Lo habías imaginado mil veces. Tal vez con velas, un viaje sorpresa, una rodilla en tierra y una frase digna de película. O quizá algo sencillo pero muy “vosotros”. Y, sin embargo, cuando llegó el momento… no fue así. Nada de música épica, cero fuegos artificiales emocionales. Puede que incluso te quedaras pensando: ¿ya está? Si estás asintiendo mientras lees esto, respira. No estás sola. Y, sobre todo, no pasa nada.
Vivimos rodeadas de pedidas de ensueño. Instagram, TikTok, amigas, primas, conocidas de conocidas. Todas parecen haber vivido el momento perfecto. Y sin quererlo, esa comparación se cuela en la cabeza y pone el listón en un lugar casi inalcanzable. Así que cuando tu pedida no encaja en ese molde, aparece una sensación incómoda: decepción mezclada con culpa. Porque claro, ¿cómo vas a estar decepcionada si te quiere, si hay anillo, si hay amor?
El peso de las expectativas (y de las redes sociales)
Vivimos rodeadas de pedidas espectaculares. Instagram, TikTok, Pinterest, amigas, primas, conocidas de conocidas. Todo parece diseñado para hacernos creer que hay una única forma “correcta” de pedir matrimonio. Y sin darte cuenta, esa idea se instala en tu cabeza y eleva las expectativas a un nivel casi imposible.
Así que cuando tu pedida no encaja en ese molde —no hubo discurso preparado, ni fotógrafo escondido, ni sorpresa milimétricamente planificada— aparece una sensación incómoda: decepción mezclada con culpa. Porque claro, ¿cómo vas a sentirte así si hay amor, compromiso y un anillo?
@julian_fotografo Pedida de mano
Hice esta sesión de fotos de compromiso y fue muy emocionante ver las reacciones de los novios. Aquí te dejo el video con las fotos de novios La novia no se esperaba esta sorpresa pero todo fue un éxito y obviamente dijo si @Erick Garcia ¿Que te parece el resultado de esta sesión de compromiso? #pedidademano #sesiondenovios #compromiso #engaged #engagement #anillodecompromiso
Sentir decepción no te hace mala novia
Vamos a dejar algo claro desde ya: tienes derecho a sentir lo que sientes. La pedida es un momento simbólico, cargado de ilusión, y reconocer que no fue como soñabas no te hace desagradecida, superficial ni menos enamorada. Te hace humana.
Muchas veces esa pequeña tristeza no tiene que ver con la falta de amor, sino con la diferencia entre lo que imaginabas y lo que ocurrió. Y negar esa emoción no la hace desaparecer; solo la esconde. Nombrarla, en cambio, te permite entenderla y soltarla.
No fue falta de amor, fue diferencia de expectativas
En la mayoría de los casos, cuando una pedida no cumple las expectativas, no es porque tu pareja no se haya esforzado o no te conozca. A veces es cuestión de nervios. Otras, de mala planificación. O simplemente de una idea distinta de lo que significa “un momento especial”.
Quizá él pensó que lo íntimo era mejor que lo espectacular. O que no te gustaban las sorpresas. O improvisó porque el amor, muchas veces, no sigue ningún guion. Entender esto no invalida lo que sientes, pero sí ayuda a ponerlo en contexto.
Aquí va un spoiler importante: la pedida no define la calidad de vuestra relación ni predice el futuro del matrimonio. No es un tráiler ni una promesa de lo que vendrá después.
Hay pedidas increíbles que terminan en historias que no funcionan. Y pedidas torpes, improvisadas o poco glamurosas que dan paso a relaciones sólidas, divertidas y profundamente honestas. Lo importante no es cómo empezó ese capítulo, sino cómo se escriben todos los demás.
¿Y cuando te preguntan cómo fue?
Si te preocupa qué vas a contar cuando alguien te pregunte cómo fue la pedida, recuerda esto: no tienes que justificar nada. Puedes contar la historia tal cual fue, con humor, con cariño o con una sonrisa cómplice. O puedes guardártela solo para ti. No todas las historias necesitan ser espectaculares para ser valiosas. A veces, lo auténtico conecta mucho más que lo perfecto.
Hablarlo también es una forma de quererse
Si sientes que te quedó una espinita clavada, hablarlo puede ser liberador. No desde el reproche, sino desde la honestidad. Decir “yo me imaginaba algo diferente” no borra lo que pasó, pero sí abre una puerta muy importante para el futuro: la de la comunicación real.
Muchas parejas descubren en esa conversación algo clave para la vida en común: cómo escuchar, cómo expresar expectativas y cómo crecer juntas.
La pedida no es el único momento mágico del camino. Vienen muchos más: las decisiones compartidas, las risas organizando la boda, los nervios antes del “sí, quiero”, los pequeños rituales que solo vosotros entenderéis.
Así que si tu pedida no fue de película, tranquila. Fue vuestra. Con sus imperfecciones, su contexto y su verdad. Y eso, aunque ahora no lo parezca, también tiene encanto.
Porque al final, el amor no siempre entra con fuegos artificiales, pero se queda en los pequeños gestos. Y créeme: eso es lo que realmente importa.
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Fuente Lucia Se Casa https://ift.tt/oPqAHvi
Hice esta sesión de fotos de compromiso y fue muy emocionante ver las reacciones de los novios. Aquí te dejo el video con las fotos de novios La novia no se esperaba esta sorpresa pero todo fue un éxito y obviamente dijo si @Erick Garcia ¿Que te parece el resultado de esta sesión de compromiso?
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