Hay una creencia muy extendida que viene a decir que, si las novias lucen perlas durante su gran día, pueden atraer la mala suerte en el matrimonio. ¿De dónde proviene esta leyenda?
Sabemos que las supersticiones están más que presentes en las bodas: que el novio no vea el vestido de la novia antes del altar, que las novias porten algo nuevo, algo viejo y algo azul, la liga nupcial… pero hay una que no representa la buena suerte, más bien todo lo contrario.
Fotógrafos: Franco Gribodo y The Ivory Roses
Perlas, ¿el origen del fracaso conyugal?
Así es, según piensan algunas novias, si lucen perlas en su gran día pueden atraer catástrofes en su nueva vida. No era esto lo que se pensaba en la Antigua Grecia, desde luego. Y es que los griegos asociaban las perlas con la diosa Afrodita, ya que ambas habían nacido en el mar. De esta manera, las perlas tenían cualidades como el amor o la belleza, al haber compartido océano con Afrodita.
No siguieron esta tradición los romanos quienes, por lo contrario, entendían las perlas como lágrimas de los dioses. He aquí el verdadero origen de por qué aún se sigue creyendo que las perlas pueden ocasionar horrores ya que se generó la idea de que las perlas atraían la tristeza al matrimonio.
Por supuesto, no hay ninguna evidencia de que esto sea así. Como siempre aconsejamos, lo más recomendable es que cada pareja modele o tome las supersticiones a su buen juicio.
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