Shaun y Carmen se casaron el 24 de junio de 2023 en Salamanca. Para su celebración, que comenzó a las 12 de la mañana en La Catedral Vieja de la capital charra, eligieron un espacio con mucho encanto y unas vistas insuperables: el Hotel Hospes Palacio de San Esteban.
Carmen conoció a Shaun en Irlanda en el año 2008. “Cuando tenía 15 años mis padres decidieron mandarme a estudiar a Dublin un año para perfeccionar el inglés”, recuerda la novia. “Nos conocimos el primer día de curso en clase de irlandés. Estuvimos juntos en clase y fue mi noviete durante todo ese año. Al terminar el curso seguimos en contacto un par de veranos más, pero cuando empezamos la universidad finalmente perdimos toda relación”.
“Sin embargo, en el año 2017 me escribió en mi cumpleaños para felicitarme”, prosigue. “En ese momento él vivía en Vancouver y yo en Madrid. Pese a ello empezamos a hablar diariamente y tras cuatro o cinco meses de conversaciones decidí irme a visitarle a Canadá. Llevábamos siete años sin vernos. Pasamos unos días juntos maravillosos y ahí empezó todo. Tuvimos una relación a distancia hasta que finalmente, tras acabar la carrera, pude irme con él a vivir a Vancouver”.
El vestido y los complementos
Desde que Shaun y Carmen se prometieron, ella supo que quería un vestido de Helena Mareque. “No tenia mucha idea de como quería que fuese mi vestido de novia, lo único que le dije a Helena es que quería que fuera especial, no me veía con un vestido de novia al uso. Tras la primera visita me dio a elegir entre unos cuantos diseños, y cada uno me gustaba más que el anterior. Las telas que tiene en el taller son una auténtica maravilla”.
“Al final elegimos un tweed de seda. Con esta misma tela me hizo el vestido de la ceremonia, una americana a juego que no me pude poner por la ola de calor que tuvimos ese día y un vestido corto con los tirantes en negro”.
“Al vestido de la ceremonia le añadió un velo con un lazo negro en la parte de arriba”.
La novia acompañó su outfit con unos zapatos muy especiales: “Los zapatos los quería en negro, de ahí el detalle del velo en el mismo color. Tenía claro que llevaría unos salones de Dior con la tira blanca. La verdad que estoy muy contenta con la elección, ya que mi vestido no llegaba hasta el suelo y se veían ligeramente. Al ser en negro me parece que le daban un toque muy especial. El segundo vestido, al ser corto, hacía que luciesen muchísimo más”.
Respecto a las joyas, “llevé mi anillo de pedida, una pieza para mí muy especial que me trajeron de Sudáfrica, de donde son Shaun y toda su familia, y unos pendientes de brillantes que pertenecían a mi abuela materna”.
El ramo de flores “lo elegí en la floristería a la que llevamos yendo toda la vida en Salamanca, justo debajo de mi casa, Floristería Pétalos. Eran cuatro rosas blancas con el tallo largo. Yo no soy muy alta y no quería que fuese muy voluminoso. En el ramo añadí un lazo de terciopelo con una medalla de la virgen del Carmen que me regalo mi amiga Bea y un colgante con las fotos de mis abuelas, las dos fallecidas, que me regaló mi suegra”.
“Para el maquillaje recurrí a la misma profesional que me maquilla en todas las bodas que tengo en Salamanca, Toñi. Llevo años acudiendo a ella y ya me conoce muy bien la piel. Yo quería un maquillaje muy natural y estuve encantada con el resultado”, explica Carmen.
Para el peinado confió en la peluquería Paco y Claro Young Design. “El pelo lo llevé suelto, ya que con la caída del velo era lo que más me convencía. El problema fue que hizo mucho calor ese día y me lo recogí en cuanto me quite el velo y nos sentamos a comer”.
