Después de toda una vida juntos, Sara y Rubén han puesto el broche de oro a su relación y se han dado el ‘sí, quiero’ en una boda especialmente emotiva y, sin duda, inolvidable. El 8 de junio de 2019 la pareja se juraba amor eterno.
La historia de esta pareja comienza con una amistad cuando solo tenían 15 años. Sara y Rubén que, desde la adolescencia, están compartiendo todas las etapas de su vida, entendieron hace 10 años que además de estar unidos por una profunda amistad, comparten el mismo sentimiento: el amor verdadero.
Sara y Rubén: un amor verdadero, una boda para recordar
El sitio en el que se llevó a cabo la ceremonia no podía tener más simbología para la pareja. Los Jardines Abadía fueron el lugar elegido, un sitio a los que tantas veces han ido Sara y Rubén en sus citas. Ubicado en Trujillo (Cáceres), Sara y Rubén tuvieron unas vistas espectaculares al castillo durante la ceremonia y contaron un músico callejero de Madrid, Víctor Santal, que creó con su arpa un ambiente digno de los cuentos de hadas.
Uno de los momentos más emotivos llegó durante los discursos en la ceremonia. Las palabras llenas de amor que dedicaron los más allegados a Sara y Rubén, las vistas al castillo, el arpa sonando de fondo… Todo parecía estar sincronizado para que fuera el día más feliz de sus vidas. Además, la madre de Sara y la madre de Rubén fueron las dos encargadas de llevar a sus hijos al altar.
La decoración floral la dejaron en manos de Ocaflor que crearon un paisaje lleno de vida en perfecta sintonía con el castillo de fondo, dando lugar a una hegemonía perfecta.
La celebración tuvo lugar en el Palacio de los Duques de San Carlos en Trujillo, y era dirigido por Plaza Corral del Rey. La magia del saxo de Ángel Rivero indujo a los invitados hacia la fiesta que, sin ninguna duda, terminaría siendo inolvidable para todos.
Sara sorprendió a todos con un video que había creado especialmente para su ya marido, Rubén, quién no pudo evitar emocionarse con el detalle de su esposa.
En la fiesta todos se pusieron gafas de sol y, disfrutando como nunca, fueron creando momentos alegres que formarían los recuerdos más bonitos de Sara y Rubén. Música, baile y muchas sonrisas fueron los ingredientes más importantes de este día de junio.
– ¿Cómo se preparó Sara?
En el día de su boda, Sara estaba pletórica y quería transmitirlo a todos los invitados. ¿Cómo? Preparó su piel con UFO de FOREO antes del maquillaje de novia. ¿El resultado? Una piel absolutamente perfecta en la que reflejaba su felicidad y con la que irradió a todo el mundo.
El vestido era de El Tocador Vintage, una pieza sencilla, sofisticada y elegante. De riguroso blanco, con escote de barco y un fino cinturón de color azul marino, Sara dijo ‘sí, quiero’. A los pies, unos zapatos Uniqshoes. Además, nuestra novia optó por la naturalidad y, sobre todo, la comodidad, para aprovechar su día al máximo y eligió unas Converse All Star para cambiarse los zapatos principales y poder bailar hasta que saliera el sol. Las zapatillas estaban personalizadas con la fecha de la boda y la palabra ‘bride’ (novia). ¡La creatividad al poder!
Su tocado era de Ocaflor. Flores en tonos anaranjados mezclado con verdes que adornaban los largos rizos de la novia. Las joyas que llevó Sara estaban llenas de valor sentimental: unas pulseras de dos amigas muy especiales para ella de la marca Aristocrazy. Los pendientes eran de Acus Complementos.
Por su parte, Rubén lucía un traje Ben Sherman que, él mismo, fue a buscar a Londres. Más de 20 años de historia tenían los gemelos que llevaba, serigrafiados para la ocasión y que su padre le había cedido con mucho orgullo.
– Las invitaciones y el regalo de invitados
Las invitaciones de la boda de Sara y Rubén las diseñaron ellos mismos, todo un esfuerzo de ingenio y creatividad pero que permitieron personalizar la boda al máximo. El regalo de los invitados también fue un proceso de selección ya que fue un CD con la BSO de la música que sonó el 8 de junio de 2019.
– El fotógrafo
Patricia Vega fue la encargada de inmortalizar los recuerdos del día más importante de Sara y Rubén. Reflejó la alegría, la ilusión y, sobre todo, supo capturar todo el amor que une a los que ya son marido y mujer.
– Luna de miel
Canadá fue el destino elegido para hacer el primer viaje de recién casados. Las Rockie Mountains fueron el lugar elegido para disfrutar de su amor. Además, Sara y Rubén se enfundaron los trajes de la boda y nos regalaron una estampa preciosa.
¡Os deseamos que seáis tan felices como el día que os distéis el ‘sí, quiero’!
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