Esperas con mucha ilusión el día de tu boda pero cuando llega, pasa muy rápido y ahora toca guardar el vestido para siempre, a no ser que tu hija o tu nieta quieran llevarlo. Entonces…¿Cómo podemos guardar nuestro vestido de novia sin estropearlo? Hoy te vamos a dar unos consejos para conservarlo en perfecto estado y te aseguramos que funcionan.
Cuando pase tu boda, puede que algunos elementos puedas utilizarlos alguna que otra vez en tu vida: los zapatos, la pieza más fácil de reutilizar, las joyas, el ramo de novia podrás usarlo como decoración floral en casa… Pero hay algo que, lo más seguro, es que no utilices más (a no ser que vuelvas a pasar por el altar) y eso es: el vestido de novia.
El vestido de novia (la mayoría de las veces) es algo que nos podemos una sola vez y que queremos conservar siempre para el recuerdo. Por lo que nos hacemos la pregunta, ¿cómo podemos cuidar nuestro vestido de novia sin estropearlo?
Puede que lo guardemos para siempre o que nuestras hijas o nietas, quieran casarse con él. Las modas vienen y van y quizás dentro de unos años tu vestido sea un símbolo de estilo, por eso debemos de darle los cuidados adecuados para se mantenga impecable.
¿Cómo podemos cuidar nuestro vestido de novia?
Lo primero que debemos tener en cuenta es los consejos que nos de el diseñador de nuestro vestido o la tienda donde lo hayamos comprado. Ellos sabrán los cuidados que hay que darle.
A la hora de limpiarlo, podremos lavarlo en casa o lo podemos encargar a profesionales. Si prefieres hacerlo tú, tienes que tener en cuenta la composición de las telas, los adornos o pedrería, para luego no lamentarnos. Podemos lavarlo a mano (aunque cueste algo más por el peso) o a máquina en un lavado corto y delicado y siempre con jabón neutro. Para dejarlo secar no hay que colgarlo, lo mantendremos extendido. Si hay que plancharlo, utiliza un vapor suave.
Si no, siempre podrás visitar una tintorería especializada es vestidos de novia. Un punto muy importante es lavar el vestido de novia rápido y no dejarlo muchos días. ¿Por qué? Las manchas pueden volverse resistentes con el paso de los días y pueden volverse unas enemigas fuertes, imposibles de eliminar.
¿Cómo lo guardamos?
Una vez que hemos limpiado el vestido debemos guardarlo. El mejor sitio es en una caja de cartón resistente.
Rellenaremos el busto del vestido con papel de seda blanco para que no pierda la forma y lo doblaremos sobre la falda con las mangas en la parte superior de la prenda. El vestido debe quedar holgado en la caja. Después lo envolveremos en papel de seda blanco y así, lo guardaremos en la caja de cartón añadiendo una bolita de naftalina. Debemos tener cuidado con la naftalina, tiene que quedar entre los papeles pero no en contacto directo con nuestro vestido de novia.
Cambiaremos la bola cada tres meses. Luego cubriremos todo el conjunto con muselina de algodón para que absorba la humedad, esto ayuda a conservarlo. Guarda la caja en un lugar limpio, seco y oscuro e intenta sacarlo alguna vez para airearlo y evitar que las arrugas se vuelvan permanentes. Otra alternativa es envasarlo al vacío, una opción que ofrecen empresas especializadas pero quedará muy arrugado.
Esperamos que este post te haya servido de ayuda y que tu vestido se conserve durante muchos años, tantos, que resulte una tradición de boda familiar.
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Fuente LuciaSeCasa http://bit.ly/2BZ9THd
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