Los datos obtenidos tras encuestar a más de 1.000 personas casadas revelan que “el dinero no puede comprar tu amor”. Además, el materialismo es uno de los motivos principales del divorcios.
La canción “Can not Buy Me Love” de los Beatles defiende que el amor no se puede comprar. Esta reflexión ha sido y sigue siendo, uno de los temas más repetidos en las letras de artistas como Ella Fitzgerald, Shenandoah o Michael Buble.
En el mundo real, sin embargo, donde el dinero y el matrimonio se cruzan, una serie de estudios revelan que el materialismo en realidad está negativamente asociado con la satisfacción matrimonial. Un equipo de investigadores de la Universidad Brigham Young descubrieron el por qué y publicaron sus hallazgos en un informe reciente en el ‘Journal of Family and Economic Issues’.
“El dinero no puede comprar tu amor”
Los autores del estudio sometieron a encuestas a 1.310 personas casadas para medir el materialismo, la percepción de la importancia del matrimonio y la satisfacción marital. Cada participante calificó cuán estuvieron de acuerdo o en desacuerdo con afirmaciones tales como: “Tener cosas buenas hoy es más importante para mí que ahorrar para el futuro” ó “Estar casado es una de las dos cosas más importantes de la vida“. También “Lo satisfechos que sintieron con, por ejemplo, el amor que experimentaron“.
Según los hallazgos, los investigadores encontraron que “asignarle un alto valor al dinero se asocia con una menor valoración del matrimonio, que a su vez se relaciona con una menor satisfacción matrimonial“. En otras palabras, si la pareja prefiere hablar sobre el último producto que acaban de comprar o de las próximas vacaciones en una isla en lugar de abordar preocupaciones de que no se pasa mucho tiempo juntos, eso podría ser una señal de alerta.
Una explicación para este fenómeno, según los expertos: “Es que el materialismo excluye otras prioridades de la vida y crea una escasez de tiempo para otras prioridades, como dar tiempo a los procesos de relación como la comunicación, la resolución de conflictos y la intimidad. En resumen, a medida que se prioriza la búsqueda del dinero y de las posesiones mundanas, otras dimensiones de la vida se desdibujan necesariamente “. También señalan que las investigaciones anteriores encontraron una correlación entre ser materialista y ser egoísta, y se necesitan dos personas para que el matrimonio prospere.
Ashley LeBaron es la autora principal del estudio y afirmó en una entrevista a Brides: “Como humanos, tenemos una cantidad finita de tiempo, energía y atención. ¿Valoran a las personas / relaciones sobre el dinero / cosas, o al revés? En algún momento de tu matrimonio, la respuesta a esa pregunta va a importar“.
Prioridades
Una forma de medir los valores de la pareja es ver cómo priorizan estas diferentes áreas de la vida, continúa LeBaron: “Cuando se les da la opción entre quedarse hasta tarde en el trabajo e ir a cenar con sus padres, ¿qué es lo que eligen? Si accidentalmente derramas jugo de uva en su camisa favorita, ¿se enojan contigo? Estas pequeñas manifestaciones de sus prioridades pueden ser muy reveladoras “.
LeBaron agrega que el materialismo es solo un aspecto de las finanzas a tener en cuenta cuando estás decidiendo si quieres casarte con alguien. “Las actitudes y hábitos financieros de la pareja van a tener un impacto enorme en la relación, y esa es la razón por la cual el dinero es una de las principales causas de divorcio“. Continúa: “De hecho, el ingreso en sí mismo no predice fuertemente la felicidad matrimonial y el divorcio, pero la forma en que las parejas administran su dinero es muy predictivo de los resultados maritales. ¡Así que prestad atención a cómo administráis el dinero!“.
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