Cada una tiene unas necesidades faciales diferentes pero, ¿qué pasa si os decimos que podemos mejorar la piel, independientemente de si es seca o grasa, a base de técnicas?
Cuando hablamos de cuidado facial, lo primero que viene a la mente son los productos que debemos aplicar de cara a solucionar las diferentes preocupaciones asociadas a nuestra piel. Ahora bien, existen otros muchos gestos que son sencillos de incorporar en nuestro día a día y que, repetidos a lo largo del tiempo, te mostrarán cómo mejora la salud de tu piel apoyando a cualquier cosmético que suelas aplicar cotidianamente. Lee con atención, porque seguro que alguno no lo conocías.
– Cambia la funda de tu almohada asiduamente
¿Tiene algo que ver tu almohada con la salud de tu piel? Hay quienes dirían que no, pero las expertas afirman categóricamente que sí. “Mientras dormimos, es más que habitual que el exceso de grasa que produzca nuestra piel se deposite en el tejido de la almohada. Lo mismo ocurre con las lágrimas, saliva, etc. Según van pasando los días, estos depósitos pueden convertirse en el nido perfecto para posibles bacterias, siendo una fuente clara de imperfecciones en nuestro rostro”, comenta Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga, responsable técnica de Ambari. Concretamente, recomienda “lavar la funda cada dos o tres días. De este modo, se prevendrá la aparición de puntos negros y posibles granitos”.
– Lava tu rostro a 30ºC
Es importante el limpiador que uses, sí, pero también la temperatura del agua con la que lo aclares. Ni demasiado fría, ni demasiado caliente, esa es la clave. “Si tuviéramos que elegir una temperatura exacta, rondaría los 30ºC, la ideal para poder fundir las impurezas y eliminarlas del rostro, pero sin llegar a comprometer la barrera hidrolipídica de la piel”, expone Elizabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8. Entonces, ¿el famoso truco de lavar el rostro con agua helada con fines antiedad, no es beneficioso? “Técnicamente, cuando aclaramos la piel con agua muy fría, los lípidos que la conforman y las impurezas de base oleosa tienden a solidificar. Por entenderlo, es como si dejamos enfriar el aceite de una sartén y luego intentamos lavarla con agua fría. Es posible que, dada la situación, la sartén se mantenga sucia. Pues bien, lo mismo ocurre con nuestro rostro. Sin embargo, sí es cierto que podríamos aclarar con agua tibia y, después, una vez retirada la suciedad, dar un golpe de agua fría al rostro. De este modo, limpiaremos en profundidad y mejoraremos la circulación”, añade la experta.
– Lleva una bruma en el bolso
A lo largo del día, es probable que la piel pierda los niveles óptimos de hidratación. Esto se puede deber a numerosos factores, como la calefacción o el aire acondicionado en las oficinas, el estrés o la propia contaminación de las ciudades. Para asegurar que la piel mantiene un equilibrio de humedad y evitar irritaciones o envejecimiento prematuro, entre otras muchas consecuencias, “lo mejor es llevar una bruma que la repulpe, la equilibre y le devuelva toda la jugosidad”, comenta Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza. Un aliado perfecto es Queen of Hungary Mist, de la misma firma. “Contiene flor de naranjo, rosa y salvia que tonifican la piel, además de pectina de manzana que proporciona gran hidratación, y un complejo termal patentado que equilibra y regenera”, concluye la directora técnica.
– Entiende tu cuello como parte del rostro
En un arranque ahorrativo o de pereza, es más que habitual que se nos “olvide” aplicar los productos de la rutina facial en el cuello y el escote. Esto debe de cambiar, sobre todo para nosotras, que vivimos en España. “Esta falta de tratamiento da lugar al concepto del escote español, un tipo de cuellos y escotes que presentan un mayor fotoenvejecimiento, con más arrugas y manchas, puesto que vivimos en un país con muchas horas de sol. Debemos aplicar la rutina facial en esta zona, puesto que tiene una piel más sensible y además está más foto expuesta”, analiza Raquel González, cosmetóloga y directora de formación de Perricone MD. En este sentido, también serán beneficiosos los productos específicos, ya que tratarán la zona de una forma mucho más efectiva.
– Ahorra usando una Gua Sha para aplicar tus productos
Está de moda y no es para menos, puesto que permite optimizar los productos de belleza y mejora la calidad de la piel y la musculatura del rostro. “La piedra gua sha ayuda a desbloquear la musculatura facial. Además, permite drenar el exceso de líquido que acumulamos en algunas zonas específicas, como suele ser el contorno de los ojos o la zona de la papada, haciendo un ejercicio de drenaje linfático”. Comenta Bella Hurtado, directora técnica de Boutijour. Por otro lado, cuando la Gua Sha tiene una zona en forma de V en uno de sus extremos: “Ofrecerá terapia reafirmante en rostro y cuerpo, sobre todo en zonas como la mandíbula, las mejillas, el mentón, el cuello, los brazos y las piernas. Además, La punta sobresaliente de la V ayuda a la eliminación de las toxinas mediante técnica de acupresión, pudiendo usarse en ojos, mejillas, frente y mentón”, explica. Por último, tanto las Gua Shas como los rollers son unos grandes aliados de nuestra economía, ya que ayudan a ahorrar en producto: “puesto que no son porosos, toda la cantidad del producto penetrará en nuestro rostro, algo que no ocurre cuando usamos las manos, en las cuales se suele quedar parte del cosmético”, concluye.
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