El novio, la madrina y la madre de la novia
Shaun llevó un cheque de Silbon. “Me costó Dios y ayuda convencerle de que se pusiese chaqué, ya que en Irlanda no es muy común para el novio, allí se lleva mas el esmoquin. Cuando fuimos a Silbon y se lo probó le quedaba como un guante, así que no tuve que intervenir más, ya estaba más que convencido”, asegura.
La madrina, por su parte, “llevaba un vestido en gris que le quedaba espectacular, es una señora muy elegante. Lo compró en Roisin Linane y tenía una caída maravillosa. Lo adornó con un collar de perlas”.
“Mi madre se compro un vestido en Dolce & Gabbana con un estampado de flores rosas y rojas precioso. Al ser de tirantes, se compró una sobrecamisa del mismo estampado para cubrir los hombros en la ceremonia y unas sandalias doradas de Christian Louboutin”.
La ceremonia y la celebración
La ceremonia se celebró en la Catedral Vieja de Salamanca. “Es un sitio muy especial para mí, ya que mi madre y mi hermana también se casaron allí. La decoración se la encargué a Floristería Pétalos”.
“Estuvo todo adornado con hortensias blancas, tanto el interior como el exterior, junto con una guirnalda de paniculata en las escaleras”.
“Yo fui en coche hasta un poco antes de la iglesia y recogí a los pajes, ya que quería tener alguna foto con ellos andando. Los niños llevaban una camisa de lino y pantalón Beige y tirantes negros, y las niñas un vestido Beige con los bordes en negro, todos de la tienda de Madrid Teresa y Leticia”.
“Fue una ceremonia bilingüe, porque queríamos que la parte de mi marido también se enterase de lo que sucedía. Al ser Shaun protestante, no nos dejaron celebrar la eucaristía, por lo que fue cortita, no llegaría a los 40 minutos. Los misales los diseñé yo, y los hice en los dos idiomas”.
La celebración tuvo lugar en el Hotel Hospes Palacio de San Esteban. “Mi tío es el dueño del hotel y tiene una de las vistas más espectaculares de la ciudad”.
“Para mí fue la mejor decisión que pudimos tomar, ya que bajo ningún concepto quería poner autobuses”, asegura Carmen. “Muchos invitados venían desde muy lejos y no queríamos, después de todo el trajín del viaje, meterles otros treinta o cuarenta minutos en un autobús. Al ser un hotel, gran parte de los invitados se hospedaron allí, por lo que fue muy cómodo para ellos”.
“Una de las mejores cosas que tiene Salamanca es que se puede ir a todos los sitios andando y quisimos aprovechar esta oportunidad para hacerles la vida más fácil, además de permitirles conocer la ciudad”.
“La organización de la boda la llevó a cabo Raquel y fue exquisita. No tengo ninguna pega, me hicieron el proceso muy sencillo y supieron plasmar perfectamente en la decoración todo lo que tenía en la cabeza”.
“Yo quería una boda en la que predominasen el blanco y el negro, y tanto en la decoración de las mesas como en el mobiliario y hasta en el candy bar fueron los colores destacados”.
“Toda la papelería estaba en el mismo estilo, muy sencillo y minimalista. Tanto las minutas como el seating plan los diseñé yo. El seating lo imprimimos en un panel de tres metros por orden alfabético, adornado con unas guirnaldas de paniculata, y quedó precioso”.
“De las flores y decoración de las mesas se encargó la floristería Bedunia”.
“Al ser una boda de día, nos recomendaron poner una carpa, de la que se encargo Carpas HC. Menos mal que lo hicimos, porque en la Huerta, donde tuvo lugar la boda, no hay mucha sombra. El mismo lunes antes de la boda y con una previsión de 37 grados tuvimos la necesidad de contratar aire acondicionado y la verdad que nos salvó la vida literal, porque el calor a las tres de la tarde era ya insoportable. De esto último se encargo Ibercalor”.
“El catering fue el del mismo hotel, Restaurante El Monje. Nos decidimos por la merluza de primero y carrilleras de segundo. Estaba todo riquísimo, pero sobre todo el postre, que fue un pastel portugués con helado de galleta. El cóctel también fue espectacular, pero lo sé por la prueba del menú, ya que ese día apenas tuvimos tiempo de probar todo otra vez”.
