Hoy entrevistamos a Diego Vaca, de Mantones del Sur, empresa especializada en la recuperación y venta de velos de novia antiguos y mantones de Manila.
Diego Vaca es el alma mater de Mantones del Sur, tienda online dedicada a la venta de velos de novia antiguos bordados en diferentes tipos de encaje y mantones de Manila. Sus artículos, fruto de un apasionado trabajo de búsqueda por el mundo son piezas únicas. Auténticas joyas dignas de acompañar al vestido de novia o a un elegante traje de cóctel y de atesorarse en las familias, a fin de pasar de generación en generación.
Hoy le hemos pedido que nos hable de su empresa, única en nuestro país, y de la historia de sus velos de novia, que representan una de las tendencias más actuales en moda nupcial.
LucíaSeCasa – ¿Podrías explicarnos qué es exactamente Mantones del Sur y a qué os dedicáis?
Diego Vaca – Mantones del Sur nació con la idea de ofrecer textiles antiguos y de calidad a personas interesadas en el arte del bordado a través de velos de novias, mantones de Manila, mantillas, chales, paños, colchas, etc. Más que una marca, es un estilo de vida que recoge la tradición ancestral del bordado y del encaje, tanto en los velos (Bruselas, Chantilly, Needlerun, LimericK, Granadino) como en los distintos tipos de mantones (Imperio, Isabelino, de Chinerías, los de calabaza, los de espejos). Llevamos más de dos décadas recopilando textiles antiguos por todo el mundo, especialmente velos y mantones de Manila, y a partir de aquí nació con ilusión nuestra empresa.
Realizamos una constante búsqueda de piezas excepcionales, bien por su diseño a través del bordado, bien por su estado de conservación o bien por su técnica o temática, pero sobre todo por la belleza de cada una de las piezas.
LucíaSeCasa – ¿Cómo se os ocurrió emprender este negocio?
Diego Vaca – De manera casual, en Sevilla, a través de un mantón de Manila deteriorado y roto. Quisimos dar un nuevo uso a la parte que se podía salvar y un taller de trajes de flamenca nos ofreció cortarlo y hacer un mantoncillo de feria, con la peculiaridad de que, al ser antiguo, sería un complemento perfecto para el traje de flamenca de mi hija Lucía. Allí empezamos a gestar la idea de montar una página web donde poder enseñar y vender los textiles antiguos.
El caso de los velos de novia fue más curioso aún. La hija de una amiga se iba a casar y le estaba haciendo el vestido la diseñadora Inés Martin Alcalde. Nos pidió un par de velos para ver cuál quedaba mejor con el diseño, y le enviamos uno de Bruselas y otro de encaje francés muy largo. A partir de ahí tuvimos una cita hace apenas dos años con la propia diseñadora para mostrarle nuestros textiles para novias, y desde entonces empezamos a especializarnos en velos antiguos de novia y en otras piezas de encajes para la confección de trajes de novia. ¡Todo un reto!
LucíaSeCasa – ¿Cómo localizáis los velos de novia que comercializáis? ¿Puedes hablarnos de su procedencia y antigüedad?
Diego Vaca – Soy abogado ejerciente, al igual que mi esposa, y me especialicé en testamentarías. La zona de Cádiz, donde vivimos, tiene una peculiaridad en la forma de vivir y de entender nuestras tradiciones. Ciudades como Jerez de la Frontera, Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda, San Fernando y el mismo Cádiz han contado con una tradición de siglos en lo que se refiere a las antigüedades provenientes de las antiguas colonias, entre ellas los mantones de Manila y los encajes a través de mantillas y velos de novia.
Diego Vaca: «Lucir un velo de novia antiguo es lucir una joya, una obra de arte»»
El famoso Galeón de Manila que venía de Filipinas con especias, mantones, muebles y objetos decorativos para el mercado español y europeo, hizo que muchas familias vinculadas a la Armada Española, a sectores vinícolas y al comercio tuvieran verdaderos tesoros que constituían prendas sofisticadas del armario de la mujer.
