martes, 17 de septiembre de 2019

Cosas que no debes decir a tu futuro marido mientras organizáis la boda

by Unknown on septiembre 17, 2019

Planificar una boda siempre genera momentos de estrés y tensión. Son muchos momentos pensando cuál será la mejor elección que puedes tomar y eso puede derivar en malas contestaciones hacia tu pareja. Te enseñamos las cosas que no debes decir a tu pareja si no quieres provocar el caos.

Cuando planificáis una boda, los comentarios fuera de lugar, las malas caras o la indiferencia puede llegar a vuestra vida. Por eso, queremos enseñaros las frases que es mejor que no digáis a vuestra pareja si no queréis que la cosa se ponga fea.

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Estas son las cosas que no debes decir a tu pareja antes de la boda

– Mejor que no hubieras venido. Puede que tu pareja lleve un largo día trabajando y que, nada más llegar a casa, le digas que debéis elegir la música para el baile. Es probable que a tu novio no le haga una especial ilusión y ponga cara rara con lo que, puede ser que, por tu parte, generes una actitud a la defensiva que desemboque en decirle: ‘Mira, mejor que no hubieras venido’. Lo próximo no te va a llegar a un lugar mejor del que estabas, te lo aseguramos.

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– ¿Y las Vegas? Calcular el número de invitados que va a asistir a tu enlace te puede generar mucha ansiedad. Tal vez porque seas una persona tímida y te de mucha vergüenza o tal vez porque te genere mucha ansiedad pensar que cada una de esas personas va a comer primero, segundo y postre. Más la barra libre. Acuerda con tu pareja el número de personas que a los dos os parece bien que asistan a la boda para que todo quede claro desde el principio. Casarse solos en las Vegas es tentador pero, quizás, después os deis cuenta de que no era lo que realmente queríais para vosotros.

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– ¿Te vas a poner a dieta? Esto puede sacar de quicio a tu pareja. Si tú quieres hacerla, es tu decisión. Deja que él decida sobre su cuerpo. No obligues a tu novio a comer lechuga para desayunar, comer y cenar porque el resultado será un chico enfadado… y hambriento.

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– Pues mi madre no piensa eso. Clásico error es el de escudarnos en nuestra madre para justificar nuestras decisiones. Argumenta tus razones porque seguro que son válidas pero no incluyas a terceras personas solo por querer llevar la razón.