¿Te estás preguntando si es posible “desinvitar” a alguien a tu boda? Tenemos que decirte que no es fácil, y que debes evitarlo a toda costa. No obstante, hay situaciones en las que te puede parecer la mejor idea. Te explicamos cómo manejarlas.
Has preparado tu lista de asistentes, la has revisado varias veces y has enviado las invitaciones, pero ahora tienes dudas acerca de alguno (o algunos) de los invitados. Nuestra recomendación es confeccionar cuidadosamente el listado para evitarte problemas, asegurándote de no superar la capacidad del local elegido para la celebración y de no invitar a personas problemáticas.
Sin embargo, y aunque tu primera opción debería ser mantener intacto el número de invitados, hay situaciones que pueden hacerte pensar en “desinvitar” a alguien. Incluso contando con su confirmación de asistencia. Te enseñamos a gestionarlas.
5 situaciones que pueden animarte a “desinvitar” a alguien a tu boda
1. Decides que prefieres una boda íntima… después de enviar 200 invitaciones
Nunca des por concluida tu lista de invitados y mucho menos envíes las invitaciones hasta que hayas definido todos los aspectos prácticos de la celebración: la fecha exacta, el lugar de de la ceremonia y el del banquete.
Una vez que sus invitados reciban su save the date, empezarán a hacer hacer sus preparativos: comprarse ropa, reservar el alojamiento… por eso no es conveniente anular la invitación.
Es posible que te sientas estresada y que eso te haga arrepentirte de organizar una gran boda, pero es algo en lo que deberías haber pensado antes de iniciar su planificación. A menos que se trate de una emergencia, como un desastre natural o una enfermedad grave, los invitados que reciban la invitación deben poder asistir, si así lo deciden.
2. Invitaste de manera informal a tus compañeros de trabajo y finalmente no los incluiste en la lista
Es frecuente comentar a los compañeros de trabajo que te vas a casar e informarles de todos los detalles: fecha, lugar, e incluso darles a entender que estarán entre los invitados. Al fin y al cabo son personas con las que pasamos una gran parte de nuestro tiempo y se suelen establecer relaciones de amistad con ellos. A veces incluso se lanza la invitación de manera distraída, sin tener claro si van a poder estar en la lista, porque todavía no se ha decidido el lugar de celebración del evento y no se sabe el número exacto de plazas disponibles. Sé muy cuidadosa con esto para no generar malos rollos.
Si llegado el momento ves que no puedes contar con ellos y tu invitación ha sido únicamente verbal, habla con cada uno personalmente y discúlpate: “sé que mencioné que te invitaría a la boda, pero, desafortunadamente, te tengo que desinvitar porque no podemos incluir a todos los que inicialmente queríamos por problemas de presupuesto”. Sin embargo, si ya les enviaste la invitación, debes mantenerlos en la lista de invitados.
3. Te has peleado con tu primo y no quieres que asista
Incluso las personas que más se quieren pueden pelearse, y en plena pelea es posible que desees gritar: “¡no quiero que vengas a mi boda!” Si te sucede, respira hondo y contente. Vuestra relación podría dañarse de manera irreparable por un arrebato. Es posible que te sientas furiosa en este momento, pero piensa cómo te sentirás si no os volvéis a hablar nunca más.
Antes de “desinvitar” a un allegado por una discusión, recuerda que no tendrás que estar mucho tiempo con él el día de la boda. En cualquier caso, si el enfado es muy serio, esa persona puede elegir no asistir. Mantente en el lado correcto y deja que sea su decisión.
4. Descubres antes de enviar las invitaciones que alguien no podrá asistir a tu boda
Antes de enviar las invitaciones averiguas que un amigo tiene un problema o un compromiso, del tipo que sea, que le impedirá estar presente en tu gran día. Puedes valorar la posibilidad de no enviarle la invitación física para ahorrar dinero. Sin embargo, te recomendamos no hacerlo. Los planes cambian y es posible que finalmente pueda asistir. Si decides sacarle de tu lista de invitados y no enviarle la carta, podrías herir sus sentimientos.
5. Ha pasado la fecha límite de confirmación de asistencia y tu amiga no responde a tus mensajes
Que los invitados no respeten las reglas es uno de los aspectos más frustrantes de la planificación de una boda. Si hay un invitado que no ha confirmado su asistencia y no responde a los whatsapps ni coge el teléfono, es posible que te den ganas de decirle que no asista. No lo hagas. Avisa a los proveedores con la mayor anticipación posible de los “tal vez” para que no se sorprendan si hay algún invitado de más, y pueden agregar algún lugar adicional sobre la marcha. Es importante que seas una anfitriona amable y generosa, incluso si tu amigo o familiar no está siguiendo el protocolo adecuado.
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