La de Marta y Miguel Ángel puede considerarse toda una boda 2.0, por la manera en que la pareja se conoció e inició su relación. Sin embargo, cuenta con todos los ingredientes de los enlaces más clásicos y románticos.
Marta y Miguel Ángel se conocieron a través de una popular red social. Tuvieron una primera cita a ciegas y conectaron tan bien, que no volvieron a separarse. Ese día estuvieron más de cinco horas paseando y hablando sin que se agotaran los temas de conversación hasta bien entrada la madrugada. Fue el principio de una historia que ha culminado en boda este verano.
Organización de la boda de Marta y Miguel Ángel
Para la organización de la boda Marta y Miguel Ángel contaron con la Wedding Planner Jéssica Palacios, de Essencias de Boda. “Cuando conocí a Jessica supe que debía ocuparse de nuestra boda”, explica Marta. “Tenía referencias de su trabajo a través del blog de Essencias de Boda y sobre todo de sus redes sociales. Se puso a nuestra disposición desde el primer día y, a medida que se iba acercando el momento de la boda e iban aumentando nuestros nervios, contactábamos con su equipo a cualquier hora y nos respondían para intentar solucionarnos el problema”.
“Los meses previos a la boda entendimos que sin ellas todo habría sido una locura”, asegura. “No solo se encargaron de organizar cada detalle para que todo saliera perfecto, también de tranquilizarnos, de darnos ánimos, de ayudarnos a tomar decisiones, de aconsejarnos…”.
El vestido y los complementos de la novia
Marta eligió un vestido de Diego Estrada. “Para mí fue el mejor”, explica la novia. “Después de mucho buscar y buscar, fue el único que pudo hacer realidad el vestido que siempre había soñado. Desde el principio supo plasmar en el boceto lo que tenía en mi cabeza y, cuando llegué a la penúltima prueba, con mi madre, mi tía y una de mis mejores amigas, me puse a llorar al verlo. Pensé en lo feliz que habría estado mi abuela si hubiera podido acompañarnos. Ella, que era costurera, lo habría admirado aún más que nosotras.
Era único… cada piedra del bordado, cada flor de la cola, el tejido, ese conjunto de detalles que lo hacían perfecto. Elegí para decorarlo unas piedras de color granate, uno de mis colores favoritos. Siempre me han gustado las novias sencillas, pero con algún toque de color. Las flores de la cola también llevaban la misma pedrería”.
Para acompañarlo, Marta eligió un tocado de la empresa sevillana MaruCca. “Hicieron una obra de arte. Diego me habló de su trabajo y me aseguró que podían crearlo a distancia, así que me puse en contacto con ellos. Les expliqué lo que quería y fue mejor de lo esperado”.
Por su parte, Marta encargó los zapatos en la madrileña just-ENE. “Me puse en contacto con ellos por recomendación de Jéssica, de Essencias de Boda, y acerté. Me los hicieron a la medida. Pude elegir diseño, color, tacón y complementos añadidos. Los cogí en color granate y con unas tachuelas en el tacón que les dan mucho rollo. Son súper cómodos y muy ponibles”.
Además, llevó un ramo de Ulilove. “El trabajo que realiza Miriam me encanta desde que la sigo en redes sociales. Le pedí que me hiciera unas tazas con flores preservadas que regalé en una cajita a mis testigos, y, después, decidí encargarle mi ramo de flores preservadas. No solo para poder guardarlo y tenerlo por muchos años, sino porque sabía que sería perfecto. Quedó tan real, que parecían flores naturales. Incluyó en él todas las flores que le pedí, además de indicarme las combinaciones más acertadas. En mi caso acertó plenamente”.
Respecto a las joyas, Marta lució su anillo de pedida, de la Joyería Rabat, el mismo lugar donde compraron las alianzas. Además, llevó unos pendientes de la Joyería Perodri. Un modelo único, puesto que los engarzaron con las piedras que ella eligió, unos topacios azules rodeados de diamantes.
