Tras dar el «Sí, quiero», puede que muchos piensen que llega el momento de recuperarse del gasto económico, pero queda un paso más: los regalos de boda y Hacienda

Aunque son muchas las ventajas de celebrar una boda en invierno, muchas parejas siguen escogiendo el verano para casarse. Es cierto que durante los meses estivales los días son más largos, las noches están acompañadas de buena temperatura y hay menos probabilidad de que llueva. Sin embargo, el hecho de que Hacienda pueda aparecer como otro invitado más durante la ceremonia puede ocurrir en cualquier época del año. Y aunque esto parezca una frase hecha, le pasó realmente a una pareja en Badajoz.

Durante el convite, dos inspectores de la Agencia Tributaria sorprendieron a todos. Con el susto en el cuerpo, los novios descubrieron que el motivo de esa ‘auto-invitación’ estaba relacionada con la empresa que organizaba su banquete, ya que debían dinero a las arcas públicas. Por suerte, no preguntaron sobre los regalos de boda y es que, por ley, estos deben ser tomados como donaciones y hay que tributarlos. Es aquí donde surgen todas las dudas sobre los regalos de boda y Hacienda.

¿Qué cantidad de dinero se suele dar en una boda?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que el dinero varía según el parentesco que haya entre los invitados y los novios. En España, una boda puede costar unos 20.000€ aproximadamente y el cubierto está en torno a los 150€. Por supuesto, ese no es el precio definitivo que los novios pagan por cada invitado. Hay que añadir si los novios facilitan un medio de transporte a los invitados, la barra libre o los rincones gastronómicos, entre otras cosas.

No obstante, este dinero variará dependiendo de la zona en la que se lleve a cabo la boda y también hay que saber que una boda religiosa cuesta casi el doble que un enlace civil. En cada Comunidad Autónoma el coste de celebrar una boda es bastante distinto, siendo el lugar más barato para casarse las Islas Canarias y el más caro Castilla-La Mancha.

Como hemos dicho, cuanto más estrecho sea el parentesco con los novios, mayor será el importe pero en líneas generales, el regalo no debe ser inferior a los 150€ por persona.

Cómo declarar regalos de boda en Hacienda

Los regalos de boda tributan a Hacienda y se consideran donaciones, por lo que hay que pagar por ellos el tributo correspondiente, desde el primer hasta el último céntimo. El impuesto que hay que pagar, por ejemplo por un sobre con 200€, es, en teoría, del mismo tipo que el que se paga por comprar una primera vivienda o un coche.

Para descanso de todos, sobre todo para los futuros esposos, Hacienda no tiene en su punto de mira los regalos de los enlaces. Parece que la costumbre puede más que la normativa tributaria, aunque esto podría cambiar en cualquier momento.

Lo que sí es muy importante es guardar todas las facturas que se hayan generado con todo lo relacionado con la boda, porque esto sí que puede ser requerido en cualquier momento. Debido al gran fraude que se produce a Hacienda con la organización de las bodas, los inspectores fiscales persiguen todo el dinero en B que pueda generar el sector nupcial. Las facturas a los proveedores hay que tenerlas a buen recaudo, desde las flores, pasando por las copas de la barra libre y el alquiler del coche de los novios, entre otros aspectos.

Cómo evitar sanciones de Hacienda por regalos de boda

Será diferente si vuestros invitados os hacen regalos de mayor cuantía, como coches o casas. En estos casos es mucho más complicado pasarlo por alto. Cuando hablamos de este tipo de regalos y Hacienda, normalmente no solo tributa el beneficiario del obsequio, sino también el que lo regala, que está obligado a pagar por la plusvalía (aumento de valor) que se supone que se ha producido desde que se compra algo hasta que lo regala. Todo está mirado con lupa.

