Parejas que sorprenden a sus invitados con una boda sorpresa, novios que sorprenden a sus parejas, invitados que sorprenden a los novios… el terreno de las bodas sorpresa es extenso y difícil de abarcar. Las bodas sorpresas para los invitados son toda una tendencia ahora mismo y, aunque de momento son poco comunes, esta tendencia tiene pinta de ir en aumento. Así que, por si las moscas, hemos conseguido reunir juntitos los pros y contras de tener una.
Si tu también suspiraste cuando te enteraste de la super boda que organizó en secreto el marido de Malena Costa o te encantó la idea del creador de Facebook, Mark Zuckerberg de engañar a todos los asistentes a su boda asistiendo a una fiesta de graduación que resultó ser su propia boda, puede que te hayas planteado alguna vez el que la tuya siga su camino. Pero, antes de lanzarte a la piscina debes poner sobre la mesa los pros y los contras para poder decidir teniendo toda la información. Todo tiene su parte buena y su parte mala y es cada persona quién debe poner sus límites.
¿Cómo organizar una boda sorpresa?
En primer lugar, y como ya imaginarás, todo es un secreto. Tu pareja y tú debéis decidir si se lo vais a contar a un pequeño círculo de familiares o amigos o va a ser una boda atípica para todos los que allí asistan. Por lo general, se tratan de bodas originales y sencillas en las que el protocolo pasa a un segundo plano ya que, desde el principio, se ha optado por un enlace más informal. Esto exige no crear expectativas altísimas para ese día y vivir el «sí, quiero» de una manera más relajada.
Lo mejor y lo peor de tener una boda sorpresa
Como nos gusta dejar lo bueno para el final, vamos a empezar repasando las desventajas de organizar una boda sorpresa:
1. Es posible que no recibas regalos, sobre todo si los invitados no saben que van a tu boda. Así que olvídate de decorar la nueva casa con lo que saques de la boda. Por supuesto, lo más coherente sería que, después de asistir al enlace sorpresa, los invitados homenajearan vuestro amor con una pequeña ayudita. Sin embargo, no están en la obligación ya que nadie les dio la posibilidad de aceptar o declinar esta invitación y no sabían realmente al evento que estaban asistiendo.
2. Te quedarás sin despedida de soltera y fiesta preboda. Si nadie sabe que te casas, no podrás celebrar estos grandes momentos. Si siempre has soñado con ese viaje sorpresa que tus amigas te organizarían, tienes dos opciones: o bien cuentas a tu círculo más cercano lo que está a punto de suceder, o renuncias a la idea de cruzar el mar en un catamarán rodeada de tus amigas. También renunciarás a la cena de ensayo, que suele ser bastante divertida.
3. Habrá invitados que no podrán asistir. Al no poder avisar a los invitados, habrá gente que no pueda asistir. Las personas tienen sus planes y no sabiendo qué se trata de un evento de esta índole, puede que no le den prioridad.
4. Puede que las reliquias familiares no lleguen a tiempo. En el momento que anunciamos que vamos a dar el «sí, quiero», las madres, abuelas y los parientes cercanos se ponen «manos a la obra» a fin de buscar esas joyas familiares con las que nuestros ancestros pasaron por el altar para vivir su gran momento. Ya se sabe: algo nuevo, algo viejo, algo azul y algo prestado. Es muy posible que no puedas adornar tu vestido con estas reliquias.
5. Que tu fiesta de celebración no dure tanto como te hubiera gustado. Pongámonos en situación: lo más normal es que el enlace se celebre en fin de semana y que, por supuesto, tus invitados sorpresa ya tengan organizado su calendario. Con una boda sorpresa, corréis el riesgo de que los asistentes tengan compromisos ineludibles al día siguiente y se tengan que marchan pronto de la fiesta.
Ya conocéis las mayores desventajas de celebrar una boda sorpresa. Sin embargo, este enlace es tan especial que tus ventajas son mucho más emocionantes:
1. Los invitados no te pueden hacer esas preguntas que te estresan tanto responder. «¿Invitarás a los niños?», «¿De corto o de largo?», «¿Has pensado ya en la decoración?»… No te verás sometido al estrés de responder estas preguntas por la simple razón de que… ¡No sabrán que asisten a tu boda!
2. Hay menos presión formal. Al ser espontánea, el protocolo se queda a un lado y puede ser totalmente informal. No hacen falta ni arreglos florales ni centros de mesa ni tartas de 3 pisos. Además, es bastante probable que, aunque en tu llamamiento al evento hayas solicitado una vestimenta adecuada, tus invitados aparezcan con trajes y vestidos algo más informales de los que se esperan para una boda. Si siempre soñaste con celebrar un enlace más desenfadado, una boda sorpresa es la oportunidad perfecta para cumplir tu sueño.
3. Ahorrarás dinero. No tendrás que enviar invitaciones, hacer un banquete de 3 platos, gastar tanto en decoración e incluso puedes ahorrar en el look de novia. Al ser una celebración espontánea puedes elegir algo más relajado y barato.
4. Tus invitados irán mucho más relajados. Sabemos que las bodas, además de ser un momento en el que el amor brilla, también lo hacen los nervios. Muchos invitados se irritan pensando en lo que les ha costado sus trajes o pensando en el regalo que os han hecho. Una boda sorpresa permitirá una mayor libertad a la hora de disfrutar el día que acontece.
5. Es un tipo de boda única y la emoción será altísima. Nadie olvidará tu boda y tú la recordarás especialmente por toda la emoción que conllevó. Solo piensa en las caras de tus invitados cuando descubran lo que realmente esté pasando. Todo habrá valido.
¿Crees que podrías tener una boda sorpresa?
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