Mak ha sido el primer perro que ha llevado los anillos de boda de sus dueños en Vitoria. Un acto que abre camino a más derechos para los animales
Seguro que recordáis esta historia que contamos hace apenas unas semanas. Mak es el perro de una pareja de Vitoria, un mestizo que fue elegido para llevar los anillos de boda de sus dueños. En un principio, al ayuntamiento negó la presencia de Mak en el enlace pero, tras una lucha incansable, Conchi y Roberto han podido disfrutar de su peludo en el día más importante de sus vidas.
Mak, un protagonista indiscutible
Mak se ha convertido en el perro más famoso de Vitoria. El pasado sábado se convirtió en el primer perrito en participar en una boda. Fue el encargado de llevar los anillos de boda de los contrayentes, sus padres, Roberto y Conchi. Como hemos dicho, cuando lo plantearon, recibieron un “no” por respuesta, pero con las nuevas normativas sobre animales, con denuncias en varios medios de comunicación y con más de 34.000 firmas, estos recién casados han logrado que su perro estuviera presente en el día más feliz de sus vidas.
Como no podría ser de otra forma, Mak se enfundó en un elegante frac perruno con un cojín en la espalda a juego donde portaba los anillos de boda. Un perrito de lo más formal y un look de lo más apropiado para coronarse como el primer perrito en participar en una boda. Pero no solo ha llamado la atención su look, también el de los novios. Ambos han lucido muy atrevidos. Ella ha llevado un impresionante vestido de tul, con mucho volumen, en color rosa fucsia y gris. El novio ha lucido un traje negro con detalles de lentejuelas en color plata, cadenas, boina y camisa rosa fucsia para ir a juego con la novia. “Se ha comportado genial en todo momento, a pesar del barullo que se ha formado”, cuentan los novios.
Mak tenía que respetar una serie de pautas para poder vivir el momento de la boda de sus dueños. Primero debía estar correctamente identificado y con sus vacunas en regla, debía estar controlado y debía mantener un comportamiento adecuado. Tampoco pudo comer ni beber durante el acto, ni alterar al resto de invitados. También se les pidió a los dueños un seguro por lo que pudiera pasar. Desde el ayuntamiento comunican que se le iba a dar el visto bueno al perro, incluso si fuera de una raza peligrosa, aunque en este caso se le hubiera pedido un bozal.
Los derechos de los perros en las bodas
Mak ha sido un impulso para todas las mascotas y es que estas ya son parte de la unidad familiar. En Álava un juez autorizó que un recluso tuviera un ‘vis a vis’ con su perro antes de que fuera sacrificado, ya que la normativa no autorizaba la entrada de perros a la cárcel. Finalmente, este encuentro no se llegó a dar porque el preso no llegó a presentar el certificado veterinario, exigido por el juez, sobre el estado del animal. En Logroño también se ha plateado la posibilidad de que los perros puedan participar activamente en las bodas.
Eudel, la asociación de municipios vascos, ya está elaborando una ordenanza tipo para que todas las localidades vascas acepten a los perros en las bodas. Y no solamente en estos eventos, también para que puedan entrar a otros espacios públicos. En Vitoria sostiene que los nuevos derechos de los animales deben ser reconocidos en cualquier lugar, aunque no adelantan acontecimientos.
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