El mantón de Manila o un velo antiguo supone en algunas ocasiones una joya que es cedida de generación en generación entre las mujeres de una misma familia.
Nuestra intención actualmente es contribuir a que se luzcan obras de arte que podrán transmitirse de generación en generación, dando una luz especial y un carácter único y original al vestido de novia o a un traje de cóctel. Todas las piezas que tenemos son antiguas, con más de un siglo de antigüedad, y tenemos una gran variedad de modelos del S. XIX y principios del XX (épocas Eduardiana y Art Deco).
LucíaSeCasa – ¿Sois únicos en vuestro negocio en España? ¿Tenéis muchos competidores a nivel nacional o internacional?
Diego Vaca – Estamos intentado especializarnos, tanto en los velos como en los mantones. El mercado no ofrece muchas oportunidades y, con la desaparición de muchos anticuarios, que generalmente solían tener algunas piezas que cubrían a la demanda, queremos ocupar el puesto o lugar en este sector, ofreciendo productos de calidad y a buenos precios.
En España generalmente ha existido mucha tradición con los mantones y con las mantillas, aunque eran las abuelas las que solían tener dichos textiles como verdaderas “joyas” que se usaban en ocasiones muy especiales. Ahora queremos ofrecerlos a una nueva generación, sobre todo buscando en los mantones determinadas cualidades, que sean ligeros, cómodos, sin peso, manejables y muy bien conservados.
Hoy es impensable usar un mantón de tres o cuatro kilos, por lo que nuestras piezas están seleccionadas en virtud de la antigüedad, época, belleza y sobre todo por su ligereza y poco peso. Queremos comodidad ante todo, y que puedan utilizarse de la manera tradicional, al hombro, como bufanda o, por qué no, como falda.
En cuanto a los velos, buscamos la artesanía de siglos pasados, con su buen hacer, ya que son piezas únicas que ahora no se pueden reproducir. Queremos que complementen a las novias en su gran día, y que puedan ser reutilizados en otras ocasiones como chales para fiestas o, como me dijo una clienta, que cuando fuera a bautizar a su hijo, lo envolvería en su velo de encaje de Bruselas como si fuera una toquilla de punto.
Internacionalmente, la mayoría de los especialistas se han retirado debido a su edad avanzada, y es un sector que no está cubierto. Es difícil encontrar un velo antiguo en perfectas condiciones y a buen precio. A veces su restauración es costosa y las entoladoras, las personas encargadas de su restauración, cobran por hora. Esto hace que no merezca la pena restaurar algunas piezas y entonces tratamos de sacar provecho al encaje para que pueda ser utilizado en trajes de novia o de cristianar.
LucíaSeCasa – ¿Cómo ha afectado la pandemia a vuestro negocio?
Diego Vaca – Pues como a todo el mundo. La actividad se paralizó, y las ferias y fiestas populares se suspendieron, afectando a muchos negocios vinculados con el sector. Lo mismo que las bodas. Muchas se han aplazado al año que viene, ya que muchas parejas quieren una celebración rodeados de familiares y amigos y, ante la incertidumbre, las prohibiciones y el miedo, han preferido posponer la suya de manera temporal. Aunque hay muchas parejas que han dado prioridad a la ceremonia religiosa o civil, y han preferido seguir adelante con pocos amigos y con los familiares imprescindibles.
En nuestro caso, se siguen vendiendo velos y mantillas para las novias, las madrinas y últimamente para el rito antiguo de la velación.
Pero lo importante es saber que esto es una situación excepcional y transitoria, y que pronto podremos volver a la normalidad y con muchas ganas de disfrutar. Se valorará más a nuestros mayores, a nuestros familiares y especialmente a los amigos, y será un verdadero tesoro poder reunirlos a todos para disfrutar de un día tan especial como es la boda de una pareja.
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