Bea y Darío forman la pareja perfecta. Desde que se conocieron se hicieron inseparables y hoy os queremos contar su preciosa historia de amor.
Bea y Dario, una pareja que nos enamoró desde el principio. Tan cómplices, tan amigos, pero sobre todo, con ese amor tan sincero que se tienen el uno por el otro. Se conocieron y sintieron esas mariposas que les unirían para siempre hasta que, al final, se casaron el 1 de junio. Una ceremonia que se ofició a las 12.00 h en la Iglesia Santos Juanes en Puzol (Valencia)
Fotografía: Javier Gurrea
El enlace estuvo repleto de momentos únicos, que hicieron que este momento fuera muy emotivo.
Fotografía: Javier Gurrea
Para la celebración posterior, tanto los novios, como los invitados se trasladaron a la Masía del Carmen. Un lugar que dejó a todos sin palabras. Para su traslado, los novios eligieron un coche clásico en color verde-agua y del que nos hemos enamorado. ¡Nosotros también queremos uno así!
Fotografía: Javier Gurrea
Un año antes de este bodorrio, Bea y Darío visitaron cinco posibles lugares para celebrar su boda pero cuando visitaron la Masía del Carmen, no tuvieron ninguna duda. Este sería el escenario para celebrar su amor. La decisión de la pareja fue de lo más acertada.
Fotografía: Javier Gurrea
La Masía del Carmen superó todas las expectativas. Los invitados disfrutaron de unos entrantes variados y deliciosos, así como de un buffet de vieiras, que algunos todavía recuerdan. Del catering se encargó Gourmet Catering. ¡Delicioso!
Bea y Darío: los novios
Y como siempre, nuestra parte favorita. Pasamos a describir a nuestros maravillosos novios…
- La novia
Encantadora, pura sencillez.
Fotografía: Javier Gurrea
Bea escogió a Salva Sanleón para que diseñara su vestido de novia. Fue él también quien diseñó su vestido de festera (en el pueblo de Bea las festeras visten de blanco, como una novia, pero algo más juvenil). Ella y su familia quedaron tan contentos que no dudaron en recurrir a él para el gran día. 12 años después volvía nuestra novia al atelier de Salva Sanleón.
Las ideas que Bea tenía, quedaron reflejadas completamente en su vestido de novia.
Fotografía: Javier Gurrea
Cuello barca pronunciado, sobrefalda con cola muy larga y un vestido cómodo para moverse con facilidad durante el convite. Eso era lo que quería nuestra novia y Salva acertó de lleno. Con todas las partes en crepé, le daría un toque original y diferente añadiendo plumas. Otro detalle fue las pequeñas hojas que añadió Salva a la falda, así como unas pocas plumas que decoraban los bajos de la falda.
- Los zapatos
Los zapatos tenían que ser cómodos y bonitos a la vez. Después de buscar sin tener resultado, Bea decidió hacerse unos zapatos a medida, la encargada de hacerlos sería Ana Polo. Esta artista es dulce, profesional y facilita todo el trabajo. El zapato elegido sería en color aguamarina, con un tacón mágico que dependiendo de la luz se vería plateado o dorado.
Fotografía: Javier Gurrea
Además, Bea decidió grabar en la suela un mensaje para su madre. ¡Puro amor!
- Maquillaje y peinado
Para el maquillaje, nuestra novia confió en la tradición familiar. Filo (de Foyos) fue la encargada de maquillarla con pequeños toques naturales y sencillos.
Fotografía: Javier Gurrea
Peinado: Bigidues, Jorge fue quien peinó a Bea con una coleta sencilla y sobre todo, cómoda. Esta coleta añadía unas románticas ondas. A nuestra novio le encanta verse con el pelo recogido, un buen escote y pendientes largos. No lo dudó ni un segundo.
- Las joyas
Las alianzas eran de Suárez, algo muy clásico pero en color oro rosa. Tanto la de Bea, como la de Darío son iguales. Dentro quisieron personalizarlas con un mensaje: “Todo viaje empieza con un sí quiero”, el slogan de la boda de nuestros protagonistas.
