El soft shimmer se ha convertido en la forma más elegante de iluminar la mirada. Un brillo suave y delicado que favorece a todas y que, además, queda impecable incluso bajo el temido flash
El soft shimmer es la opción perfecta para quienes quieren lucir un toque de luz en los ojos sin renunciar a la naturalidad. A diferencia del glitter tradicional, que suele ser más grueso, más llamativo y más evidente, este acabado apuesta por partículas ultrafinas que se funden con el párpado, aportando un destello sutil que ilumina sin robar protagonismo.
El resultado es fresco, elegante y muy favorecedor, tanto para novias como para invitadas, y especialmente pensado para aguantar cámaras, vídeos y flashes sin que el brillo sea excesivo. Conseguirlo es más fácil de lo que parece, aunque requiere cierta práctica. Lo primero que hay que hacer para lucirlo es conseguir una sombra satinada en tonos champán, dorado, rosado suave o incluso melocotón. Todos estos tonos combinan a la perfección con los tonos tierra. Se aplica sobre el párpado móvil con la yema del dedo o con una brocha plana, a toquecitos, para potenciar ese efecto luz. Después, se difumina suavemente el borde para integrarla con sombras mate en tonos neutros. Esto creará profundidad en tu mirada y suavidad en la transición.
Un truco infalible es aplicar una prebase o un corrector ligero antes de las sombras, así el shimmer se fijará mejor y durará intacto durante horas. Otra opción es añadir una capa de iluminador líquido en el centro del párpado antes de la sombra satinada, así se intensificará el brillo. Lo mejor de este efecto es que se adapta a cualquier estilo y a cualquier estilo de maquillaje, además es capaz de realzar los ojos de una forma muy sutil.
Cómo elegir el shimmer perfecto para tus fotos
Elegir el shimmer perfecto depende, sobre todo, de cómo quieras que sea tu mirada en las fotos. Las cámaras, especialmente con flash, tienden a aplanar el color y realzar cualquier punto de brillo demasiado grande, por eso, aportar por un brillo fino es clave para un resultado impecable. Los tonos champán y rosados suaves son los más versátiles porque aportan luz sin saturar, mientras que los dorados cálidos funcionan genial en pieles medias y bronceadas. Si buscas un acabado más sofisticado, los tonos satinados o los beiges luminosos pueden equilibrar el look y darle un punto elegante sin perder naturalidad.
La aplicación también influye mucho en el efecto final. Colocar el shimmer solo en el centro del párpado crea un punto de luz muy favorecedor. Aplicarlo en todo el párpado móvil suaviza la mirada y añadir un toque bajo el arco de la ceja o el lagrimal abrirá aún más tu mirada. Lo impportante es dosificar, pulir y difuminar para que el brillo se funda con la piel y no parezca “puesto encima” sin más.
Dónde colocar el soft shimmer
Como hemos dicho antes, el punto clave es el centro del párpado móvil. Ahí el shimmer atrapa la luz de manera natural y crea una sensación de amplitud que hace que los ojos parezcan más grandes y despiertos. Si buscas un look más romántico, puedes extenderlo suavemente hacia el lagrimal para aportar frescura. Si prefieres algo más sofisticado, combínalo con una sombra mate más oscura en la esquina exterior y lograrás un contraste suave pero favorecedor.
Otro lugar en lo que puedes incorporarlo es el arco de la ceja, aplicado en cantidades mínimas. Un toque ligero, casi imperceptible, que ayuda a levantar visualmente la ceja y dar un acabado pulido al maquillaje. Es importante no pasarse para evitar ese brillo excesivo que el flash puede exagerar. También puedes colocar un toque de shimmer en la línea inferior de pestañas, solo el tercio interior, para abrir aún más la mirada sin endurecerla.
El shimmer puede presentarse en distintos formatos, pero los más comunes y más usados para conseguir ese acabado suave que aguanta el flash son el polvo y el gel. Ambos funcionan, pero no se aplican igual ni ofrecen exactamente el mismo efecto. El shimmer en polvo es el más clásico y también el más sencillo de usar. Viene en sombras compactas o sueltas y se trabaja muy bien cuando quieres un brillo controlado.
Ver esta publicación en Instagram
El shimmer en gel tiene una textura ligera y húmeda que se seca rápido y deja un acabado más luminosos, casi como un brillo interno. El shimmer en polvo se aplica mejor en brocha, pero este es mejor aplicarlo con los dedos. Coge una pequeña cantidad, colócala en el centro del párpado y distribuye suavemente.
El soft shimmer, bien colocado, actúa como filtro que ilumina, suaviza y embellece sin que nadie note exactamente el truco. ¡Ahí está la magia de este efecto tan glow!
from Lucia Se Casa https://ift.tt/NRvke58
Fuente Lucia Se Casa https://ift.tt/NRvke58
No hay comentarios:
Publicar un comentario