El reportaje fotográfico de una boda es una de las partidas más importantes: os podéis esmerar en conseguir una decoración muy romántica, rincones llenos de encanto y mil y una ideas originales para que vuestra boda no pase desapercibida y tenga vuestro sello personal, pero si no contáis con un buen equipo de fotógrafos que plasme con su cámara aquellos instantes, finalmente éstos caerán en el olvido.
Es importante que tengáis en cuenta qué fotos son las imprescindibles. Para ello es necesario contar con los consejos de los mejores profesionales y a continuación son ellos los que detallan qué no debe faltar en tu reportaje de boda.
Apuntan desde MustFotografía que las imágenes imprescindibles se corresponden a aquellos momentos mágicos que pasan desapercibidos y que hay que saber captar: una caricia, una lágrima de emoción… “Estos momentos confieren al reportaje sentimientos y emociones, ayudando a crear un trabajo imborrable en el tiempo” señalan.
Además, es recomendable evitar fotografías “conscientes”, es decir, los protagonistas nunca deben saber que una foto va a ser tomada, puesto que se perderá frescura y naturalidad, lo cual se traducirá en un reportaje con falta de carisma y personalidad.
Comenzando por el principio, durante los preparativos es importante disponer de alguna fotografía mientras os vestís, algún detalle del vestido, el maquillaje e incluso de la familia emocionada mientras os arregláis. También se puede aprovechar este momento para pedir al fotógrafo que tome alguna instantánea del ramo y de los anillos, así como de los pequeños detalles por si se olvida con los nervios.
Patricia y Carlos, los profesionales que están detrás de los objetivos de Carlos Aragón Fotografía explican que son necesarias imágenes como las del vestido de la novia y del novio, la entrada de la novia a la ceremonia, momento anillos… “Pero, sobre todo, son necesarias las de todos aquellos momentos donde haya emociones, porque son aquellos que al producirnos un sentimiento especial queremos recordar”, recuerdan.
Recordad que la misión de las fotos de la boda es contar la historia en forma gráfica de todo lo que aconteció ese día y todos los detalles cuentan. Por ejemplo, LAB Studio, una empresa de fotografía y vídeo de bodas con base en Madrid y Buenos Aires, es la elección perfecta. Sus trabajos tienen un estilo natural y espontáneo, diferente y original. Cuentan con un equipo de jóvenes fotógrafos y videógrafos, llenos de talento, con gran formación técnica y artística, que realizan reportajes de boda llenos de sentimientos y que generan sensaciones. Un estilo fotoperiodístico con un toque artístico único.
Para que el vídeo de tu boda resulte una pieza personal e íntima les gusta grabar y fotografiar todo el proceso de la boda de una manera natural y espontánea, cubriendo los acontecimientos de manera discreta y sin interrumpir el desarrollo del evento. Para este equipo los protagonistas indudables son los novios por lo que realizarán su trabajo sin interferir en el transcurso de tu boda.
Durante la ceremonia, no pueden olvidarse imágenes del intercambio de anillos, los familiares leyendo emocionados, la foto del beso y el momento pétalos y arroz. Tras la ceremonia debéis hacer una serie de fotos de pareja, alguna divertida, romántica y otra clásica serán los básicos.
Kurry Fotógrafo es un fotógrafo de segunda generación que comenzó con la fotografía a los 14 años. La experiencia de más de 25 años en la fotografía para bodas, el estar pendiente siempre de las últimas tendencias, su trayectoria y sus ganas de hacer bien las cosas avalan su extraordinario trabajo fotográfico. Su estilo fotográfico es fresco, limpio, perfeccionista, con composiciones perfectas en sus imágenes. Su trayectoria profesional, las ganas de que todo salga perfecto y que os sintáis cómodos delante de una cámara, son sus puntos fuertes a la hora de demostrar un buen trabajo, natural y con una postproducción exquisita.
Manu Amarya creará las mejores fotografías cargadas de emoción, plasmando uno de los mejores recuerdos de vuestra vida. Se trata de un profesional especializado en fotografía de boda. Aunque reside en Málaga y Córdoba se desplaza a cualquier lugar en el que haya un pareja de novios de la que haya que contar la historia del día de su boda. La fotografía siempre ha sido su pasión y por ella cambió su trabajo en una oficina para dedicarse a lo que realmente le apasiona. Para Manu una de las cuestiones más importantes como fotógrafo de boda es crear un ambiente de confianza con la pareja para que puedan expresarse libremente ante la cámara, sin ataduras y perdiendo ese miedo estar delante del objetivo. Su estilo muy personal y es el sello que marca la diferencia en sus impresionantes fotografías.
Recordad que vosotros sois los anfitriones y es importante que estéis gran parte del cóctel con vuestros invitados. Este es el momento idóneo para hacer fotos de grupo y para que no os olvidéis he aquí los grupos más comunes: los familiares de la novia, los del novio, amigos comunes, padrinos y pajes y, luego, amigos de la facultad, colegio o pandilla.
Una vez comenzado el banquete, estaréis más relajados y llegarán multitud de momentos divertidos y miradas cómplices entre vuestros familiares, amigos y entre vosotros mismos. Las fotos más importantes serán las de la entrega del ramo, entrega de detalles y algún discurso; y como broche final, no podéis olvidar de las divertidas fotos de la fiesta y, cómo no, de vuestro baile nupcial.
Como señalan desde el estudio Carlos Aragón las razones por las que hay que contar con un buen fotógrafo en una boda están claras: experiencia, capacidad de improvisación, el buen fotógrafo llevará un buen equipo y será el encargado de dejar el mejor recuerdo de tu boda.
Si necesitas saber más información para el día de tu boda, puede que te interese de fotógrafos para bodas en Madrid o fotógrafos para bodas en Barcelona.
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