Es una de las bodas más esperadas del 2022. La próxima primavera, Nicola Peltz y Brooklyn Beckham reunirán a sus familiares y allegados para que presencien su día más importante, su boda.
Desde que anunciaron su compromiso, los rumores salían disparados: Beckham padre no estaba muy contento con el enlace, Victoria se sentía desplazada… pero, finalmente, parece que todas esas noticias se han quedado en eso, meros rumores.
Una ceremonia judía: así será la ceremonia de Brooklyn
Lo único que damos por cierto es lo que los propios novios han revelado en una dinámica de San Valentín para Vogue mientras preparaban una pizza en forma de corazón y un pastel de lava de chocolate.
“Estar de lleno en la preparación de la boda es muy divertido”, explicaba Brooklyn. “Es extraño, porque cuantas más reuniones de bodas tenemos, más real se siente. Como si todavía se sintiera un poco falso, en cierto modo. Estoy emocionado. Luciré un Yarmulke”, revelaba Brooklyn y Nicola agregaba que “es una boda judía”.
Nicola y Brooklyn
“El viernes por la noche, Brooklyn se quedará con mi padre, junto con mis hermanos y después se incorporarán sus papás y sus hermanos, será como una fiesta de pijamas de chicos. Y yo me quedaré con las chicas. Así que, desde la cena del viernes por la noche, no nos veremos hasta el sábado por la tarde que nos estaremos casando. Hemos entrando en pánico por esa noche lejos el uno del otro”, confesaba Nicola. Algo que Brooklyn comparte: “Me pongo tan, pero tan triste por ello. Es como, ¿’qué tal ya no quiere caminar al altar conmigo mientras yo estoy ahí de pie esperándola?’ Es mi mayor miedo. Definitivamente, voy a llorar”, concluía el hijo mayor de los Beckham.
Pero no todo fueron cosas triste, la pareja también recordó su pedida: “Una de las cosas más románticas que Brooklyn ha hecho por mí fue cuando me propuso matrimonio. Realmente no lo esperaba. Me dijo que estaba planeando una pequeña cita nocturna solo para los dos y después dimos un paseo en un carrito de golf a un área apartada desde la que se podía ver todo el lago y él cubrió todo el kiosko con flores. Él estaba literalmente temblando, mientras sostenía una botella de vino, la cual no pudo ni abrir. Después, él se fue detrás de un arbusto y se arrodilló y yo ni podría ver el anillo, empecé a llorar mucho”. Y este fue el primer paso de lo que veremos en mayo: una boda por todo lo alto.
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