Se cumplen diez años desde que Victoria de Suecia y Daniel Westling se dijeron ‘sí, quiero’ en la Catedral de San Nicolás de Estocolmo.
El 19 de junio de 2010 la princesa Victoria de Suecia entraba agarrada del brazo de su padre, el rey Carlos Gustavo, para sellar su amor con Daniel Westling.
Diez años de la boda de Victoria de Suecia
La pareja mantenía una relación desde 2002. Daniel trabajaba como entrenador personal y la princesa Victoria de Suecia se puso en sus manos para estar en forma. Ocho años más tarde, ambos consolidaron su amor con una boda real.
Sin embargo, parece que el padre de Victoria de Suecia, el rey Carlos Gustavo, no aceptó en un primer momento esta relación. Fue en el año 2008, cuando Daniel se trasladó finalmente a un apartamento de Pagebyggnaden, el edifico donde vive el servicio que atiende a la Familia Real, cuando su progenitor apoyó a la pareja. Es posible que uno de los factores que condicionaran esta aceptación fuera la enfermedad que padecía Daniel, y es que el joven recibió un trasplante de riñón en el año 2009 y Westling tuvo que aclarar que no era una enfermedad hereditaria, sino congénita, que descubrieron sus médicos después de una caída.
La novia
Pär Engsheden fue el encargado de diseñar el vestido que lució Victoria de Suecia en su gran día. Fue una pieza totalmente personalizada de seda satinada en color crema, escote barco y manga corta. La princesa fue muy innovadora con su vestido y apostó por el escote en la espalda en forma de ‘V’ que tan de moda se pondría en años sucesivos. Además, el vestido de la royal acentuaba su cintura gracias a un fajín abotonado en la parte posterior. El velo que utilizó pertenece a la familia Bernadotte y data del siglo XIX. Realizado en delicado encaje, fue el mismo que su madre utilizó cuando se casó con el rey Carlos Gustavo.
En cuanto a la tiara, Victoria lució la llamada Tiara de los Camafeos, un diseño de oro, perlas y 7 camafeos. Una reliquia familiar que regaló Napoleón Bonaparte a su esposa Josefina y que se convirtió en herencia familiar.
Su momento más emotivo
Uno de los momentos de la boda de Victoria de Suecia y Daniel Westling fue el discurso del padre de la princesa antes de comenzar el banquete: ‘’Me gustaría expresarte mis felicitaciones por este día. Muchas gracias por el apoyo y el amor que me has mostrado un año más. Gracias a ti y a tu devoción veo el futuro con gran confianza y tranquilidad«. Daniel Westling también aprovechó el momento para dedicarle unas palabras a su ya esposa: «Me siento orgulloso de ser tu hombre y voy a hacer todo lo posible para seguir haciéndote feliz. Victoria, lo principal es el amor. Te quiero tanto.«
Victoria de Suecia, que siempre se muestra muy natural, no dudó en agradecer a todos los presentes su asistencia en su gran día: ‘’Queridos, queridos amigos: en primer lugar, quiero dar las gracias al pueblo sueco por haberme dado a mi príncipe«, declaraba la princesa al llegar al balcón del Palacio Real. «Nosotros, mi esposo y yo…«, corregía entre risas. «Estoy increíblemente feliz y muy agradecida de que muchos queráis estar aquí y celebrar con nosotros. Es una enorme experiencia. Este día es, hasta ahora, el más importante en nuestras vidas, y contar con vuestro apoyo significa más para nosotros de lo que podáis imaginar. Es algo increíble. Hoy es un día que llevaremos en nuestros corazones por el resto de nuestras vidas. Gracias».
Una boda que reunió a toda la realeza
Nadie quiso perderse esta boda. Monarcas de todo el mundo acudieron ese 19 de junio de 2010 a la Catedral de San Nicolás para contemplar el enlace entre la princesa de Suecia y Daniel Westling. Entre ellos, la que por aquel entonces era nuestra Princesa de Asturias. Doña Letizia asistió agarrada del brazo de su marido, el rey Felipe VI. Para ella fue su primera boda real y, como no podía ser de otra manera, desprendió elegancia y sofisticación con su look. La princesa Letizia optó por un vestido en tono rosa empolvado repleto de flores bordadas y manga corta firmado por el diseñador Felipe Varela, que se convertiría en el diseñador de referencia para la mayoría de sus outfits. Doña Letizia lució un moño adornado por una preciosa tiara floral.
Por su parte, la infanta Cristina asistió con un vestido de gasa de color verde de Lorenzo Caprile, de corte imperio y escote drapeado. Lo más característico de su look fue la tiara de Cartier, una pieza diseñada en 1907 para la reina Victoria Eugenia y que se convirtió en legado de la familia. El rey emérito, don Juan Carlos, la adquirió para regalársela a la reina Sofía y, en teoría, era una alhaja que solo las reinas podrían lucir. Además, la infanta Cristina asistió del brazo de Iñaki Urdangarín, el último gran evento al que acudirían juntos.
Sin embargo, el vestido mejor valorado de la boda de Victoria de Suecia fue el de la infanta Elena: un diseño de color fucsia en homenaje a España y a la tradición taurina que estaba representado por una torera de inspiración goyesca.
La reina Sofía optó por un precioso vestido de un color muy parecido al de doña Letizia. El diseño pertenecía a Valentino y estaba formado por una parte superior con un fruncido espectacular que se fundía en una falda de encaje floral.
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