La doctora Lorena Hernández, médico estético de la Clínica Crisalia, nos describe el camino de la modelo e influencer Noelia López, a punto de celebrar su boda, hacia su mejor versión beauty.
Especializada en el abordaje integral de la piel y el envejecimiento saludable, la doctora Lorena Hernández trabaja de la mano de Clínica Crisalia, un espacio de medicina estética avanzada donde apuestan por la naturalidad, la escucha activa y los resultados progresivos y armónicos. Para su equipo, la belleza no es un molde, sino un reflejo de cómo te sientes contigo misma.

El viaje de Noelia López hacia su mejor versión beauty
“Trabajamos con una visión muy clara: la estética debe acompañar, no imponer”, explica Lorena Hernández. “Por eso, cada tratamiento se diseña de forma personalizada, entendiendo los ritmos, el estilo de vida y las emociones que atraviesan a cada paciente. Porque una piel sana no se construye con prisas ni con filtros, sino con tiempo, técnica y confianza”.
Y esa confianza fue la que llevó a Noelia López a esta clínica madrileña hace unos meses. “Noelia se casaba en verano y quería prepararse para ese momento con mimo, con cabeza… y con alma. Quería verse bien, sin dejar de ser ella. Y así comenzó este viaje”, asegura la doctora.
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Lo primero: escuchar
“Antes de cualquier tratamiento, hay algo fundamental: escuchar. Entender qué espera la paciente, cómo se siente con su imagen y qué mensaje quiere transmitir. Noelia no buscaba transformaciones radicales. Buscaba autenticidad.
En la primera visita realizamos un diagnóstico facial completo, combinando la observación clínica con tecnología de imagen avanzada. Identificamos signos de fatiga, textura irregular, cierta deshidratación y zonas puntuales de pigmentación. Pero, más allá de los aspectos técnicos, lo que me quedó claro fue su deseo de verse natural y sentirse bien consigo misma.
El enfoque con Noelia fue claro desde el inicio: respetar sus tiempos, potenciar lo que ya había y lograr que su piel hablara de su bienestar, no de intervenciones.
Comenzamos con una rutina cosmética en casa, con productos calmantes, antioxidantes e hidratantes. En cabina, trabajamos para reforzar la barrera cutánea y recuperar la luminosidad natural de su piel. Incorporamos tratamientos de hidratación profunda y uno de los productos más revolucionarios en medicina estética: los polinucleótidos, aplicados en rostro, cuello y escote”, explica la doctora Lorena Hernández.
¿Qué son los polinucleótidos?
“Son pequeñas moléculas obtenidas del ADN del esperma de salmón, altamente compatibles con nuestras células. Actúan como una señal que activa los procesos naturales de regeneración. Ayudan a mejorar la firmeza, la hidratación y a devolverle vida a la piel. En Noelia, los usamos para revitalizar zonas apagadas y realzar su belleza natural sin alterar su esencia.
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Una vez restaurada la base, incorporamos procedimientos médicos más específicos, como neuromoduladores, en las zonas de expresión más visibles: frente, entrecejo y patas de gallo. También tratamos el contorno de ojos, una zona muy delicada y fundamental para transmitir frescura.
Además, aplicamos inductores de colágeno, fundamentales para restablecer la producción de colágeno y elastina, dos componentes clave que comenzamos a perder a partir de los 25 años. Estos tratamientos ayudan a mantener una piel firme, elástica y con ese brillo saludable que no se logra con maquillaje.
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En las semanas previas a la boda, afinamos cada detalle. Realizamos un protocolo de revitalización global con skinboosters, inbiotec amber, radiofrecuencia. Todo pensado para estimular la piel sin agredirla, asegurándonos de que el día del evento se viera luminosa, hidratada y en calma”, explica.
El resultado: naturalidad que emociona
“Ver la evolución de Noelia ha sido uno de esos procesos que, como profesional, te recuerdan por qué haces lo que haces. Llegó con una ilusión contenida y se fue con una luz serena en el rostro. Esa luz que no viene en frascos, sino que nace de haberse dedicado tiempo. De haberse cuidado.
Porque preparar la piel para una boda no va solo de técnicas, sino de acompañar. De crear un espacio donde verse bien no signifique parecer otra, sino reconectarse con una misma.
Gracias, Noelia, por dejarme formar parte de este momento inolvidable”, concluye.
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Gracias, doctora Lorena Hernández, por compartir esta experiencia con todas las lectoras de LucíaSeCasa.
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