Desde el punto de vista legal, el matrimonio puede considerarse un negocio del que Hacienda puede exigir su parte. Cada ingreso o regalo que se hace a los novios se debería tributar como impuesto de sucesiones y donaciones. Este tributo está cedido a las comunidades autónomas y tiene multitud de especialidades que afectan, sobre todo, a las posibles bonificaciones o reducciones según la residencia legal de los novios.

En Madrid, por ejemplo, “solo pagas un 1% de la cuota correspondiente al impuesto que grava las herencias y las donaciones entre padres e hijos; también entre cónyuges y parejas de hecho”. Así lo explican en el Portal del Contribuyente de la Comunidad de Madrid. Es decir, existe una bonificación del 99% para regalos pero, al ser necesario documentarlo en escritura pública, al final puede salirnos más caro.

En Andalucía, Murcia y la Rioja también se aplica una bonificación del 99% sobre la cuota tributaria en donaciones entre padres e hijos. O lo que es lo mismo, solo habría que donar a Hacienda el 1% de la cuota tributaria. Sin embargo, la dificultad de la tributación varía en función del parentesco, de la base imponible del contribuyente después de deducir los gastos… El porcentaje va en aumento a medida que el parentesco es mayor, por lo que, a veces, sale mucho más rentable que sean los padres los que regalen un televisor en lugar de los amigos.

Cuándo informar a Hacienda sobre regalos de boda

Pese a que muchos novios abren cuentas comunes para los regalos de boda, aún son muchos los que prefieren el dinero en efectivo. Si bien es cierto que el sobre conlleva una cierta ‘opacidad’ en lo que se refiere a la cantidad recibida, siempre es mejor optar por la transferencia ya que el dinero en efectivo resulta más complicado para determinar su origen. La ley indica que todos los regalos de boda se tienen que declarar, aunque estos no estén entre los objetivos primordiales de Hacienda. Siempre que no exceda cierta cantidad, no se deberían tener problemas.

Por tanto, los sobres también se deben declarar. Sin embargo, seguro que te preguntas cómo puede detectar Hacienda los regalos de boda entregados de esta manera. Pues bien, el disponer de más dinero, aunque sea en efectivo, puede provocar e influenciar en otros pagos, cambiando métodos habituales que podrían levantar sospechas de la entidad. Además, podría ser difícil demostrar que, efectivamente, esas cantidades corresponden a regalos de boda. Por eso, lo mejor es hacer estos obsequios a través de transferencias bancarias y un truco es poner en el concepto transferencia regalo boda.

En cuanto a las transferencias de dinero en bodas, hay que tener en cuenta que si Hacienda detecta un conjunto de sumas importantes podría abrir una investigación. Por ello, de no declararlos, los podrían clasificar como “ganancia patrimonial no justificada”. Asimismo, tal y como hemos comentado, también habrá que informar a Haciendo sobre regalos de boda cuando estos son de un importe bastante elevado.

¿Qué se puede incluir en la declaración de Hacienda?

 

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Supongamos que una pareja se hace una cuenta común, con titularidad conjunta, con intención de ingresar ahí las cantidades de dinero recibidas por parte de sus amigos y familiares. Pero y los novios, ¿se pueden deducir los gastos de la boda? Casarse no desgrava en Hacienda. Sin embargo, es posible deducir en la declaración de la renta ciertos gastos que se han realizado con motivo del enlace. Entre estos se pueden encontrar: los donativos a la iglesia o las donaciones a una ONG. Ya sabéis que muchos contrayentes deciden realizar en nombre de los invitados un regalo en sustitución a los típicos detalles de boda. Estos sí se pueden incluir en la declaración de la renta.

