Un maquillaje perfecto para el gran día es fundamental. ¿Cómo conseguirlo? Con productos de calidad y con una rutina facial adecuada.
Como supondrás, lo ideal es que empieces a cuidar tu piel desde ya. El llamado skincare se ha impuesto entre las tendencias más seguidas y no es de extrañar: en los últimos años hemos comprendido la importancia de seguir una buena rutina para cuidar nuestro rostro.
¿Qué queremos decir con esto entonces? Que lo ideal es que no solo sigas esta rutina la mañana de tu boda. Antes del gran día y, por supuesto, después. Tu piel te lo agradecerá enormemente.
Los pasos para seguir tu rutina facial
1. Limpia tu rostro. Da igual si estás maquillada o no. Limpiar la piel es fundamental para comenzar el proceso. Aunque no lo creas, por la noche se acumula grasa en la piel así que lo perfecto es eliminar cualquier tipo de suciedad con un gel limpiador.
2. Exfoliante facial. Una vez retirada la suciedad, es el momento de eliminar las células muertas que puedan existir en la zona. Para ello, te aconsejamos exfoliantes suaves con tu piel. La mejor forma de aplicarlos es humedeciendo el rostro, aplicando un poco de producto exfoliante sobre las yemas de los dedos y calentarlo con las mismas. Después, con masajes circulares, se extiende el producto y se procede a su retirada con abundante agua tibia.
3. Un buen tónico. Fundamental para los pasos posteriores. Además, elimina las impurezas que pudieran quedar y cierra los poros.
4. El sérum, para proteger la piel. Muchas mujeres se aplican sérum sin conocer sus beneficios, de manera automática. ¿Cuál es la diferencia con la crema? En primer lugar hay que aclarar que estos dos productos no son sustitutivos, sino complementarios. El serum trabaja la dermis mientras que la crema se centra en la capa más superior. Es decir, el sérum es beneficioso para prevenir o disminuir arrugas pero, ¿podemos usarlo sin la posterior crema? La respuesta es que no sería conveniente ya que estaríamos dejando desprotegida la parte superior de la piel.
5. Crema, para sellar una buena rutina. Por último, aplica tu crema facial de día. Es muy importante no utilizar la crema de día por la noche, sobre todo si posee factor de protección solar ya que corremos el riesgo de que una de esas propiedades maravillosas para la mañana, sea abrasiva por la noche.
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