Aunque no hay una cantidad fijada, sí existe una regla no escrita que todos intentan seguir antes de meter el sobre en el bolsillo
El precio del “sobre” ha ido subiendo en los últimos años, y tiene su lógica. Las bodas se han transformado en auténticos festivales. Ya no es solo un banquete y un baile para abrir una barra libre. Es una experiencia diseñada al milímetro para sorprender a los invitados, emocionar y dejar huella.
Hoy las parejas invierten más tiempo, dinero y creatividad que nunca para conseguir un día única. Para que su boda sea la mejor de todas. Desde los espacios, cada vez más cuidados y con más personalidad, la decoración, pasando por los platos, cada vez más originales y exquisitos, la música, la iluminación, las estaciones gastronómicas, el transporte o los rincones fotográficos. Los novios quieren que sus invitados se sientan especiales, disfruten y se lleven recuerdos imborrables.
Por eso, el típico sobre que se entregaba como gesto simbólico ha subido de precio, y más que un regalo, el objetivo de este es compensar el coste del cubierto y, sobre todo, demostrar cariño y agradecimiento.
La tradición del sobre de boda
El regalo en metálico es ya una costumbre arraigada a las bodas españolas. Aunque ha evolucionado poco a poco y cada vez más parejas optan por poner su número de cuenta en las invitaciones, son todavía muchas las parejas que siguen prefiriendo el sobre, sobre todo por los invitados más mayores. Antiguamente, lo habitual era entregar un regalo físico, como vajillas, electrodomésticos… Un regalo útil para la nueva casa de los recién casados. Pero con el paso del tiempo y la independencia de las parejas, el dinero se impuso como la opción más práctica.
Ese “sobre” permite a los novios cubrir parte del gasto de la celebración o destinarlo a su viaje de luna de miel. En algunos casos, incluso lo utilizan para invertir en su hogar o en un proyecto conjunto. Lo importante es el gesto, y es que no solo se da por compromiso, sino también por afecto y reconocimiento. Eso sí, siempre se nos viene la misma pregunta: “¿cuánto dinero tengo que meter en el sobre, para quedar bien pero sin pasarse ni quedarse corto?”
¿Cuánto dinero hay que dar en una boda?
Esta es una pregunta que ha abierto debate en redes sociales en numerosas ocasiones. De hecho, el economista y divulgador Andrés González ha hablado de ello en su cuenta de TikTok, diciendo que en nuestro país, más o menos, se dan unos 150€ por comensal. Según él, este dinero no da para cubrir el cubierto en la mayoría de los casos, aunque también depende de la calidad de la boda. Y sí, es cierto, que depende de la calidad y también depende mucho de dónde te cases. El presupuesto dependerá mucho de la ciudad y el lugar de la celebración, incluso, influirá el mes que elijas para tu boda.
Aunque no hay ninguna cantidad obligatoria, sí que hay una media socialmente aceptada que varía también según el tipo de invitados, la relación con los novios y el tipo de celebración. Hemos querido desglosar este apartado según el tipo de invitados. Aquí van algunos consejos realistas:
– Pareja invitada. Imagínate que acudes con tu pareja a la boda de unos amigos. Son amigos, sí, pero no tus mejores amigos. Lo ideal es que deis un sobre con 300 – 400€. Este sería el regalo ideal teniendo en cuenta que el menú puede rondar entre los 120-180€ y se deja un pequeño margen como “detalle”. Ten en cuenta que una boda no es solo el menú, es todo lo que la conforma: decoración, fiesta, regalos… Si la boda es especialmente elegante, o si la pareja invitada es muy cercana, se puede subir hasta los 450€ sin que suene exagerado.
– Tres personas (pareja con un niño pequeño). Si el niño tiene menú infantil, que suele costar menos que el menú de adulto, lo ideal sería dar entre 350 y 450€, dependiendo de la cercanía de los novios. En general, se paga el cubierto de los adultos y una parte simbólica por el niño.
– Familia de cuatro personas. Cuando se trata de una familia con hijos ya en edad de menú completo, lo habitual es dar entre 500 y 600€. Si son familiares cercanos, como primos o tíos con hijos, la cifra puede subir para reflejar el vínculo personal y la intención de colaborar con la celebración.
Invitados más allegados
Las familiares directos como tíos, hermanos, primos muy cercanos, o los amigos más íntimos siempre suelen aportar algo más. Cuando hablamos de hermanos, contamos que ya tienen trabajo y son totalmente independientes. No pienses que tu hermana de 15 años te va a dar un sobre con 500€. Tenemos que ser realistas, pero teniendo en cuenta que ya son mayores y, dependiendo de sus circunstancias, un hermano debería dar entre unos 400-800€. También puede colaborar con un buen regalo.
Los tíos o primos cercanos entre 400 y 600€. Normalmente, este regalo también se da por familias. Imagínate, tus tíos y tus primos (sus hijos) y te dan un sobre que engloba a todos. Pongamos que es una familia de cuatro y dan 1000€ y, además, hacen un regalo: el ramo de novia.
Por último, los amigos muy cercanos o los testigos. Estos a menudo llegan a los 300€ si van solos o 500€-550€ en pareja.
En estos casos, más que una cifra exacta es el vinculo emocional que tengan con los novios.
Invitados lejanos
En este grupo entran los amigos de los padres, conocidos, compromisos o antiguos compañeros de trabajo, que asisten más por cortesía que por la relación directa con los novios. En estos casos entre 150 y 200€ por persona es una cantidad razonable para cubrir su asistencia sin resultar distante.
Como hemos dicho, todo depende de las circunstancias que estén atravesando los invitados. Seguramente muchos de ellos quieran dar más y no puedan. El dinero no tiene que ser el protagonista de la boda, pero sí una muestra de consideración y gratitud hacia quienes han puesto tanto empeño en compartir su felicidad. Lo importante es que el gesto sea sincero y acorde a las posibilidades de cada uno.
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