Hay lugares que no se recorren, se veneran. Lugares donde el tiempo parece haberse detenido para conservar solo lo esencial. Así es el Monasterio de Moreruela, en Zamora, un enclave de ruinas majestuosas y silencio sagrado que sirvió como telón de fondo para Vestigio, una editorial que busca emocionar desde lo contenido, lo poético y lo eterno.
Bajo la dirección creativa de Nerea Calzada, al frente de Tul y Seda, servicio de wedding planner con centro de operaciones en Valladolid y Castilla y León, esta producción nace como un homenaje a las historias que dejan huella, a la belleza que no se desgasta y al amor que se siente sin necesidad de alardes.
Con un enfoque estético que apuesta por la pureza visual, Vestigio se construyó con materiales nobles, una paleta suave y composiciones pensadas para integrarse con el entorno, no imponerse a él.

La propuesta se articula en torno a dos momentos diferenciados, que muestran distintas facetas de una misma historia. Para la ceremonia, la novia lució un vestido de líneas limpias, con una caída delicada y presencia serena, acompañado de un maquillaje y peinado natural que acentuaban la sobriedad elegante del conjunto acompañado de un tocado y pendientes acordes al estilo elegante que lucía.



En el segundo look, un conjunto de dos piezas con pedrería ofrecía una imagen más sofisticada y festiva, acompañada de un cambio de estilismo que aportaba frescura sin perder coherencia.


También el novio presentó esta dualidad estética. Lució un primer traje más solemne para la ceremonia.


Y se enfundó en un segundo modelo más relajado y contemporáneo para la celebración.

La papelería se cuidó con mimo, convirtiéndose en una extensión del propio relato visual.

Incluía un seating plan sencillo y elegante, junto con unos periódicos personalizados a modo de save the date, que añadían un guiño original sin romper el tono sobrio del conjunto.

La invitación, delicada y refinada, hablaba el mismo lenguaje: el de lo esencial bien hecho.

Entre los elementos más memorables de la editorial destaca la tarta nupcial, elaborada por Wendy Romero, de Natanatasweets, a partir de una inspiración muy especial: el propio vestido de la novia.

Sus texturas, la pedrería, las formas y tonalidades replicaban con sutileza los detalles del diseño nupcial, creando un diálogo silencioso entre moda y repostería que reforzaba la coherencia estética de toda la propuesta.

Su servicio de tartas nupciales y montaje de mesas dulces inolvidables está localizado en Valladolid, pero sirve todas sus especialidades en Castilla y León y alrededores.

La escena del brindis, con copas de cristal y champán, ofreció un instante de celebración íntima, ese en el que lo simbólico da paso a lo vivido. Una transición natural y emotiva que quedó reflejada en las imágenes de Luís Pizarro, fotógrafo con una mirada muy personal, capaz de captar lo intangible: atmósferas, gestos silenciosos, texturas y luces que dialogan con la emoción.

Su trabajo en Vestigio pone el foco en la sensibilidad de los detalles y en la armonía entre los protagonistas y el entorno, construyendo un álbum visual que no solo documenta, sino que también interpreta.



El lenguaje audiovisual lo completa Gregorio Castro, de Grecas Weddings, quien supo trasladar al movimiento el pulso pausado y contemplativo de la historia. Su vídeo es un retrato delicado del instante detenido, con una narrativa visual que huye de lo obvio para dejar espacio a la emoción sutil. La música, el ritmo, los silencios y la edición cuidadosa convierten cada escena en una prolongación de la atmósfera que envuelve al monasterio: solemne, íntima y poderosa.
La decoración floral, firmada por Diana Izquierdo da Silva, de Floristería Diana, fue otro de los pilares esenciales de esta editorial.

Diana trabajó con una sensibilidad exquisita, respetando la identidad del espacio y aportando un carácter silvestre y escultórico a cada arreglo. Las flores parecían emerger de la piedra, integradas con naturalidad en el conjunto arquitectónico, sin artificios.

Su propuesta no solo embellecía, sino que contribuía activamente a construir el lenguaje visual del editorial, evocando una naturaleza que sobrevive al paso del tiempo.

Las estructuras decorativas y el espejo de bienvenida, creados por Melani Vaquerizo, de Meldecorations, completaban la escena con piezas de estética limpia y actual, pensadas para dialogar con la arquitectura del monasterio sin restarle protagonismo.

Elementos que sumaban carácter sin ruido, reforzando el equilibrio entre lo antiguo y lo contemporáneo.


Vestigio no es solo una editorial. Es una invitación a mirar hacia atrás para inspirar el presente. Una celebración de lo esencial, de lo auténtico y de lo que perdura. Porque hay historias que no necesitan gritar para quedarse grabadas en la memoria.

PROVEEDORES SHOOTING:
Vídeo: Gregorio Castro @grecasweddings
Organización, diseño y decoración: Tul y Seda @tulyseda_weddings
Fotografía: Luis Pizarro @luispizarro_ph
Modelos: Susana Blanco @susanaablanco y Ricardo Garcia @kingricar4
Vestidos: Alejandro Maillo Atelier @alejandromailloatelier
Traje: D´Novios @tiendadnovios
Decoración floral: Floristería Diana @floristeria_diana
Repostería creativa: Natanatasweets, @natanatasweets
Make up: Fdefunny makeup @fdefunny_makeup
Peluquería: Salon De Belleza Artix @artix_hair_love
Papelería: All With You Studio @allwithyou_studio
Tocados: Tocados Anita Ribbon @tocadosanitaribbon
Joyería pendientes: Nuptiare @nuptiare
Estructuras y espejo: Meldecorations @meldecorationss
Decoración velas y copas: @agrabahdecora.mc
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Fuente Lucia Se Casa https://ift.tt/PEKDU37
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