Aunque es indiscutible que el outfit protagonista de la boda es el de la novia, los looks de la madrina y la madre de la novia también juegan un papel importante. ¡Así deben ser!
Uno de los principales objetivos en una boda es que el traje de la novia sea un acierto, pero no solo ella va a querer estar preciosa, el resto de asistentes también. ¿Y tras el de la novia, que otros dos looks deben ser impecables? El de la madrina y la madre de la novia.
Fotografía: Boda & Arte
La madrina y la madre de la novia deben seguir estas reglas para elegir sus `looks´
– Ponerse de acuerdo entre ellas para no coincidir con el traje: lo ideal es que, además de llevar un traje diferente, no coincidan ni en el color. En el caso de que ambas quisieran llevar algo similar, el protocolo le concede prioridad a la madrina, al final ella tiene una función muy significativa en la boda: la de acompañar al novio al altar.
– Ser fieles al estilo de la boda: muchas parejas incluyen en la invitación una nota explicativa acerca del dress code. La idea es que todos los invitados lo tengan en cuenta, pero en su caso es de obligado cumplimiento. No olvidemos que tanto de la madrina como de la madre de la novia se espera un alto nivel de elegancia y que ellas, al igual que la novia, van a ser objeto de todas las miradas.
Fotografía: Boda & Arte
– Ni blanco, ni negro: el protocolo dicta para esta ocasión tan especial que ninguna invitada vista de blanco a excepción de la novia ni de negro. Esta regla también deben cumplirla la madrina y la madre de la novia.
– Grado de formalidad: a la madre de la novia se le permite un look más informal dentro de la elegancia. Puede optar por un traje de chaqueta de falda o pantalón o un vestido cóctel. Por su parte, la madrina puede permitirse incluso el lujo de ir de largo en una boda de día, donde las leyes protocolarias nos dicen que el resto de invitadas, incluida la madre de la novia, deben llevar un largo tipo cóctel.
Fotografía: Inma Fiuza
– Los complementos: es muy habitual para este tipo de eventos lucir una pamela o un tocado, pero para estos casos lo correcto es que la madre de la novia le pregunte a la madrina si va a usar alguno de estos complementos; si la respuesta es no, la madre de la novia tampoco debería ponérselo con el fin de no robarle protagonismo.
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