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Se trata de una técnica para coquetear y tal y como su propio nombre indica, está relacionada con la figura geométrica del triángulo

Cuando dos personas se conocen y se gustan, normalmente tienen una o varias citas en las que cenan o hacen cualquier otro plan para compartir información sobre ellos mismos y saber más el uno del otro antes de darse el primer beso. Sin embargo, el paso de lanzarse puede costar algo de trabajo y en ocasiones se viven momentos algo incómodos, ya que el beso suele ser un paso importante para romper el hielo. No te preocupes, hay una técnica que ha conseguido hacerse viral en redes sociales y con la que no solo es más probable que la cita acabe en beso, sino que también es una forma perfecta de decirle a alguien que le gustas sin palabras, solo con lenguaje corporal. Se trata del método del triángulo y es de lo más sencillo.

Así es el método del triángulo para ligar

Para poner en práctica el método del triángulo, tienes que imaginar un triángulo en la cara de la persona con la que has quedado, formado por los dos ojos como base y la boca como vértice. Después, debes fijar la mirada en tres puntos concretos en un orden. Primero, en un ojo, luego en la boca y por último, en el otro ojo. Mantén la vista un segundo aproximadamente en cada punto, aunque el tiempo es algo secundario.

Esta técnica es una forma de lenguaje corporal bastante simple y efectiva y aplicándola puedes dejar claro que estás interesado o interesada en lo que la otra persona te está contando sin necesidad de decírselo con palabras. Sin embargo, la clave es no exagerarlo y hay que hacerla de manera sutil. Es decir, no te quedes mirando fijamente durante demasiado tiempo, no lo hagas rápido ni tampoco lo hagas con demasiada frecuencia. Con un par de veces durante la cita bastará.

No será agradable si estás demasiado nervioso o prestas demasiada atención a seguir la técnica. Si estás a gusto con alguien, déjate llevar y no mantengas tu atención solo en este método, ya que puede resultar algo forzado. Puedes combinarlo con otras técnicas de coqueteo y recuerda que el beso también puede llegar sin utilizar ningún método.

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El velo de la novia es el complemento más característico y en torno a él giran una serie de reglas aceptadas por convenio social que debes saber a la hora de dar el “sí, quiero”

No hay nada más tradicional en una boda que el velo de la novia y es que, aunque este complemento está relacionado con las mujeres más clásicas, actualmente las más modernas también lo lucen en su look nupcial. Si eres fan del protocolo, te gusta respetar las reglas establecidas y vas a celebrar tu enlace próximamente, el velo de novia es algo a tener muy en cuenta. Hoy te contamos de dónde viene esta tradición, todos los tipos de velos de novias que existen y te explicamos el significado del velo de la novia. Y sí, te damos las claves sobre cómo elegir el velo de novia perfecto y toda la inspiración. 

 

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Velo de la novia: todo lo que necesitas saber

Si tienes claro que quieres llevar velo de novia en tu boda, es fundamental no olvidar que siempre hay que elegirlo después del vestido de novia. Es la primera regla para acertar con este complemento. ¿Cómo combinar el velo con el vestido de novia? Hay que saber combinarlo a la perfección con el estilo, los tonos y todos los detalles de tu diseño nupcial. Asimismo, debes adaptarlo al tipo de ceremonia y al lugar de celebración ya que hay numerosos modelos de velos de novia y es importante escoger el adecuado. El velo puede cambiar en función de la ceremonia. ¿Será civil o religiosa? El velo de novia para bodas civiles suelen ser más simple y menos voluminoso y el velo de novia para bodas religiosas puede tener más ornamentación. Aunque todo esto depende de los gustos de la novia.

Llevar un velo de novia es una decisión muy personal que cada mujer debe tomar en función de sus gustos y creencias ya que su significado está ligado a la religión. Antiguamente, el velo de novia estaba reservado a mujeres que se casaban por la iglesia, algo que ha cambiado hoy en día. Es por eso que el velo de novia suele usarse en bodas religiosas pero no te preocupes, porque como hemos dicho, si deseas llevarlo y vas a celebrar una ceremonia civil, también podrás hacerlo.

