Ozempic es el nuevo fármaco que muchas celebrities han puesto de moda para adelgazar y que ha llegado al mundo nupcial. Y sí, está revolucionando más de un vestido… y más de una conciencia.
Las mujeres siempre hemos estado atadas al yugo de la estética. Vivimos rodeadas de imágenes de cuerpos deseados y olvidamos que, siempre y cuando estemos sanas, nuestro cuerpo es perfecto tal y como es. Es el que nos sostiene y el que nos permite vivir la vida que tenemos. No deberíamos obsesionarnos pero, claro, en tu gran día quieres lucir radiante pero ¿a qué precio?
Si estás planeando tu boda, sabes que hay mil detalles que gestionar. Pero hay algo que se está colando con fuerza en las prioridades de muchas novias: adelgazar rápido, tanto que ni las dietas exprés ni los entrenadores personales parecen suficiente.
Ozempic llegó a nuestras vidas hace menos de un año y ya se usa, con una facilidad apabullante, como método exprés para alcanzar ese “cuerpo soñado”. El famoso medicamento nació para tratar la diabetes tipo 2, pero su fama se disparó por un “efecto secundario” muy deseado: la pérdida de peso.
El vestido perfecto… ¿para qué cuerpo?
Los diseñadores lo están notando. Y lo sufren. La obsesión por las novias de llegar al día de su boda con una talla que nunca han tenido genera muchos problemas. Para empezar, cuando te enamoras de tu vestido de novia y te lo pruebas por primera vez, se toman unas medidas. Si esas medidas varían en tiempo récord, el vestido se transforma por completo. Esto es algo que confirma la diseñadora Naama Navipur, asentada en Estados Unidos, que lleva dos años viendo cómo novias y madrinas pasan de una talla a otra en un abrir y cerrar de ojos. “Puedo reconstruir los vestidos, sí. Pero no es lo ideal. Y para las costureras es una pesadilla.”
¿Está pasando lo mismo en España? La respuesta corta es: sí. Aunque de forma más discreta, según firmas como Sophie et Voilà o Coquette Bon Chic. La mayoría de las clientas no confiesan el uso de estos fármacos, pero los cuerpos cambian de forma sospechosamente rápida. Y los diseñadores lo ven.
La ansiedad por «no llegar» a la última prueba del vestido, hace se tomen medidas drásticas. Dejar de comer o recurrir a este tipo de fármacos no debería ser una opción. Sé consciente del tipo de vida que quieres disfrutar. Si no estás cómoda con tu físico ¡hay mil maneras saludables de cambiarlo!
Acudir a un nutricionista, llevar una vida activa, practicar un deporte que disfrutes… Todo eso te acercará a tu objetivo de forma más equilibrada y, lo mejor de todo, es que los resultados perdurarán mucho más allá del gran día.
La boda pasa. Tu salud se queda.
Es fácil dejarse llevar. Las redes sociales, la presión estética, la idea de que tu boda tiene que ser perfecta… Y claro, tú, la novia perfecta,… Pero te contamos un pequeño secreto: Ya eres la novia perfecta. Las dietas milagro y, por supuesto, el uso de fármacos sin justificación médica, no deberían ser una opción para adelgazar.
Está en riesgo tu salud. Sí, adelgazas en un periodo de 4 a 8 semanas pero ¿has pensado en los efectos secundarios? Náuseas, sensación constante de hinchazón, pérdida de masa muscular, incluso ¡desnutrición! sin contar con el posible efecto rebote.
¿Quieres verte espectacular el día de tu boda? Claro que sí. ¿Quieres hacerlo sacrificando tu bienestar, tu salud y tu equilibrio emocional? Esperamos que no.
Como dice el doctor Morillas: la salud no admite atajos. Ni siquiera por un vestido blanco. Porque por muy bien que te quede el escote corazón, el mejor recuerdo que puedes tener de tu boda es sentirte tú misma, cómoda, fuerte, y feliz. Con el cuerpo que tengas ese día. No el que te «facilitó» una aguja.
Y si no, piensa en esto: el ramo lo tiras. El vestido se guarda. Pero tú, tú te quedas contigo para siempre.
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Fuente Lucia Se Casa https://ift.tt/Yle0kKo
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