Si quieres celebrar un enlace diferente y romántico, el ritual de la arena para boda es una ceremonia simbólica muy popular y fácil de organizar
Las bodas están repletas de tradiciones y muchas parejas se decantan por organizar ceremonias simbólicas para hacer de su enlace un momento único y especial. Y entre todas las opciones, el ritual de la arena es uno de los más populares. Este acto ofrece la oportunidad de que los novios se unan en mente, cuerpo y espíritu y normalmente se utilizan para complementar las celebraciones religiosas o civiles, aunque también puede darse el caso de que el matrimonio lo organice para celebrar su aniversario. Sea como sea, es importante destacar que la ceremonia de la arena no tiene validez legal. Hoy te contamos todo lo que debes saber si quieres organizar una.
Origen del ritual de la arena
Aunque es complicado saber su origen con exactitud y existen diferentes versiones sobre ello, se cree que el ritual de la arena para bodas tiene más de 3.000 años de antigüedad. Una de las teorías más extendidas es que la ceremonia de la arena surgió en los enlaces hawaianos, donde las parejas llevaban un puñado de arena de las playas donde nacieron, se criaron o de las tuvieron un significado especial en su vida. En la ceremonia, unían ambas partes en un tarro, lo que simbolizaba un para siempre.
Otra de las creencias es que el ritual de la arena para bodas nació en la cultura hebrea, donde los contratos se cerraban mediante un pacto de sal. Ambas partes llevaban un puñado de sal y también lo juntaba en un mismo tarro, algo imposible de deshacer, lo que significaba que el pacto era eterno.
Significado de esta ceremonia
El ritual de la arena para bodas representa una unión inseparable entre dos personas que pasan por el altar. Cada uno de los novios tiene su propio frasco o puñado de arena, el cual representa sus vidas individuales. Al unir ambas partes, se crea una mezcla de sus vidas en una sola. Uno de los aspectos más especiales y románticos de esta ceremonia simbólica es que es imposible separar los granos de arena una vez unidos. Esto es una clara metáfora de que es imposible separar la vida de la pareja en matrimonio.
Por otra parte, si en el ritual de la arena participan hijos de parejas anteriores, padres, hermanos o amigos cercanos, la ceremonia significará, además, la creación de un nuevo núcleo en común y la integración de nuevos seres queridos.
Como es lógico, el ritual de la arena está cargado de simbolismo. Tal y como hemos comentado anteriormente, la más clara es la unión de dos vidas que no se pueden separar. Cada persona llega al matrimonio con sus propias experiencias, que en este caso serían los granos de arena, y al unirlos, queda representado el esfuerzo de ambos por casarse y la aceptación de sus diferencias para construir un futuro juntos.
Asimismo, algunas parejas eligen echar una cantidad pequeña de arena común antes de mezclar sus arenas individuales. Esta arena puede representar las bases de su relación, como el amor, la confianza, el respeto y la comunicación, sobre las cuales construirán su vida juntos.
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Además, es importante destacar que en muchos casos, la arena se elige de diferentes colores para representar a cada cónyuge. El color puede tener un significado personal para la pareja o simplemente puede servir como una manera atractiva de mostrar la mezcla de las vidas de los novios. Por ejemplo, uno de los novios puede elegir un color que represente su personalidad, mientras que el otro puede elegir un tono que represente su cultura o sus valores. Esto dependerá de cada matrimonio.
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Cómo realizar el ritual en tu boda
Lo primero que necesitas para realizar el ritual de la arena en tu boda son unos materiales imprescindibles. Elige dos frascos pequeños al gusto para cada uno de los protagonistas. También debes incluir uno más grande para mezclar ambas partes, por lo que debes asegurarte de que tenga suficiente espacio como para que quepan. Puede ser un jarrón o un recipiente especial como un marco de fotos o una pieza en forma de corazón. Otra idea de lo más original es que el recipiente sea de la forma de las iniciales de ambos. Por supuesto, se necesitará una mesa donde colocar todo esto durante el evento. No olvides decorarla como prefieras, con flores, velas o algún elemento que refleje el estilo de la ceremonia. Muchas parejas deciden conservar estos elementos e incluirlos como decoración en su nuevo hogar.
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Y como es lógico, algo que no puede faltar es la arena. Si la boda se celebra en la playa, los novios pueden coger este elemento directamente de allí. Sin embargo, si el enlace tiene lugar en cualquier otro escenario, lo mejor será llevar la arena ya preparada. Como hemos comentado, puede ser de un color distinto para cada miembro o también puede escogerse la misma tonalidad. Se puede apostar por usar arena de un lugar que tenga un significado especial para la pareja, como el lugar donde se conocieron, el destino de su primer viaje juntos o su playa favorita para pasar el verano. Y si el matrimonio está de acuerdo, siempre se puede utilizar sal en lugar de arena.
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Diana Zuleta / Fotógrafos de Bodas Medellín (@dzuletawp)
El ritual de la arena suele hacerse justo después del intercambio de las alianzas y de las lecturas de los votos. La ceremonia la dirige un oficiantes y después de que este haya pronunciado unas palabras, la pareja puede comenzar a verter la arena en el recipiente común. Este acto suele realizarse de manera simultánea, aunque algunos lo hacen de forma alternada, con uno de los novios echando la arena primero y luego el otro. Para involucrar a tus seres queridos, añade frascos extra y haz que ellos también participen.
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Los pequeños granos de arena se mezclarán y no podrán separarse jamás. Para recordar el ritual de la arena siempre, se puede conservar el recipiente.
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