El Instituto Nacional de Estadística indica que la duración media de los matrimonios actualmente es de 16,5 años, ¿cómo aumentar este tiempo?
En una sociedad donde la calidad del vínculo emocional se erige como un factor fundamental, el Instituto Nacional de Estadística revela datos significativos sobre las dinámicas matrimoniales. Con una duración media de 16,5 años, los divorcios mantienen una constancia estos últimos años, con la franja de edad entre 40 y 49 años destacando como el período de mayor disolución conyugal tanto para hombres como mujeres. Con edades medias de 45,9 años para mujeres y 48,4 años para hombres en los procedimientos de divorcio, emerge la importancia de reflexionar sobre la salud emocional en las relacione.
Aquí nace la necesidad de priorizar un amor que no solo brinde compañía, sino que nutra la salud mental. Reconocer los signos de una relación tóxica y cultivar un amor sano es algo primordial para el bienestar individual y la durabilidad de la relación. Pedro Neira, de Clínica López, comparte unos valiosos consejos para cultivar un amor sólido y reconocer las señales de una relación tóxica.
¿Cómo se construye un amor sano?
– Comunicación efectiva: la comunicación es fundamental en cualquier relación. Aprender a escuchar activamente, expresar las emociones de manera clara y honesta, y ser capaz de resolver conflictos de manera constructiva, son habilidades cruciales para mantener una relación saludable. Entrenar la asertividad es clave en cualquier relación social, igual que lo es en las relaciones de pareja, la capacidad para comunicar peticiones, hacer críticas constructivas, verse en el derecho de decir no, tener la capacidad para priorizarse, etc.
– Confianza y respeto mutuo: son pilares fundamentales de cualquier relación saludable. Este punto se une a la asertividad, respetando y haciendo respetar los límites del otro y los míos propios, sin entrar en una comunicación agresiva que imponga al otro.
– Espacio individual: unido a lo anterior, es importante comprender que los seres humanos tenemos necesidades individuales, es importante mantener y cuidar un espacio individual y permitir que cada uno tenga sus propios intereses, amistades y tiempo para sí mismos.
– Apoyo mutuo: este punto conecta con la empatía la identificación emocional y el acompañamiento de las necesidades emocionales propias y del otro. De esta forma es importante identificar y respetar el estado emocional del otro, procurando no invalidarlo. En ocasiones, esto no requiere de hacer, sino que consiste más en estar presente. De esta manera, los momentos agradables fortalecen la relación y en los desagradables, se percibe un apego seguro sobre el que apoyarme.
– Compartir metas y valores: es importante alinear algunas metas comunes, la sintonía en valores y las expectativas para el futuro. Si esto no ocurre, es importante buscar un proyecto o intereses comunes.
– Flexibilidad y adaptabilidad: la relación no será igual siempre, cambiará durante el tiempo y dependerá de cambios individuales y contextuales, de la capacidad de adaptación, de comunicación y de resolución de los conflictos que se puedan generar el importante para el buen funcionamiento de la pareja.
¿Cómo se identifica una relación tóxica?
A lo largo de cualquier relación, es natural cometer errores, los cuales no siempre convierten la relación en algo tóxico o perjudicial. El verdadero desafío surge cuando la incomodidad y el sufrimiento se vuelven persistentes, acompañados por la ausencia de comunicación y una resistencia al cambio. Las relaciones tóxicas generan un constante estado de frustración que afecta negativamente la estabilidad personal de la persona. La identificación de una relación tóxica no es una tarea sencilla, ya que una de sus características es, precisamente, la dependencia emocional que obstaculiza la percepción del problema. Algunas de las señales de alarma son las siguientes:
– Control excesivo: si uno de los miembros de la pareja busca controlar cada aspecto de la vida del otro, desde la vestimenta hasta las relaciones sociales, podría ser un signo de relación tóxica.
– Falta de comunicación o comunicación agresiva: la falta de comunicación o una comunicación agresiva y despectiva puede indicar un problema. El diálogo debe ser constructivo, no destructivo.
– Manipulación emocional: la manipulación emocional, como la culpa constante o la victimización, puede ser una señal de que la relación es perjudicial para la salud emocional de uno o ambos miembros.
– Aislamiento social: si uno de los miembros de la pareja intenta aislar al otro de amigos y familiares, puede ser un intento de controlar la situación y puede ser perjudicial para la salud emocional
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