¿Qué es lo primero que imaginamos al pensar en la noche de sexo perfecta? Probablemente, nuestras imágenes mentales incorporen alguno de estos elementos: velas, pétalos, lencería, champagne, fresas… pero, ¿es esto lo que realmente necesitamos para una noche de pasión desenfrenada?
Al contrario de lo que el mundo del cine y la televisión nos ha impuesto, la respuesta es no. Y para dar sentido a estar palabras, el doctor Nan Wise, terapeuta sexual de Estados Unidos, ha dado una visión verídica de cómo sería una de estas grandes noches.
Las claves para una noche de pasión
Amarse así mismo no es egoísmo. Esta sería la primera premisa del doctor: amar tu cuerpo. “Debes sentir curiosidad por su sexualidad y explorar todo aquello que te excita. El seco tiene que ser deseado, recuerda que ante todo una buena relación íntima precisa de sentirte presente y partícipe de la acción”.
Una búsqueda en nuestro interior. “Escucha en lo más profundo de ti lo que quieres y lo que tu cuerpo anhela. ¿Cuáles son tus fantasías? ¿Cómo te gusta que te toquen? ¿Por qué no explorar todas las áreas del cuerpo que podrían brindarte placer”. Además, el doctor insiste en que es necesario ir más allá de los sentidos obvios, como son el tacto o la vista. El sentido del oído, es esencial.
Las cosas de palacio van despacio. “Permite que la situación se desarrolle sin precipitarte, es muy importante para aumentar el placer sexual. Reduce la velocidad y disfruta de todas las sensaciones. En definitiva, disfruta del viaje sin preocuparte por el destino”.
Una mirada puede convertirse en todo. “A veces, la mejor manera de concentrarte es ir más allá de las palabras. Mira a los ojos de la persona que lo hacer. Sentiros cerca, sincronizad la respiración. Somos como diapasones, y el buen sexo siempre precisa una gran conexión entre sus participantes”.
Haz que el sexo sea importante en tu vida. “Intenta obtener places, practica lo que yo llamo el hedonismo saludable. Esto no es un lujo, sino una necesidad de todo cerebro sano y equilibrado emocionalmente. Tomate tu tiempo antes de hacerlo. Amplia sus posibilidades y explora sus caminos. Se trata de un viaje sin fin”.
Evoluciona y conviértete. “Una de las lecciones más importantes que nos da el sexo es el hecho de aprender a tolerar más nuestros sentimientos y los de otras personas. Si conseguimos aceptarlos y asumirlos, las experiencias se cuales que tendremos pueden ser verdaderamente curativas y pueden relativizar nuestra mente, cuerpo y alma. Es una forma tangible de conexión con los demás, una fuente de energía inmunoestimulante y un gran depósito de placer”.
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