Fotografía: Javier Gurrea
En toda boda hay que llevar algo prestado y Bea escogió una sortija muy antigua de la familia de su madre. Luego los pendientes, formados por dos piezas.
- El ramo
Fotografía: Javier Gurrea
Atelier de la Flor diseñó el ramo de Bea. Quería algo sencillo pero diferente, así que mezclamos eucalipto y orquídeas. Amor floral a primera vista.
¿Y el novio?
Fotografia: Javier Gurrea
Darío cogió un chaqué clásico de Julio Verzosa, que combinaba el gris marengo y el negro, con camisa blanca y corbata en gris con pequeños lunares blancos. Para los gemelos, utilizó la firma Suárez. Julio Verzosa fue el encargado de vestir a cuatro familiares más: al padrino, padre del novio, hermano de la novia y cuñado de la novia.
La celebración de la boda
- Wedding Planner
La pareja no necesitó el trabajo de las wedding, Bea diseñó todo. Desde las invitaciones hasta el último detalle de la boda.
Fotografía: Javier Gurrea
Durante el cóctel, nuestra pareja contrató a unos amigos para crear ambiente con un poco de Jazz. Luego vino el baile, Bea y Darío se decidió por una canción de Alejandro Sanz (Y si fuera ella). A ambos les encanta Alejandro Sanz y buscaban algo diferente pero siguiendo con la tradición del vals. A mitad de la canción, los sobrinos de la pareja salieron a abrazarlos, un momento muy emotivo.
Fotografía: Javier Gurrea
Después del baile tan especial, llegó la Orquesta La Pato.
- Flores
La decoración de la Masía y el ramo de Bea corrió de la cuenta, experiencia y gusto de Atelier de la Flor. En cuanto a la Iglesia, decidieron dejarla en manos de Decoflor en Puzol. Dejaron que los sorprendieran por completo.
- Las invitaciones
Fotografía: Javier Gurrea
Bea es diseñadora gráfica, por lo que no tardó nada en empezar a diseñar sus propias invitaciones. A Bea le hacía mucha ilusión, no quería perder la esencia de una invitación en papel. Llegar a este resultado le fue difícil. Un sobre con forma de maleta. Del asa van colgados los nombres de los invitados y un avión pequeño. ¡Súper original!
- Regalos de los invitados
La boda estaba llena de detalles , todos diseñados por la novia. El primer regalo que dieron los novios fue unos calcetines para el padrino y unas pegatinas para la suela de los zapatos de las madres. Y el primer regalos para los invitados fue una foto en blanco y negro con su nombre y todas las fotos dedicadas, en forma de sitting.
Fotografía: Javier Gurrea
El segundo detalle fue la minuta, un tríptico personalizado. A los padres y los abuelos res regalamos un marco con una foto del mismo día de la boda. Réplicas del ramo para la sobrina y la hermana de la novia. Para las invitadas, un espejo personalizado. Las chicas también tenían un kit de supervivencia con toallitas, tampax, tiritas…
Para los hombres un abrebotellas y para las futuras mamis y papis un body diseñado por la novia: “Yo también estuve en la boda”, Bebé a bordo.
Fotografía: Javier Gurrea
Para las amigas: camisetas blancas con 4 definiciones: testigo, amistad, celestina y hermanas.
- Fotógrafo
Cuando Bea y Darío hablaron con Javier Gurrea, lo tuvieron claro. Se reunieron durante una hora y no necesitaron más. Fue todo un flechazo. Aquí terminó la búsqueda de fotógrafos, todas son obras suyas. ¡Ideales!
- Videografo
Media Pinza: confianza, alegría, profesionalidad… Media Pinza les transmitió todo. Decidieron poner un videocall para que los invitados dejaran sus palabras y poder recordar este día toda la vida.
Seguro que este día fue muy especial para nuestros novios pero también para los invitados. ¡Que seáis muy felices!
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