y, por si fuera poco, no conoces a nadie. No te desesperes todo tiene solución. Si vas de boda, ¡atenta!
Te ha llegado la invitación a una boda pero hay un problema: solo conoces a uno de los novios. No tienes ni idea de quién son los demás invitados pero el compromiso que tienes con tu conocido es grande y la primera duda que te surge es: ¿Voy o no voy?
Lo primero que tienes que pensar si quieres acudir es plantearte si es mejor ir sola o acompañada de algún amigo o familiar con el que puedas sentirte más cómoda, con el que poder hablar (al menos el principio de la boda, ya que no conoces a nadie. Tan solo a uno de los novios). Pero si finalmente decides ir e ir sola, descubrirás que puede resultar muy divertido.
La primera toma de contacto con la boda será hablar con los novios. Pregúntales si van a hacer alguna comida o cena antes de la boda, en los días previos. Si tienen un plan debes ir para ir conociendo a los demás invitados. Si no tienen pensado nada, pregúntales si hay algún otro invitado en tu misma situación así podrás contactar con el/ella y no os sentiréis incómodos ninguno de los dos.
¿Cómo actúo durante la boda? Tienes que tener clara tu actitud. ¿Quieres que te vean como una invitada solitaria, aburrida o prefieres que te vean como una chica abierta, con ganas de conocer a gente y simpática? Muéstrate como tú eres pero no te cierres. Intenta integrarte con los demás invitados. El momento más complicado de todos los encontrarás durante el banquete. Seguramente, en la mesa en la que te han acomodado los novios, haya más personas que estén en tu misma situación. Pero…¿de qué hablo?
Lo primero que tienes que hacer es presentarte y dejar que la conversación fluya. Que no te de corte. Puedes preguntar de qué conocen a los novios, halagar el look, etcétera. Evita los temas que generen controversia como la política o el fútbol. Pregunta por el alojamiento, por cómo han llegado al lugar de la celebración… Luego también puedes hacer preguntas más personales como su lugar de trabajo, preguntar si les gusta viajar (ahí seguramente salgan anécdotas graciosas con las que romperás del todo el hielo)
Cuando llegues a la fiesta final seguro que habrá un ambiente muy distinto. Aprovecha y habla con tus nuevos amigos y amigas, acercaos a la barra y echad unos bailes. Saca tus dotes sociales y déjate llevar por la música. No hace falta que seas el alma de la fiesta pero demuestra que te sientes cómoda y segura. Conoce a gente nueva e interesante, ¿quién sabe si hay otro invitado esperándote para ser el amor de su vida?
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Fuente LuciaSeCasa http://bit.ly/2G2vm47
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