Historia del velo de la novia

Seguro que también te preguntas: ¿qué simboliza el velo de la novia en una boda? Pues bien, conocerlo puede ayudar a lucirlo o no. Según la historia, comenzaron a usarlo los griegos y más adelante, los romanos se acostumbraron a usarlo por superstición y por interés. El velo de novia servía para que el prometido no viera el rostro de su futura mujer antes de pasar por el altar. También se decía que el velo de novia protegía del “mal de ojo” e, incluso, se usaba para proteger a la novia de los espíritus malignos.

Desde el siglo XIX, el uso del velo de novia para celebraciones cristianas se impuso como algo obligatorio, simbolizando la virginidad y la pureza de la novia. Ahora, aunque lo habitual es verlo en las novias que se casan por la iglesia, también lo podemos ver la bodas civiles. Además, el velo ha ido evolucionando en cuanto a tejidos, longitudes, formas de llevarlo e incluso colores.

Y es que, según sea el estilo de tu vestido y según sea el nivel de decoración que lleve el mismo, así deberá ser tu velo de novia. Por ejemplo, si tu diseño está repleto pedrería, debes elegir un velo sencillo, acorde a tus gustos personales, pero sin mucho adorno.

Debes elegir un velo con un tejido de calidad valorar si quieres que sea liso o añadir remates o pedrería. 

¿Cuándo usarlo?

Como hemos dicho, lo habitual es verlo en novias que se casan por la iglesia, pero también se puede utilizar en las bodas civiles. El protocolo más estricto marca que si quieres usar el velo de novia lo debes llevar ya puesto al salir de casa y no debes retirarlo hasta que empiece la celebración y después de la sesión de fotos.

Esta tradición se ha relajado en estos últimos años y muchas novias prefieren quitárselo antes de dar comienzo al banquete o sustituirlo por un tocado o una diadema. Los tocados y las diademas de plumas, de pedrería o los metalizados son algunos de los favoritos de las novias más modernas. Actualmente son pocas las novias que tapan su rostro durante su llegada al altar, usando más bien el velo como un complemento más del vestido de novia.

¿Cómo elegir el largo del velo de la novia?

Para elegir el largo del velo es necesario atender a la estatura de la novia. Por ejemplo, si eres muy alta un velo largo para la novia, como el catedral o de capilla lucirá perfecto con tu look nupcial. Si eres una novia bajita, un velo vals o a los dedos, que recae justo detrás de la cintura de la novia, puede ser la mejor opción. También debemos tener en cuenta el estilo de la boda. Quizás para una boda civil el velo catedral, que mide casi tres metros, sea algo exagerado.

Velos que te darán la mejor inspiración

Existen diferentes tipos de velos de novia según su longitud. Tenemos que elegir el más adecuado para nuestro vestido de novia, pero también hay que tener en cuenta el peinado y el tipo de accesorios para complementar el velo de la novia que queremos llevar. Recuerda que menos es más y el día de nuestra boda ir recargadas no es lo más conveniente. ¿Cuántos tipos de velos hay?

Velo corto para la novia

Entre los velos de novia cortos, este, que llega hasta los hombros, es el más popular. Los velos cortos para novia son de una sola capa y sirven para cubrir la cara de la novia al entrar a la iglesia. Quedan perfectos con vestidos cortos y aportan un toque años 20 al look nupcial. Miden entre 55 y 60 cm de largo.

Velo francés

Este diseño de velo es para las novias más atrevidas. Se trata de un velo-tocado que va sujeto a un lado de la cara y la tapa, usualmente, con una malla o red. Inspiración velo de novia vintage.

Velo al codo

El velo de novia al codo queda ideal con vestidos sencillos y sin cola y se usa para bodas informales. Suele medir unos 75 cm de largo.

De fuente

Aporta un estilo muy tradicional entre las novias. Tiene forma ondulada y es ideal para los vestidos de palabra de honor.

