Río de Janeiro es la meca de la alegría. Y quizá sea esa su vertiente más conocida, con los Carnavales y las playas como gran reclamo para el turismo nacional e internacional. Pero, como viajero en toda regla y buscador de aventuras, seguro que pretendes una inmersión total en la ciudad. Así, en tu luna de miel por Río de Janeiro, descubrirás que la ciudad brasileña tiene mucho más, pues se sustenta en el contraste y en la diversidad de ambientes, situaciones y sensaciones. ¿Por qué no viajar al paraíso carioca?
Datos importantes
Río de Janeiro es la segunda ciudad más poblada de Brasil y forma parte del estado homónimo, siendo la capital del mismo. También fue la capital del Reino de Portugal (1807-1822) y del Imperio del Brasil desde 1822, momento en que el país se independizó de Portugal, hasta que se inauguró Brasilia en 1960, capital brasileña desde entonces. Debido a su influencia portuguesa del pasado, su idioma oficial es el portugués, convertido en portugués brasileño con los cambios en la fonología y en algunas expresiones autóctonas. De esta forma, Brasil es el único país de América con este idioma.
La ciudad se ha erigido como el destino turístico más visitado por los habitantes de América del Sur. Y no es de extrañar, gracias al equilibrio que implanta su clima tropical (17 grados de mínima en invierno, 35 de máxima en verano), influenciado por la humedad que suaviza el ambiente e impidiendo así las temperaturas extremas. De esta forma, las playas están disponibles tanto en verano (diciembre-marzo) como en invierno (junio-septiembre), aunque hay mucho más que descubrir en sus 160 barrios, desde la alegría de sus habitantes hasta la espectacularidad de sus paisajes.
“La Ciudad Maravillosa”
El título de este epígrafe corresponde al apelativo que recibe la impresionante ciudad brasileña. Y es que alberga en su seno el contraste de sus imparables entornos naturales y las mieles de una ciudad en constante movimiento. El ejemplo es la convivencia de las extraordinarias playas, como la mastodóntica Copacabana o la idílica Praia Vermelha; y de sus espacios naturales, como el Parque Nacional de la Tijuca, el Parque Lague o los imponentes Morro Dois Irmãos, con con las barriadas expuestas al bullicio del día a día.
Los núcleos urbanos, divididos en los 160 que alimentan las 34 Regiones Administrativas de Río, reciben su mayor foco en la zona sur, donde se encuentran los barrios más famosos: Copacabana, Ipanema, Botafogo, Flamengo, Leme, Leblon y Lagoa. Sin embargo, Cosme Velho ubica la estación cuyos trenes llevan hasta el Cristo Redentor, una de las joyas nacionales incrustada en el cerro del Crocovado; y en Urca podemos observar la belleza del morro Pan de Azúcar. En el norte, muchos barrios están reservados al deporte, con Tijuca y Maracanã encargados de custodiar el Estadio Maracanã, uno de los más famosos del mundo y reflejo de la cultura brasileña del fútbol. A lo largo de las calles de estos barrios, el Carnaval se desata en su forma más llamativa y divertida, por lo que sería perfecto aprovecharlo para el viaje de novios.
Playas
Las playas merecen un espacio aparte porque representan la cara más alegre de los brasileños y ese espíritu festivo tan contagioso. Copacabana es quizá la más conocida en el mundo entero. No solo se han escrito canciones y se han filmado películas que narran su peculiar naturaleza, sino que sus seis kilómetros de largo demuestran lo bueno de pasear por la arena, zambullirse en el agua o recorrer las calles aledañas en busca de maravillas gastronómicas brasileñas.
Ipanema también es magnífica y triunfa entre locales y advenedizos por la diversión que se organiza sobre la arena. Surfear y disfrutar de la arena y los cócteles son actividades obligatorias, así como descubrir las virtudes de la bossa nova en plena playa. Recorre también las calles, las tiendas y los bares que nutren las arterias del barrio del misno nombre, y alucina en la playa de Leblon, unida a Ipanema a través de la arena.
Praia Vermelha es más íntima y encantadora. Está rodeada de naturaleza y es perfecta para sumergirse mar adentro o recorrer su entorno natural de impresión. Playa de Lemees es fantástica para bodysurf y Arpoador para practicar surf o deleitarse con las olas.
Top 5 de lugares de interés
1. Parque Nacional y Floresta da Tijuca, Corcovado y Cristo Redentor. El mejor escenario natural de la ciudad y la mayor selva urbana del mundo, con 28 kilómetros cuadrados de extensión, se encuentra en Río de Janeiro. Y, además de bellos paisajes surcados por multitud de especies vegetales, animales y caudalosas cascadas, es hogar de dos formaciones rocosas sin parangón: la Pedra da Gávea y el cerro del Corcovado, que ofrece increíbles vistas de 360º de toda la ciudad. En este último se yergue a 709 metros de altura el Cristo Redentor, de 3o metros y símbolo de la ciudad y del país.
2. Barrio de Santa Teresa. En perfecta convivencia con los entornos naturales, el Barrio de Santa Teresa es un reducto del pasado que permanece vivo con la modernidad del presente. Así, las casas coloniales y el último tranvía de Brasil, “el bondinho de Santa Teresa”, comparten espacio con la cultura urbana, la moda alternativa, el arte en todas sus vertientes (más famoso en el Parque das Ruinas) y la filosofía bohemia. Muy recomendable pasar al barrio de Lapa por las escaleras de Selarón, con 250 llamativos y coloridos escalones de pura creatividad.
3. Pan de Azúcar. Otra joya natural de la ciudad se encuentra entre un festival incansable de naturaleza, en la bahía de Guanabara. Al peñón se puede acceder por medio de un teleférico que recorre 1400 metros, consiguiendo unas vistas indescriptibles de la bahía y de todo Río.
4. Lagoa Rodrigo de Freitas. La última belleza natural que mostramos (que no la última de Río) sobrevive en mitad de la ciudad. Refleja la zona urbana de Río en sus aguas y, además de rutas en bici o a pie hasta su corazón, ofrece un soplo de paz en mitad del caos.
5. Las favelas. Representan la historia más dura del país, pero también la más auténtica. Y aunque siempre ha sido desaconsejable su visita por problemas de seguridad, muchas de ellas ya no tienen esos problemas y acogen con los brazos abiertos a los turistas curiosos. Es recomendable acudir a las favelas habilitadas porque ayudan a conocer la otra cara de Brasil, necesaria para comprender el conjunto de su vida. Santa Marta, Vidigal, Tavares Bastos y Cantagalo son las mejores y más seguras para visitar, y muchas de ellas cuentan con visitas organizadas.
Todos estos datos son solo unas pinceladas del maravilloso cuadro que compone Río de Janeiro. Para tu luna de miel, hay pocos destinos más completos y seductores.
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