El día de su boda, la infanta Elena lució una de las joyas más glamurosas de la familia real: la tiara Marichalar. ¿Qué ha sido de ella?
Fue Jaime de Marichalar, su entonces esposo, quien se la regaló y con ella desfiló camino al altar el día de su boda. La tiara Marichalar fue una de las joyas clave para la infanta Elena. Su nombre le viene porque le perteneció a su familia política. Fue el 18 de mayo de 1995 cuando se anunció el compromiso del desconocido Jaime de Marichalar y la Infanta. Una boda que pocos se esperaban y que tuvo, como primera joya, un anillo de pedida de platino adornado con un diamante central en zona de lágrima. El segundo regalo que le hizo Jaime de Marichalar a la infanta Elena fue esta tiara, una joya de la que no se desprendió ni cuando acabó su relación. Pero, ¿qué pasó con esta corona?
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La tiara Marichalar
La tiara fue creada por la joyería Ansorena. Fue realizada con diamantes engastados en platino y combinó dos elementos de inspiración clásica: una corona de laurel y un diseño de grecas griegas. Cuando la joya pasó de la familia Marichalar al joyero de la Infanta, se le añadió una base de platino con pequeñas decoraciones circulares que le aportaban una mayor estructura, aunque esta la solía quitar. Es una joya versátil ya que se puede jugar con los diferentes elementos que la componen.
El día de su boda, la infanta Elena la estrenó. No era la primera vez que esta tiara participaba en un evento nupcial. Ya decoró la cabeza de María de la Concepción Sáenz de Tejada en su boda con Amalio de Marichalar en 1957 y también en la boda de Ana de Marichalar con Luis Coronel de Palma, en 1989. Ahora era el turno de la Infanta. Y no solo la llevó el día de su boda, Elena la empleó en cada uno de los eventos de gala a los que acudió mientras estuvo casada y la llevó en varias bodas reales europeas.
¿Qué ha sido de la tiara?
En 2018, Ana Coronel de Palma y Marichalar la lució el día de su boda usando las hojas de laurel como horquillas, sujetando su pelo en la parte posterior y transformando las grecas helénicas en un collar. En 2020, en las bodas del conde de Ripalda, las hermanas Inés y Blanca de Marichalar también las llevaron. Quizás la infanta Elena terminó devolviendo la tiara a su familia de origen. Pero, ¿quién la guardará ahora? No lo sabemos. Lo que sí tenemos claro es que quizás Victoria Federica pueda utilizarla en su boda si esta decide casarse.
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