Bodas discretas: la tendencia que devuelve la autenticidad a “sí, quiero”
En los últimos años, las bodas discretas han dejado de ser una excepción para convertirse en una alternativa cada vez más atractiva para muchas parejas.
Frente a celebraciones que parecen competir en magnitud, escenografía y producción, surge un deseo creciente de volver a la intimidad: ceremonias pequeñas, sin presiones externas, donde el foco está en la pareja y no en el espectáculo.
Esta inclinación hacia lo sencillo no responde a la falta de ambición, sino a la búsqueda de autenticidad en un contexto en el que las bodas se han transformado, muchas veces, en eventos pensados para las redes más que para quienes se casan.
En este clima cultural, la boda civil del activista y asambleísta Zohran Mamdani y la escritora y periodista Rama Duwaji se ha convertido en un ejemplo del poder de lo esencial. Celebrada en Nueva York, su unión ha llamado la atención por la forma en que combina espontaneidad, intimidad y una estética natural.
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Ideas para una boda discreta en 2025–2026
La belleza de una boda low-key está en su esencia: menos ruido, más emoción. Aquí tienes algunas formas de conseguirlo sin renunciar a la magia ni a la personalidad.
Una ceremonia en la playa: romanticismo sin artificios
El mar es, en sí mismo, un decorado perfecto. No necesitas más que la brisa, un arco sencillo y unas telas livianas para crear una ceremonia que hable de calma y conexión.
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Por qué funciona: la naturaleza sustituye cualquier exceso
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Qué cuidar: una playlist suave, detalles prácticos (como abanicos o sombrillas) y un dress code cómodo
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Para el post-sí, quiero: un picoteo o un food truck para un ambiente relajado al atardecer
Un hotel boutique: intimidad con elegancia natural
Si buscas calidez sin renunciar al estilo, un hotel boutique es el punto medio perfecto: acogedor, estético y sin complicaciones logísticas.
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Por qué funciona: espacios pequeños, privados, con decoración integrada
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Qué planificar: cócteles personalizados, una comida pensada al detalle y un rincón para fotos polaroid
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Lo mejor: todos pueden alojarse allí mismo. Menos estrés, más disfrute
Una boda en un restaurante: el amor también se celebra en la mesa
Para las parejas foodies, casarse en un restaurante es casi un acto poético. Todo está preparado para que la experiencia fluya: servicio impecable, ambiente agradable y la comida como protagonista.
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Por qué funciona: es íntimo, cómodo y naturalmente sofisticado
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Qué planificar: un menú con vuestros platos favoritos y un buen maridaje
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Bonus: pide al chef que comparta la historia detrás de uno o dos platos del menú. Este pequeño gesto añade un toque emocional y convierte la cena en una experiencia personal y memorable
Una boda en un jardín: la estética más romántica y sin esfuerzo
Flores, luz natural y ese aire de celebración pequeña que convierte lo cotidiano en memorable.
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Por qué funciona: los jardines tienen magia propia y se sienten personales.
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Qué planificar: decoración ligera, guirnaldas, mesas largas y juegos de exterior.
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La clave: usar ingredientes locales y música acústica para mantener la atmósfera suave.
Consejos esenciales para una boda low-key (y feliz)
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Haz una lista de invitados íntima: menos personas, más conexión real.
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Simplifica: el amor no necesita escenografía.
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Invierte en la experiencia: música, comida,…
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Sé flexible: lo discreto también puede ser creativo. Mezcla ideas, estilos y momentos.
La boda civil de Zohran Mamdani y Rama Duwaji: un ejemplo de autenticidad sin artificios
Dentro de este giro hacia lo íntimo, pocas celebraciones recientes han captado tanta atención como la boda civil del asambleísta neoyorquino Zohran Mamdani, recién elegido alcalde, y la escritora Rama Duwaji. Su unión no destacó por una producción grandiosa, sino por todo lo contrario: por la pureza de lo esencial. La fotógrafa Kara McCurdy, que los ha retratado durante años, compartió imágenes llenas de naturalidad y escribió una frase que resume el espíritu del día: “Mi forma favorita de fotografiarlo, sin duda, es enamorado.”
Las fotos muestran a la pareja caminando por Manhattan, subiendo al metro, bailando en la acera. Nada preparado. Nada repetido. Solo ellos dos y la ciudad, como si todo hubiese ocurrido sin más planificación que la de quererse.
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No hubo listas interminables de invitados, ni escenografías pensadas para Instagram. La ceremonia se celebró en la oficina del secretario municipal, y después simplemente se dejaron llevar por el momento. El resultado: un álbum que respira verdad en cada gesto.
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Más tarde celebraron una boda tradicional, sí, pero es la ceremonia civil la que ha quedado grabada como símbolo de una nueva sensibilidad: la que prioriza la emoción sin filtros, la espontaneidad y la intimidad real.
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¿Y si la única tendencia real fuese dejar de perseguir tendencias?
Las bodas low-key están dejando claro que lo pequeño no es sinónimo de simple, sino de honesto. No importa si eliges un jardín, una playa, un restaurante o un hotel: lo importante es que la celebración se parezca a ti, no a lo que dicta la sociedad. La boda de Mamdani y Duwaji lo demuestra con delicadeza: la autenticidad es, ahora, el gesto más revolucionario.
Y quizá la verdadera tendencia para 2026 sea recordar que las bodas no se hacen para el mundo, sino para dos personas que deciden caminar juntas.
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Fuente Lucia Se Casa https://ift.tt/eytU40o
nyc Photographer (@karamccurdy)
(@conchi_alcaraz_novias)