Rocío Gil Oset y Philip Pérez-Cirera se comprometían en verano de 2019 en Venecia. Dos años después, por fin hemos podido ver la boda de la nieta de Jesús Gil.
Había mucha expectación entorno a este enlace y la realidad, finalmente, ha superado todas las expectativas.
Así ha sido la boda de Rocío Gil
El sábado, Rocío Gil acudía a la basílica de Nuestra Señora de los Ángeles para dar el “sí, quiero”. La elección del templo fue un homenaje a su abuela paterna, María Ángeles Marín.
La novia sorprendió a todos con un precioso vestido de novia con tintes flamencos diseñado por su amiga, Juana Martín. El vestido tenía escote halter, entallado y corte sirena. Uno de los puntos fuertes del vestido era el escote en la espalda pero, sin duda, el detalle central fueron los volantes de los que nacía una llamativa cola decorada con volantes de tul.
Rocío lucía un semirrecogido a través de cuál se podía ver su larguísima melena morena decorada con un velo de longitud media.
La melodía en la iglesia la puso el cantante Pitingo, que emocionó a todos los allí presentes cuando entonó el Ave María pero, sin duda, una de las más buscadas fue precisamente María Ángeles Marín, la abuela de la novia, que lució las joyas más espectaculares del día.
Los novios estuvieron rodeados de todos sus seres queridos en la finca La Regadera, un campo de varias hectáreas en el que Rocío Gil vivió hasta que se independizó. Un lugar mágico para comenzar su nueva etapa
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