La historia de amor de Elisa y Pablo es digna de un guion romántico. Hoy os contamos cómo fue su gran día.
Elisa y Pablo se conocieron en Manchester en 2019, una noche de verano que cambió sus vidas para siempre. Él había llegado para estudiar un máster y decidió quedarse en Reino Unido por trabajo. Elisa, tras acabar la universidad, se mudó para buscar su camino. Una conexión inmediata los unió pero ambos sabían que pronto se enfrentarían a la distancia: Elisa encontró trabajo en Madrid y tenía un mes para despedirse de su vida en Inglaterra, aunque ese mes resultó ser el comienzo de una intensa cuenta atrás que los llevaría hasta el altar cinco años después.
A lo largo de su relación, la pareja vivió momentos clave como el regreso de Pablo a España en plena pandemia, uniendo sus caminos de forma definitiva. No obstante, la pedida fue un momento mágico que selló su destino. En enero de 2023, en Punta Cana, Pablo, sin que Elisa lo supiera, había planeado una propuesta de ensueño. En la Noche de Reyes, durante una cena romántica en la playa, él le hizo la gran pregunta dejando claro que sus vidas estaban destinadas a unirse.
Elisa y Pablo, los novios
El look de los novios fue un claro reflejo de sus personalidades. ¡Los dos iban guapísimos!
- El vestido de novia
Elisa se alejó de los clásicos vestidos de princesa y eligió un diseño sencillo pero elegante de Rosa Clará, con manga francesa, espalda descubierta y un delicado nudo en la cintura, dejando atrás detalles como la pedrería o el encaje.
- Las joyas
Elisa fue una novia sutil en cuanto a joyas. Las que lució ese día pertenecían a Joyerías Suarez.
- Complementos
Completó su look con un velo prestado de su cuñada, así cumplió con el “algo prestado” que debe llevar la novia en su gran día.
- Los zapatos
Elisa hizo un guiño a la icónica Carrie Bradshaw con unos zapatos azules que se convirtieron en el hilo conductor del color de la boda. Un modelo de miMAO Style.
Desde los chalecos de los testigos hasta los accesorios de la novia, el azul fue tono protagonista.
- Las flores
Las flores se convirtieron en uno de los elementos favoritos de los novios. Contaron con la ayuda de La Señora Flores y transformaron la decoración tradicional en una explosión de pampas y delfiniums azules, tanto en la iglesia como para la zona de la celebración.
El ramo de Marta fue una obra de arte de flores preservadas, con flores originales como la avena loca y glicia. Sin duda, un ramo que impresionó a todos.
- Maquillaje y peinado
Elisa eligió un maquillaje de lo más natural y su peinado también fue de lo más sencillo: un moño bajo pulido que dejaba a la vista sus pendientes con piedra azul.
- El novio
Pablo, por su parte, confió en Enzo Romano para su traje. Vistió con un chaqué gris marengo, elegante y sobrio. Como complementos, zapatos de Jaime Valentín hechos a medida y reloj Hamilton, un regalo especial de la familia de la novia.
Ceremonia y celebración
La pareja se dio el “sí, quiero” el pasado 28 de septiembre, en Valladolid.
La ceremonia se llevó a cabo en la imponente iglesia de San Benito. Desde un principio ambos sabían que Valladolid sería el lugar donde celebrarían su amor y la elección de la iglesia fue la favorita desde el principio.
Para el banquete y la fiesta posterior, escogieron la Bodega Arzuaga, un lugar que no solo deslumbró por su belleza, sino que ofreció a los invitados, llegados de todos los rincones del mundo, Cuba, Miami, Madrid, Valencia y más, una experiencia única entre viñedos.
Tanto los invitados como los novios, degustaron exquisitos bocados que acompañaron de elegantes vinos que alegraron el paladar.
El toque rústico y elegante del entorno fue el completo perfecto para una celebración que combinó tradición y modernidad.
La boda no solo fue una celebración de su amor, sino un homenaje a sus raíces. Elisa, con familia cubana, siempre soñó con darle un toque cubano a su gran día y lo logró. El cóctel estuvo amenizado por un fantástico grupo de música cubana, el trío Yayabo, montado por el percusionista Rafita, quien reunió a músicos para ofrecer un espectáculo que encantó a todos los invitados.
Para la hora de la fiesta, los novios querían algo más que una simple celebración. Querían que cada invitado fuera parte de un festival inolvidable. Para ello, contaron con el DJ Héctor Calderón, que no decepcionó, manteniendo la pista de baile llena y animada con cañones de confeti, disfraces y hasta un “megatron” que cerró una noche perfecta.
Para conseguir estas bonitas fotografías contaron con el trabajo de Andrea Design Pgotography. Un trabajo impecable.
Con un toque cubano, detalles elegantes y la magia de un destino vitivinícola, la boda de Elisa y Pablo fue un reflejo perfecto de su amor, de sus raíces y de su deseo de compartir su felicidad con quienes más quieren. Una celebración que, sin duda, todos los presentes recordarán siempre.
¡Qué vivan los novios!
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Fuente Lucia Se Casa https://ift.tt/fDNalV3
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