Velo a los dedos

Es uno de los más utilizados dentro de los tipos de velo de novia. Suele medir entre 85 y 120 cm y recae justo detrás de la cintura de la novia.

Velo vals

Es uno de los tipos de velo de la novia de una sola capa. Si no quieres llevar un velo demasiado largo, esta puede ser tu mejor opción. Normalmente llega a la rodilla y no aporta mucho volumen.

Velo capilla

Se encuentra entre los velos de novia largos, ideales para vestidos de cola mediana. Este velo debe ser más largo que el vestido y suele medir más de 2 metros.

Velo catedral

Entre los velos largos para bodas, este es considerado el más largo de todo, mide más de 2’5 metros. De los más elegantes y románticos, va perfecto en bodas con etiqueta rigurosa y con vestidos de larga cola.

Estos tipos de velo de novia tienen múltiples formas para llevarlos. La elección, como hemos mencionado antes, dependerá de tus gustos, del traje de novia y del tipo de peinado.

¿Velo de novia o mantilla?

Dependiendo de cómo sea tu vestido, deberás llevar un velo de novia o una mantilla. Si el diseño de tu vestido es sencillo, sin apenas ornamentaciones, te recomendamos el velo de novia con encaje, las mantillas, pues, a diferencia del velo, suele estar bordada minuciosamente y de manera artesanal, algo que las convierte en piezas únicas, llenas de elegancia y sofisticación.

Si te gusta la idea de la mantilla pero prefieres llevar velo, también puedes llevar a cabo en tu boda la velación nupcial, una ceremonia religiosa católica que se realizaba después de la misa de bodas y tenía la finalidad de propiciar que los hijos de la pareja recién casada se educaran cristianamente o incluso llegaran a ser sacerdotes.

En esta ceremonia se cubría con un velo o palio los hombros del varón y completamente la cabeza de la mujer. La velación, al igual que la unión de manos y el intercambio de anillos, existía ya en el rito del matrimonio judío y permanece en la actualidad. No hay boda religiosa en nuestro país en la que no se intercambien los anillos y, sin embargo, la velación se ha convertido en algo opcional pero un momento muy emocionante para las parejas más creyentes.

¿Cuánto puede costar un velo de novia?

Encontrarás velos de novia de varios precios, dependiendo de su largura, del tejido y de la ornamenta que tenga. Por lo general, un velo corto y sencillo puede costar alrededor de los 150€. Y uno largo y ornamentado a partir de los 200€, aunque como hemos dicho, tu elección dependerá de cómo sea el vestido. Si no quieres gastar mucho dinero en este complemento, siempre podrás buscar velos de novia outlet de segunda mano. En muchos ateliers también regalan el velo por adquirir el vestido de novia.

Hoy en día no te debes asustar por el precio de las mantillas, pues existen modelos industriales muy económicos, aunque claro está, son muy diferentes en cuanto a caída y espectacularidad a las mantillas de encaje hechas a mano, auténticas joyas. Muchas familias poseen bonitas mantillas antiguas que pasan de novias a novias. Este complemento será ideal para cumplir con “tu algo viejo o tu algo prestado”.

Cómo y cuándo quitarse el velo 

Antes hemos dado unas pinceladas pero vemos cuidadosamente cuándo quitar el velo de la novia. El protocolo estricto indica que la novia debe llevar el velo puesto desde que sale de casa y no quitárselo hasta llegar a la suite nupcial. Esta tradición está obsoleta en la actualidad, y se presentan en su lugar varias opciones.

La novia podrá quitarse el velo después del primer baile, lo que significa que durante el cóctel también lo llevará puesto. Jamás podrá quitarse el velo durante el banquete. O antes del cóctel, o ya en el baile.

Si en lugar de usar un velo de novia te decantas por una mantilla, debes conocer que no es adecuada para la celebración, por lo que solo podrás lucirla durante la ceremonia religiosa. La madre del novio, si lo desea, puede llevar una mantilla. En la antigüedad, esta era blanca si estaba soltera o negra si estaba casada. Por lo general, las mantillas de colores no están bien vistas.

