No, por más que algunos se empeñen en defenderlas, las invitaciones digitales no ofrecen lo mismo que las invitaciones en papel. Te contamos todas sus ventajas.
Es posible que no recuerdes la última vez que escribiste una carta o dejaste un sobre en un buzón. Es lo más frecuente hoy en día. Sin embargo, en lo que se refiere a las invitaciones de boda, te aseguramos que merece la pena hacerlas como siempre se ha hecho y enviarlas a la vieja usanza.
Te explicamos todas las ventajas de mandar invitaciones en papel en lugar de las digitales, o, al menos, junto a ellas.
Ventajas de enviar invitaciones en papel
– Demuestra que tus invitados son importantes para ti
Diseñaste o encargaste el diseño, pagaste su impresión y te tomaste el tiempo de preparar los sobres para enviar formalmente cada invitación a cada uno de tus invitados. Y esto no les pasará desapercibido. Al enviar una invitación real y tangible, tus seres queridos tienen la sensación de que realmente te importa celebrar tu boda con todos y cada uno de ellos.
Piénsalo: si recibieses un correo electrónico o una invitación digital a una boda, ¿te entusiasmaría de la misma manera invertir tu dinero en ropa, regalo, desplazamiento e incluso alojamiento, que si recibieses por correo un diseño cuidado en papel? Ofrecer a tus invitados algo agradable, les invitará a asistir. No trates de ahorrar en esto.
– Das a tus invitados una primera impresión acerca del estilo de tu boda
Las invitaciones serán la primera pista de vuestra boda que recibirán tus invitados. Por ejemplo, podéis elegir un material representativo de la misma (lino, papel kraft, papel fotográfico), o un tipo de diseño con el que os sintáis identificados (acuarela, fotografía…). Les ayudarás a hacerse una idea de lo que van a encontrarse.
Si las invitaciones están cuidadas y son bonitas, tus invitados querrán conservarlas como recuerdo incluso después del día B, y se sentirán más animados a asistir.
– La invitación no se pierde en una bandeja de entrada
Con tantos mails como se reciben cada día, seguro que más de uno de tus invitados pasaría por alto tu invitación digital. Pasa a menudo. Por no identificar el destinatario, porque el mail va directo a la carpeta de spam…
Al elegir el correo postal, te aseguras de que nadie va a perderlo.
Y, si lo que te preocupa es que tus invitados no se tomen la molestia de confirmar su asistencia, algo que por medio del mail sería más rápido, siempre puedes recurrir a las nuevas tecnologías (una vez enviada la invitación física) para pedir su respuesta.
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