Ya hemos entrado en otoño lo cual quiere decir que la cuenta atrás para la llegada de los meses más fríos está activada. Si te vas a casar en esos meses y te preocupa cómo transcurrirá tu metabolismo, tenemos la respuesta a la eterna pregunta: ¿Se engorda o se adelgaza en invierno?
Tenemos la respuesta a la eterna pregunta y, prepárate, puede que no te vaya a gustar demasiado.
En invierno, ¿Adelgazamos o engordamos?
He aquí la única respuesta cierta: En invierno, tenemos tendencia a engordar. Es así y no lo es porque nosotras queramos. Existe un proceso bastante más complejo.
Lo cierto es que en los meses de invierno lo que más nos apetece es hacer planes calentitos que impliquen un buen sofá en el que poder taparnos con una manta, o un bar en el que sepamos que la calefacción va a estar encendida en todo momento, o el cine, siempre tan reconfortante.
Entramos en un estado de abandono de las actividades físicas porque claro: ¿Quién quiere moverse para entrar en calor teniendo la calefacción? Pues he aquí el primer problema. Nuestro cuerpo no está preparado para el estado de sedentarismo en el que nos adentramos y esto es así por nuestros antepasados. Pero no por nuestros abuelos. Va mucho más allá.
Nos referimos a esos antepasados de los que venimos todos y que se dedicaban a la caza en todos los meses del año para poder sobrevivir. Su actividad física estaba muy por encima de la nuestra y, en la evolución física, se necesitan muchos miles de años para que nuestra fisionomía se adapte a todas las ventajas que tenemos hoy en día.
Por si esto fuera poco, la luz del sol nos falta. Esto reduce los niveles de serotonina, la sustancia que segrega nuestra felicidad y, ¿Dónde podemos hallarla si no es el los rayos solares? En los dulces. Esto quiere decir que no es que cada vez que llega el invierno no es que te conviertas en una especie de elfa que solo se alimenta de dulces, es que necesitas estar feliz.
Si tu boda es en los próximos meses y quieres evitar por todos los medios coger esos kilillos de más, te recomendamos que potencies el ejercicio físico y que no te quedes todas las tardes en casa. ¡Entra en calor de otra manera! Y, por supuesto, recuerda que el consumo equilibrado de dulces y carbohidratos es vital.
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