El protocolo de una boda religiosa dicta que la novia debe permanecer con el rostro cubierto, siempre que el velo lo permita, hasta que el cura diga “lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”, momento en el que el novio descubre el rostro de su prometida para darle el beso de recién casados.

Hay ocasiones en las que es el padrino es el encargado de descubrir el rostro una vez que llegan al altar y la deja con su futuro marido, a modo de entrega. Si no te sientes cómoda ni segura al caminar con el rostro cubierto en la iglesia, puedes entrar con la cara destapada.

Velos de novia a todo color

Desde hace unos años, el velo de novia comenzó a caer en el olvido. Sin embargo, se está recuperando y a su vez, transformando. El velo de novia ha vuelto en diferentes texturas, encajes y colores para romper con lo tradicional y añadir un toque moderno a los estilismos nupciales.

 

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Entre las últimas tendencias en velos de novia están los velos de novias de colores, que se han convertido en el detalle que marca la diferencia a la hora de elegir qué llevar en el gran día. ¿Cómo combinar el vestido con el velo de novia? Muchas mujeres apuestan por combinar el color de sus velos con su ramo nupcial o llevar un velo de novia con flores bordadas.

Peinados para velos de novia

Para acertar de pleno, el velo de novia debe ir bien combinado con el peinado elegido. Tradicionalmente se creía que la mejor forma de lucir el velo de novia era con un recogido pero hoy en día las nuevas tendencias nos han demostrado que las novias pueden llevar el velo también con semirecogidos, con coleta, e incluso, con pelo suelto.

La forma favorita de la mayoría es combinar el velo de novia con un moño bajo. Estos pueden dejar que el complemento salga de la nuca o por encima del recogido y además, puedes combinarlo con un bonito broche o una joya familiar para darle un toque romántico. El moño alto con el velo de novia también es todo un clásico. ¿Qué tal si combinamos el velo de la novia con una bonita corona familiar? ¡No encanta la elegancia de esta novia!

Para recogidos a un lado o trenzas lo mejor es sujetar el velo en la parte trasera de la cabeza, centrado, quedando por encima del recogido. Como en casos anteriores podrás adornar tu peinado con detalles joya o tocados.

Si como novia quieres llevar coleta, el velo de la novia se suele llevar por encima, de manera que el peinado no se ve hasta que la novia se quita el velo antes del banquete. Esta es una forma tradicional de colocarlo, aunque si quieres que tu coleta se vea, deberás sujetar el velo de dos puntas, una a cada lado de la coleta. Un peinado sencillo y muy estiloso.

Algunas novias optan por alternativas al velo como los lazos. Estos quedan ideales en coletas, sobre todo si tu vestido tiene la espalda descubierta.

¿Qué te han parecido estos peinados de novia con velo? Estos son nuestros favoritos pero si te sientes mejor con el pelo suelto, adelante, que nada te corte. Lo importante es que tú te sientas guapa y cómoda para tu gran día.

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Si vas a empezar la planificación de tu boda, debes estar alerta porque también comenzarán las discusiones de pareja

Sí, por mucho que una pareja diga que no discute, durante la planificación de la boda surgirá alguna que otra discusión. Queramos o no, no podemos estar de acuerdo en absolutamente todo y, a veces, estas confrontaciones pueden dar lugar a discusiones tontas. Durante el proceso de organización de la boda, tienes unas expectativas altísimas para la celebración perfecta y una lista interminable de tareas por hacer, una combinación letal de emociones que puede generar estrés y tensión. A esto se le suma cuanto tú y tu pareja no os ponéis de acuerdo en la toma de decisiones. Quizás tú quieras una canción para la entrada al banquete distinta de la que a él le gusta, algo que puede llevar a disputas. 