“El jamón fue de Blázquez, una empresa de Salamanca presente en multitud de países. Recurrí a ellos ya que conocía su calidad y fue un gran acierto. Durante la comida, contratamos a una chica para que nos pintase un cuadro en directo. Es de las cosas que más me alegro de haber hecho, ya que tenemos un recuerdo precioso para poner en casa que siempre nos va a recordar el día tan feliz que pasamos. La chica fue encantadora y nos hizo una obra de arte, se llama Lorea y su instagram es @conlorea.”
“Para la fiesta, decidimos poner un escenario dentro de la piscina, una idea que me dio el marido de mi prima y que me pareció lo mejor para aprovechar todo el espacio. De la iluminación y del montaje del escenario se encargó Alo Producciones. Nos montaron todas las luces, tenía claro que no quería luces directas, así que salían del suelo y se proyectaban en el edificio del hotel. Con las vistas de las catedrales de fondo no necesitábamos mucho más”.
“El Dj fue Miki Strello. No le conocí personalmente hasta el día de la boda, pero fue súper amable, educado y divertido, supo perfectamente qué tipo de boda queríamos, ya que al ser mitad de habla inglesa no queríamos monopolizar la música con flamenco o reggaeton”.
Las invitaciones y el regalo de los invitados
“Las invitaciones se las encargué a Marsuca, una empresa de Salamanca. Fueron unos sobres artesanales de color gris y una invitación tradicional. Yo quería los sobres en negro, para seguir un poco la estética de la boda, pero me convencieron de que a lo mejor daba mal fario. Respecto al regalo de las invitadas, repartimos pashminas de todos los colores junto con alpargatas y abanicos en negro, por supuesto”.
“A los huéspedes que se alojaron en el hotel les dejamos unas bolsas en la habitación con productos típicos de Salamanca y una nota de agradecimiento por venir. Y entre los hombres repartimos puros. De esto último se encargaron mi padre y unos amigos nuestros de toda la vida, que se dedican a ello”.
El momento más emotivo
“Mis amigas de toda la vida y testigos vinieron a arreglarse a casa. Les compré un pijama de seda en tonos azules con su nombre bordado, ¡siempre he sido muy fan de estas americanadas! Me ayudaron a vestirme. Mi amiga Laura me dedicó una palabras preciosas antes de salir, que me emocionaron mucho”.
“Por otro lado, durante la celebración Shaun dio un discurso tanto en español, que todavía no habla muy bien, como en inglés. Fue un momento muy emocionante. Mi madre también nos dedico unas palabras tanto en inglés, que tampoco habla muy bien, como en español y fue uno de los momentos mas bonitos de la boda”.
Las invitadas más elegantes
“Mi hermana llevaba un vestido de Helena Mareque que es un autentica joya y que yo creo que es icónico de esta diseñadora. Se trata de un diseño de flecos en beige y verde con un bordado de abalorios en el pecho. Estaba ideal. También iban espectaculares mis amigas testigos y mis amigas del Colegio Mayor”.
El fotógrafo
“De las fotos se encargó el hermano de la mejor amiga de mi madre. Se llama Francisco Madrid y nos conocía de la boda de mi hermana. Ni mi marido ni yo somos muy de posar, pero estuvimos muy cómodos a pesar del calor. Él entendido perfectamente que queríamos fotos naturales y nada incomodas y estoy encantada con el resultado”.
Wedding Planner
“La wedding planner fue la hermana de un amigo mío, Ana, de @marela.weddings, que me conoce de toda la vida. Fue todo muy fácil con ella la verdad, nos ayudó muchísimo con todo. En cuanto tenía cualquier idea, por loca que fuera, me la encontraba realizada en menos de una semana. Era como quedar con una amiga cada vez que nos veíamos y nos dio muchísimas ideas. Aunque tengamos ya al equipo del hotel para ayudarnos, que es fabuloso, me pareció imprescindible su ayuda ese día”.
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