El look beauty de Marta
“Elegí el centro de peluquería y estética Xāch, de Mérida. Susana es mi peluquera desde hace tiempo, y sabe perfectamente lo que me gusta y lo que no”, explica la novia. “Solo tuve que hacerme una prueba tanto de maquillaje como de peluquería, porque teníamos claro lo que mejor me iba a quedar. Ese día me vi realmente guapa”.
El outfit de Miguel Ángel
El novio vistió chaqué, corbata, camisa, chaleco y tirantes de Sagaz Men Fashion.
“Conocía esta boutique porque había alquilado allí un chaqué en otra ocasión. Me gustaron mucho los diseños y como trabajaban, así que decidí encargar allí el chaqué para nuestro gran día”, explica el novio. “Tuve que elegir modelo y complementos, me tomaron medidas y dos meses antes de la boda me hicieron una primera prueba. Fui a probármelo un mes antes de la boda y de nuevo una semana antes. Hice una muy buena elección con ellos: me trataron fenomenal y me hicieron los arreglos necesarios hasta que el traje me quedó como un guante”.
Miguel Ángel acompañó su look con unos zapatos de Clarks y un prendido de flores de Ulilove.
La madrina y la madre de la novia
La madrina lució un vestido de una boutique local de Cuenca, que acompañó con zapatos Pitillos.
La madre de la novia, por su parte, vistió un diseño de Isabel Sanchís, que adquirió en Eva Novias, y zapatos de just-ENE.
La ceremonia religiosa y el banquete
Para celebrar la ceremonia religiosa, Marta y Miguel Ángel eligieron la Parroquia de la Santa Cruz de Arroyo de San Serván, el pueblo de Marta. “Tiene un retablo precioso, considerado de interés turístico y cultural por patrimonio de Extremadura”, explica la novia. “Cuando llegamos allí, nuestras Wedding Planner tenían todo bajo control”.
“La decoración del interior la llevo a cabo un buen amigo. Él encargó las flores, hizo los centros, decoró los bancos y el arco de la entrada, puso un rincón con botellas de agua para el calor, etc. Las flores eran en su mayoría blancas, con algún que otro toque de color granate. Todo muy silvestre y acompañado de mucho verde. Maravilloso”.
De la música en la ceremonia se encargó Pilar Vizcaíno. “La conocimos a través de Jéssica y fue un acierto. También se encargó de la música del cóctel”.
Para el banquete, Marta y Miguel Ángel eligieron la Bodega Viña Santa Marina, de Mérida. “El día que fuimos a ver la bodega, la habían decorado y preparado para una boda que había horas después. Cuando entramos al salón, Miguel lloró de la emoción al imaginarnos allí… y supimos que ese era nuestro sitio para celebrarlo. Es un lugar increíble, en la falda de la sierra, rodeado de viñedos y naturaleza, la verdadera esencia de Extremadura. Queríamos brindar un pequeño guiño al campo y a la agricultura, entre otras cosas, porque mi padre es agricultor y es algo de lo que estoy orgullosa”, explica Marta. “Al llegar allí el día de nuestra boda nos emocionamos al ver la entrada que había preparado el equipo de Essencias de Boda. ¡La bienvenida era preciosa!”
Del catering y de la repostería se ocupó Guadalquivir Catering, de Sevilla. “Tuvimos la suerte de probar su trabajo en otra boda y nos gustó tanto, que no quisimos arriesgar para la nuestra y decidimos contratarlos a ellos. Salió todo perfecto, la comida de 10”.
De la decoración se ocupó Essencias de Boda: “todo quedó espectacular, desde los córners de bebidas y cervezas, al rincón de las fotos o al el seating plan, realizado a mano por ellas, que fue uno de los rincones más fotografiados. Estaba hecho con bolsitas de papel craft, en las que habían escrito el número de cada mesa y los nombres de los invitados destinados en ellas. Llevaban flores naturales y mucho verde. ¡Se nota que hacen todo con pasión, de corazón, porque les gusta mucho su trabajo!”.