Discutir durante la organización de la boda es algo normal, pero hay medidas que se pueden tomar para evitar que esta discusión se convierta en una pelea monumental. Pero, ¿cuáles son las peleas más comunes entre las parejas durante la planificación de boda?

Estas son las discusiones más comunes

– Dinero: tenemos claro que organizar una boda es una tarea costosa y muchas parejas discuten por este mismo motivo: el dinero. Por eso es tan importante antes de empezar con la organización, establecer un presupuesto comparar precios. También debéis hablar si vais a pagar vosotros la boda o vais a contar con la ayuda de vuestros padres. Lo ideal es que los gastos corran a cargo a partes iguales. 

– Tradiciones familiares: en algunas familias hay ciertas tradiciones que se transmiten de generación en generación. Algunas de ellas son más comunes pero otras pueden estar adaptadas a una familia específica y resultar algo raras. Estas tradiciones pueden llevar a las parejas a discutir o a los novios a pelear con sus familias por no querer seguirlas. Antes de tomar cualquier decisión, habla con ellos honestamente y explícales tu visión. Luego, pregunta qué piensan y escúchalos. Intentad llegar a un acuerdo. Tal vez puedas incluir un ritual que sea significativo para tus padres y para los de tu pareja, sin seguir la tradición familiar. 

– Diferentes opiniones: los novios son los que se casan y, por lo tanto, los que tienen que tomar las decisiones. El problema está cuando hay otras personas que pagan algunos de los costes de la boda y sienten que deben tener la última palabra. También están los amigos y familiares que opinan cada decisión y detalle sin haberles preguntado y a todo le sacan pegas. 

No dejes que estas opciones contradictorias te superen, lo mejor es hacer una pausa antes de contestarles y centrarte en contestar asertivamente antes de reaccionar a partir de tus emociones. Hazles saber que la que te casas eres tú y que tú tienes la última palabra aunque agradeces sus consejos. 

– Discusiones por lo suegros: aunque muchas parejas no quieres verlo, los desacuerdos con los futuros suegros también surgen con frecuencia entre las parejas. Sobre todo esos suegros que quieren meterse en todo, incluso, en la elección de la decoración. La clave está en establecer límites saludables para vuestra relación. Si estás cansada o cansado de sus consejos, tan solo debes decírselo educadamente. Por ejemplo, “he soñado con este día toda mi vida y hay ciertas cosas que realmente quiero hacer yo mismo”. 

– Lista de invitados: decidir a quién invitar (y a quién no) a la boda es otra de las peleas más habituales entre parejas y familiares a la hora de planificar una boda. Si tú y tu pareja tenéis familias numerosas y diferentes círculos de amigos, esta decisión se vuelve cada vez más difícil. Y si tus padres o futuros suegros tienen planes de invitar a algunos de sus amigos o parientes lejanos, su petición probablemente avivará más la discusión. Calcular el número total de invitados y decidir quién va a ir acompañado es otra situación complicada que puede causar problemas. Nosotros te damos los mejores consejos para elaborar tu lista de invitados. 

– Tiempo: planificar una boda no solo es una gran inversión de dinero, también de tiempo. Combinar esta planificación con trabajos a tiempo completo, tareas domésticas y otras obligaciones, puede ser complicado, sobre todo cuando tú y tu pareja tenéis horarios diferentes. Si ambos lleváis una vida ocupada, es posible que os peleéis sobre cuándo abordar las tareas de la boda. La solución más sencilla para evitar esta discusión es la de dividir el trabajo, de modo que se puedan ir tachando tareas poco a poco. Por ejemplo, uno puede hacer las etiquetas de los detalles para los invitados mientras otro tiene la reunión con el DJ. 

Lo más importante para evitar todas estas peleas es la comunicación. Esta es clave durante la planificación de la boda. Una comunicación abierta ayuda a resolver conflictos rápidamente y evita que el resentimiento se acumule entre las parejas. 

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