Cada vez son más comunes las bodas civiles, algunas estadísticas hablan ya de más de la mitad y, aunque en España no es tradición que los novios se digan los votos, empieza a ser habitual ver a las parejas declarando su amor a los cuatro vientos.
Lo bueno que tienen las bodas civiles es que se pueden personalizar todo lo que uno quiera: ritos religiosos o paganos, incluso ritos de otras culturas, música en directo no necesariamente religiosa con la que se identifiquen los novios, intervenciones de amigos y familiares (para dar un discurso o pegar alguna sorpresa de última hora) y, por supuesto, los votos.
Lo hemos visto durante años en las películas, ahora toca ponerlo en práctica. Pero, ¿cómo? Bueno, nosotros somos 100% partidarios de los votos personalizados y es algo que siempre recomendamos a los novios, pero hay que seguir unas pautas. Ahí van nuestros consejos:
1. Dejad los votos para el final de la ceremonia. Que sea el climax de tanta emotividad. El broche final.
2. Si ponéis música que sea de fondo, bajita. Lo importante son las palabras.
3. Expresaros tal y como sois. Que os salga de dentro, natural, sincero. Si nunca en la vida habéis escrito poesía, éste no es el día para empezar.
4. Usar vuestro propio lenguaje, vuestro propio vocabulario, no significa que podáis decir cualquier tontería. Hay una línea entre lo divertido y lo ridículo. Hablad sobre la persona que tenéis enfrente y de por qué queréis pasar con ella lo que os queda de vida.
5. Sed breves. Lo bueno, si breve, ya se sabe. Pensad que probablemente os emocionaréis. No es plan de que os peguéis cinco minutos tartamudeando delante de todo el mundo.
6. Mejor de memoria que leyendo pero una copia en papel siempre viene bien. En letra grande y en cartulinas mejor que en un folio que se pueda volar con el viento.
7. Si os emocionáis demasiado, paraos. Respirad, bebed agua, besad a vuestra pareja si queréis. No tratéis de soltar el discurso deprisa y corriendo con tal de acabar antes porque eso sólo servirá para que os pongáis más nervioso.
8. Ensayad delante del espejo (cronómetro en mano) las veces que hagan falta. Ayuda, y mucho.
9. Si sois de diferentes culturas y habláis diferente idiomas, sed valientes y, si controláis un poco el idioma de vuestra pareja, atreveos a decir los votos en el idioma del otro.
10. Y, por último, pero no menos importante. Si contáis con un oficiante o maestro de ceremonias y tenéis cualquier inquietud, no dudéis en preguntarle. Él (o ella) tendrá experiencia en el tema y sabrá cómo aconsejaros.
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