Este año era uno de vuestros buenos propósitos, y habéis conseguido ir los dos al gimnasio y cumplir semanalmente con vuestra cita con el deporte, pero… ¿crees que es mejor ir con tu pareja al gimnasio, o cada uno por su lado? Hoy te contamos los pros y contras para que tomes la mejor decisión, ¡tú eliges!
Los puntos buenos de ir al gimnasio en pareja
Asistencia asegurada. Esto es, sin duda, lo mejor de ir al gimnasio en pareja. Cuando uno esté cansado, el otro tirará para no faltar a la cita, no habrá excusas por pereza, porque llueve o hace frío… tu pareja conseguirá que vayas, sí o sí. Y es que, yendo solo, es más fácil que la pereza pueda contigo y dejes de ir a las pocas semanas de haberte apuntado.
Más tiempo juntos. Si el trabajo y la rutina diaria hacen difícil que podáis coincidir entre semana, ir al gimnasio juntos será la mejor excusa para compartir más tiempo juntos. Además, al salir podréis disfrutar de un aperitivo juntos para recuperar energías, o un paseo de camino a casa compartiendo las anécdotas del día.
Motivación. Si crees que hacer deporte y ponerte en forma es un imposible en tu vida, ir con tu pareja al gimnasio te motivará, ya que si en algún momento sientes que no te quedan fuerzas, recibirás ese apoyo y aliento necesario. Poco a poco, te encontrarás mejor físicamente, te verás mejor en el espejo y verás cómo vas superando tus metas gracias al apoyo de tu pareja en el gimnasio.
Los “contras” de ir con tu pareja al gimnasio
Demasiado tiempo juntos. Si también contábamos con esto con un punto bueno cuando no podéis coincidir, hay casos en los que puede ser también un problema. Si trabajas con tu pareja o estás prácticamente todo el día con ella, necesitarás tu espacio y te vendrá fenomenal tu horita de gimnasio a solas.
Necesidades diferentes. Si cada uno tiene marcado un objetivo diferente y cuenta con una forma física muy opuesta, quizá os ayude más ir por separado al gimnasio. Cada uno contaréis con vuestro entrenamiento personalizado y las carencias o exceso de forma de uno no afectarán negativamente al otro, consiguiendo así de mejor manera las metas de cada uno.
Libertad de elección. El hecho de poneros de acuerdo para ir a una clase de spinning o de pilates, si uno quiere ir al Spa pero el otro a hacer máquinas… son alguno de los problemas más habituales de ir al gimnasio en pareja, algo que no tendrás que pensar si vas por tu cuenta, ya que realizarás los ejercicios que te apetezcan, el tiempo que quieras y elegir las clases que más te gusten.
Piénsalo, háblalo con tu pareja y poneros de acuerdo, quizá sea una buena opción el ir 2 días juntos y 2 por separado… No olvidéis el neceser con productos específicos para cada uno, ¡y a ponerse en forma!
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Fuente LuciaSeCasa http://bit.ly/2ZA1bcF
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