Los centros de mesa se encargaron a Artefloralfresia. “Queríamos unos centros altos, acordes con los techos de la bodega. Jéssica, que está en todo, buscó hasta encontrar un florista que pudiera hacerlos, ya que requerían de una estructura especial que tuvieron que hacernos a la medida. Las mesas vistas, por su parte, llevaron caminos de mesa llenos de flores, con mucho verde y velas. ¡Hicieron un gran trabajo!”.
La música, por último, fue cosa del grupo musical Sound Deluxe: “Pedro es estupendo. Estuvo acompañándonos desde antes de entras a cenar, y nos hizo disfrutar como a niños pequeños. Lo pasamos en grande”.
Invitaciones y regalos para los invitados
Otro elemento para el que Marta y Miguel Ángel contaron con la ayuda de Essencias de Boda fue las invitaciones. Se las encargaron a A Beautiful Day. “Fue Jéssica quien nos puso en contacto con ellos y supieron plasmar exactamente lo que estábamos buscando: algo sencillo, relacionado con el campo y con el vino. Nos hicieron varios bocetos hasta que dimos con el acertado. Quedaron unas invitaciones preciosas, sencillas y bonitas, que parecían pintadas a mano una a una”.
Respecto al detalle para los invitados, “elegimos regalos diferentes para ellas y para ellos. Decidimos, en ambos casos, que fueran cosas prácticas y que se pudieran utilizar. Para las mujeres elegimos un perfume y una crema de manos de Rituals Cosmetics. Mi madre quiso regalar el perfume y yo la crema. Para los hombres apostamos por un aceite de la Alcarria, en concreto de la Cooperativa conquense de Valdeolivas, que se extrae de las aceitunas del hermano de Miguel entre otros. Queríamos ofrecer algún detalle procedente de Cuenca, de donde es la familia de mi marido”.
Además, Marta y Miguel Ángel regalaron a sus madres sendas réplicas del ramo de la novia, de Ulilove, realizadas con flores preservadas, y un prendido de la misma firma al padrino.
Los testigos también recibieron regalos especiales: cajas personalizadas para ellos, que incluían una botella de ginebra, una foto de Miguel Ángel a su lado y una miniatura de un Playmobil novio; y cajas personalizadas para ellas con diferentes elementos: una acuarela pintada a mano por la cuñada de la novia, una agenda, una vela, un bálsamo labial de La Chinata, una cadena de la marca Creu Handmade y una taza de flores preservadas de Ulilove.
El momento más emotivo
Marta se refiere a su encuentro en el altar con Miguel Ángel cuando piensa en el momento más especial. “Fue algo mágico. Comenzó a sonar nuestra canción, con la que Miguel me pidió matrimonio. Nada más escucharla me puse a llorar de la emoción y de la alegría que sentía, y fue algo mutuo. Cuanto nos reencontramos en el altar, Miguel estaba como un flan, llorando como yo. Nos miramos a los ojos y sentí una felicidad plena. El poder estar allí los dos juntos, dando un paso tan importa en nuestras vidas y rodeados de la gente que más nos quiere fue maravilloso. Como él dice, cuando te vi llegar tan guapa, fui tan feliz de estar ahí…”.
Fotógrafa de la boda
Marta y Miguel Ángel eligieron a Isabel Bueno para fotografiar su gran día. “Conozco a Isa desde hace varios años, es amiga y compañera de trabajo”, explica Marta. “Yo quería que fuera ella, pero tenía que convencer a Miguel. Cuando le enseñé las fotos que hacía, también él se enamoró de su trabajo. Confiamos ciegamente en ella y sabíamos que no iba a defraudarnos. Y así fue”.
Luna de Miel
Para su viaje de novios, Marta y Miguel Ángel contrataron un viaje a la medida con la agencia de viajes Pangea. “Elegimos los destinos, Vietnam, Camboya y Maldivas, los hoteles, las excursiones, todo. Fue un viaje irrepetible”.
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